Cajamar Caja Rural reúne, el próximo 25 de abril en el Centro Cultural “La Corrala”, Madrid, en el foro “Prospectiva de la agricultura española 2050” a un grupo de expertos para reflexionar, analizar y debatir sobre algunos temas cruciales para el desarrollo futuro del sector agrícola; y colaborar en el diseño de actuaciones necesarias que contribuyan a redibujar el papel de nuestra agricultura en el medio plazo, de modo que pueda llegar a 2050 en las mejores condiciones de competitividad, calidad y seguridad alimentaria.
Cajamar celebra en Madrid una jornada sobre la prospectiva de la agricultura española en 2050
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sector agroalimentario debe afrontar en los próximos años un reto global sin precedentes. En el año 2050 la población mundial habrá crecido en 2.300 millones de personas, un 50% más, por lo que será necesario producir un 70% más de alimentos en los próximos 30 años. Al mismo tiempo será necesario seguir combatiendo el hambre y la pobreza en el mundo, usar de forma más eficiente los escasos recursos naturales y adaptarse al cambio climático.
La ONU prevé que la demanda de alimentos continúe creciendo como resultado del incremento demográfico y el aumento de los ingresos. Por ejemplo, estima que la demanda de cereales (como alimentos y como piensos para animales) alcanzará los 3.000 millones de toneladas en 2050. Por ello, la producción anual de cereales tendrá que crecer en casi 1.000 millones de toneladas, cuando hoy es de 2.100 millones. Mientras que la producción de carne deberá incrementarse en más de 200 millones de toneladas, para alcanzar 470 millones en 2050, el 72 % de la cual será para el consumo en los países en desarrollo, que hoy en día consumen el 58 %.
Además, según los últimos cálculos de la ONU, durante ese periodo casi todo el incremento demográfico tendrá lugar en los países en desarrollo. Así, el crecimiento más rápido de la población será en África subsahariana -un 108% por ciento, con 910 millones de personas-, mientras que el crecimiento más lento se producirá en Asia oriental y el Sudeste asiático -un 11%, con 228 millones de personas-. Además, cerca del 70 % de la población mundial vivirá en ciudades o áreas urbanas en 2050, comparado con el 49% que lo hace en la actualidad.
En definitiva, todos estos factores redundarán en una necesidad del crecimiento de la producción agrícola a través del aumento del rendimiento y de la intensificación de los cultivos, y será imprescindible que el sector agroalimentario mundial, en general, y el español, en particular, eleven sus productividades con el uso de las nuevas tecnologías (automatización, biotecnología, sensores, inteligencia artificial, etc.) y sean capaces de adaptarse a nuevos canales de comercialización y mercados más especializados para satisfacer a un consumidor cada vez más exigente, en un entorno plagado de retos presentes y futuros como el cambio climático y sus consecuencias, como el incremento de temperatura y la competencia por el agua; la globalización, con la creación de nuevas potencias económicas y el desarrollo creciente de nuevos mercados, y la necesidad de redimensionar y modernizar las empresas agrícolas con un factor relevante en contra como es el escaso relevo generacional.