En el presente artículo se describen seis nuevas variedades triploides que se han incorporado recientemente al sistema de experimentación. La variedad IVIA TRI-707 produce frutos de maduración temprana, las variedades IVIA TRI-703, IVIA TRI-705 e IVIA TRI-752 son de maduración muy tardía y las variedades IVIA TRI-750 e IVIA TRI-751 son dos híbridos de tipo pomelo de interés por su coloración naranja tanto de la corteza como de la pulpa, lo que podría representar un nuevo concepto de frutos cítricos en los mercados.
Nuevas variedades triploides de mandarino del IVIA
J. Cuenca, A. García-Lor, M. Hernández, J. Juárez, J. A. Pina, L. Navarro, P. Aleza. IVIA, Centro de Citricultura y Producción Vegetal. Moncada (Valencia).
España es el sexto país productor de cítricos del mundo con una producción anual de entre 6 y 7 millones de t –habiendo alcanzado la máxima producción en la campaña 2011/12 con más de 7,5 millones de toneladas– y destina más de la mitad de su producción a la exportación para consumo en fresco. Alrededor del 50% de la producción es de naranjas y el 35% de mandarinas (FAO, 2017).
Actualmente, existe una amplia oferta varietal de mandarinos, lo que permite disponer de fruta desde septiembre hasta finales de febrero y principios de marzo. Sin embargo, la mayoría de variedades de mandarino existentes son diploides que presentan fertilidad masculina y femenina, lo que puede ocasionar la aparición de semillas en sus frutos y provocar la aparición de semillas en frutos de otras variedades a causa de la polinización cruzada. Además, las variedades tempranas disponibles presentan algunos problemas vegetativos que impiden su desarrollo normal, mermando su productividad y haciendo muy difícil su cultivo.
En cuanto a las variedades tardías disponibles, éstas están principalmente gestionadas por empresas privadas que limitan el número de plantas cultivables con el objetivo de ajustar la oferta a la demanda, imponiendo en muchos casos condiciones técnicas de cultivo y tamaños mínimos de las parcelas. Esto implica que la producción de las nuevas variedades esté gestionada por una agrupación de interés económico, con escaso o limitado acceso para los pequeños productores y a precios muy elevados.
Por estos motivos es estratégicamente imprescindible para la citricultura española el disponer de variedades propias de alta calidad obtenidas por los centros de investigación públicos como el IVIA y que estén disponibles para todos los agricultores a precios razonables. De esta forma, la estrategia de cultivo de variedades se podría controlar con tecnología propia y no depender de propietarios y/o centros de investigación extranjeros.
Desde el año 1995, el IVIA desarrolla un amplio programa de mejora genética de mandarinos a nivel triploide ya que los híbridos triploides presentan muy baja fertilidad y generalmente no producen semillas ni inducen la formación de semillas en otras variedades por polinización cruzada (Navarro et al., 2015). Además, son respetuosos con el medio ambiente al ser compatibles con la presencia de abejas en las plantaciones contribuyendo a que los cítricos no sean una causa más en la disminución de las poblaciones de estos insectos imprescindibles para la producción agrícola.