La intensificación y tecnificación del cultivo puede ser una de las principales causas del aumento de su incidencia. Sin embargo, el diagnóstico de las enfermedades relacionadas con este síndrome es muy complejo debido al gran número de agentes causales que pueden estar involucrados. En este primer trabajo se da un repaso exhaustivo a las bacterias y distintos agentes abióticos asociados con la desecación y muerte de ramas del olivo, fruto principalmente de la experiencia del Servicio de Diagnóstico y Análisis Fitopatológico del grupo de investigación Patología Agroforestal de la Universidad de Córdoba.
Diagnóstico y etiología de la seca de ramas de olivo (I)
L.F. Roca, C. Agustí-Brisach, J. Romero, J. Moral, M.C. Raya, A. Trapero. Departamento. de Agronomía, ETSIAM, Universidad de Córdoba, Campus de Rabanales. Córdoba, España.
La “seca”, o la desecación y muerte de ramas, es probablemente el síndrome más alarmante para el olivicultor, debido a la fácil apreciación del mismo y a la pérdida, en mayor o menor grado, de la capacidad productiva en los árboles afectados.
Generalmente los síntomas asociados con este síndrome progresan desde los extremos hasta la base de las ramas, originando amarillez, marchitez, necrosis y caída de hojas, y terminando con la desecación y muerte de las ramillas (puntisecado) o de ramas completas (apoplejía, marchitez o muerte regresiva). Otro complejo de síntomas frecuentemente asociado con este síndrome es la necrosis marginal (chamuscado), o únicamente apical (puntisecado), de las hojas.
No obstante, se trata de un síndrome inespecífico, siendo numerosas las causas que lo provocan, desde alteraciones fisiológicas o nutricionales hasta diversas plagas y enfermedades. Entre las enfermedades que causan seca de ramas, podemos encontrar tanto enfermedades de origen fúngico como bacteriano.
Concretamente, entre los patógenos fúngicos, que son los más numerosos, podemos encontrar hongos que afectan a la parte aérea del olivo, incluyendo ramas, hojas o frutos, y hongos que afectan a las raíces. En este último caso, estos patógenos causan la desecación y muerte de ramas en la parte aérea como síntoma secundario debido a la pérdida de las raíces afectadas. En ocasiones, se presentan también otros síntomas inespecíficos asociados con este síndrome, como es la coloración interna del xilema de las ramas afectadas.
Por todo ello, la realización de un diagnóstico adecuado a la hora de abordar este problema en una plantación de olivar es de fundamental importancia, ya que, debido a la amplia variabilidad de agentes causales de estas enfermedades, las medidas a adoptar han de ser específicas en cada caso.
En los últimos años se ha observado un aumento de este síndrome en los olivares, al parecer atribuible a la intensificación del cultivo. La mayor densidad de árboles, el incremento del número de hectáreas de olivar de regadío, las plantaciones realizadas en terrenos infestados por patógenos de suelo y en general la mayor mecanización de las labores agrícolas, fundamentalmente poda y recolección, que han incrementado los daños producidos en los árboles, junto a la deficiente protección de las heridas ocasionadas, han motivado un aumento de la incidencia de algunas enfermedades causantes de seca de ramas.