Huanglongbing (HLB) de los cítricos está considerado actualmente como la enfermedad más devastadora de todas las que puedan afectar a dicha especie a nivel mundial, debido a que origina un debilitamiento progresivo de los árboles que inexorablemente les provoca la muerte. La enfermedad se propaga principalmente mediante dos psílidos vectores, siendo Trioza erytreae (T. erytreae) uno de ellos.
La psila africana de los cítricos Trioza erytreae amenaza a la citricultura española
J. Quinto, A. Hervalejo y F. J. Arenas-Arenas. IFAPA Centro Las Torres-Tomejil. Alcalá del Río (Sevilla).
Esta plaga se encuentra en pleno proceso de expansión en la Península Ibérica desde que fuera detectada en Galicia en 2014. Teniendo en cuenta la nefasta situación en países donde la enfermedad ya se encuentra establecida así como el potencial invasivo de T. erytreae, podemos afirmar que la citricultura española hace frente a la mayor amenaza desde la enfermedad conocida como la Tristeza de los cítricos.
La cuenca del Mediterráneo es la segunda región citrícola en orden de importancia del mundo, acaparando en torno al 16% de la producción mundial, sólo superada por China (24%), siendo sextos en la producción mundial de naranjas, segundos en mandarinas y cuartos en limón. Durante una década España ha sido el principal productor de cítricos de la cuenca mediterránea, con una superficie cultivada en torno a las 300.000 ha (lugar disputado con Egipto, Turquía e Italia).
Además, año tras año se ha mantenido como líder mundial en exportaciones de naranja, mandarina y limón, sobre todo para su consumo en fresco (FAO, 2015). Con estas cifras resulta sencillo imaginarse la repercusión que la citricultura tiene sobre la economía española, constituyéndose como un sector estratégico para las regiones productoras de la Comunidad Valenciana, Andalucía, la Región de Murcia y Cataluña.