El director general de Producciones y Mercados Agrarios, del Ministerio de Agricultura (Mapama) Fernando Miranda, presidió el viernes 27 de octubre la primera reunión del grupo de trabajo para la elaboración del Plan Estratégico de Fruta Dulce, en la que realizó un diagnóstico del subsector de la fruta de hueso.
Análisis de la oferta y la demanda de mercado para avanzar en el Plan Estratégico de la fruta dulce
Durante la jornada, en la que participaron representantes de la producción, la industria, la distribución, de las Administraciones central y autonómica, y expertos e investigadores, se abordaron aspectos relativos a la oferta y la demanda de mercado de este subsector.
En concreto, se analizó el incremento de las producciones en los últimos años, hasta valores superiores a los 1,5 millones de toneladas, que encuentran dificultades para ser comercializados.
En este sentido, se debatió también sobre la necesidad de utilizar en mayor medida la capacidad de autorregulación que permiten los Programas Operativos (PO) de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH).
En relación a la demanda de estas frutas, en esta primera reunión se abordó la necesidad de recuperar el consumo interior y de trabajar con anticipación para aprovechar las oportunidades que se presenten en los mercados exteriores.
El Mapama, sector y CC.AA. celebrarán este martes 31 de octubre otra jornada dedicada, en este caso, al subsector de fruta de pepita (manzana y pera).
Posteriormente, se pasará a la segunda fase de los trabajos, con jornadas que se dedicarán a analizar las posibles medidas y actuaciones a incluir en el Plan Estratégico de la fruta dulce.
El objetivo es la elaboración dicho Plan con medidas a corto, medio y largo plazo, que permitan encarar en mejores condiciones las próximas campañas.
Heterogeneidad productiva
Por su parte, la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) trasladó su visión de la situación, incidiendo en que no puede considerarse este subsector de forma homogénea, dado que tiene características muy dispares según regiones de producción; es decir, por Comunidades Autónomas, periodos de cosecha y modelos de organización de la oferta.
Con relación a los calendarios de producción y comercialización, la patronal empresarial hortofrutícola manifestó que en el análisis se debe dividir la campaña en cuatro periodos desde una perspectiva estrictamente comercial, debiendo realizarse un diagnóstico propio para cada uno de ellos por zonas de producción y especies.
Así, se pide que se diferencie entre Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Cataluña y por especies, entre melocotón, nectarina, paraguayo, ciruela, cereza y albaricoque.
Para FEPEX esta división por periodos, regiones y especies se fundamenta en el análisis del comportamiento de los precios por meses y Comunidades Autónomas, con una horquilla que llega al 300%.
En este sentido, se solicitó también que se haga un análisis de la eficacia de los diferentes modelos de organización en función de los precios percibidos por los socios, reiterando que las organizaciones de productores (OPs) más cohesionadas llegan al límite máximo de ayuda comunitaria del 4,1% del valor de la producción comercializada (VPC), siendo prioritarias en la utilización de esta ayuda en las inversiones que llevan a cabo las explotaciones para mantener la competitividad.
En esta línea, FEPEX mostró su preocupación de que no se realice ninguna mención a esta ayuda comunitaria a fondos operativos de las OPFH en el primer texto de la Comunicación de la Comisión “The future of food and farming” sobre el futuro de la PAC post 2020, conocido la semana pasada.
En este primer texto no se hace ninguna mención a la Organización Común de Mercados, que incluye medidas estratégicas para el sector de frutas y hortalizas como son las organizaciones de productores (OPs) y sus programas operativos.