Tejerina presenta en Murcia la Estrategia Nacional de Regadíos 2018-2025

Tejerina presenta en Murcia la Estrategia Nacional de Regadíos 2018-2025

 

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ha anunciado hoy que en los próximos días se debatirá, junto con los representantes del sector agrario, el primer borrador de la Estrategia Nacional de Regadíos 2018 – 2025, un instrumento para orientar las actuaciones a medio plazo «que concibe el regadío como un elemento clave para promover el desarrollo rural sostenible, para alcanzar una agricultura productiva, eficiente, resilente, competitiva y rentable y para luchar contra la despoblación».

García Tejerina, inauguró hoy junto al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, el XIV Congreso Nacional de Comunidades de Regantes, en Torrevieja (Alicante), en el que ha presentado los objetivos de esta Estrategia que plantea como reto la modernización de las 800.000 hectáreas de superficie regada que son susceptibles de modernizar.

Para ello, ha señalado la ministra, se ha realizado un diagnóstico de las debilidades, fortalezas y oportunidades del sector para definir los cinco objetivos estratégicos que se plantean como son la mejora de la eficiencia en el uso del agua y la energía; la generación de empleo y riqueza, especialmente en zonas amenazadas por la despoblación; la búsqueda de eficiencia en la financiación de las actuaciones;  la mejora del marco normativo y el impulso de la innovación y la formación, así como la sensibilización de la sociedad sobre el papel clave del regadío.

Así, en materia de mejora de la eficiencia hídrica y energética del regadío, García Tejerina ha explicado que para completar el proceso de modernización,   estimular el ahorro efectivo de agua y garantizar al regante una mayor disponibilidad, la Estrategia contempla las auditorías hídricas, energéticas y de gestión. También prevé, ha indicado, la generalización de la medición de los consumos de agua por parte de los regantes, y bonificar a los usuarios más eficientes y penalizar los consumos individuales que excedan a la dotación media de la zona.

Para la generación de empleo y la fijación de la población al medio rural, otro de los objetivos de la Estrategia, la ministra ha señalado que se contempla el desarrollo de planes integrados en zonas de cultivo intensivo, priorizando la finalización de todas las inversiones que ya están en marcha por parte del Ministerio, antes de realizar nuevos regadíos.

En relación con la mejora del marco normativo y la gobernanza, García Tejerina ha manifestado que se quiere reforzar el papel de las Comunidades de Regantes, dotándolas de una mayor capacidad jurídica, técnica y de operatividad, aumentando su dimensión y favoreciendo su participación en organizaciones supranacionales. Unas líneas de actuación, ha apuntado, que se unirán al impulso de la formación y la mejora de las capacidades de los gerentes y técnicos de las Comunidades de Regantes.

En cuanto al impulso de la innovación, uno de los ejes esenciales del Programa de Nacional de Desarrollo Rural, que cuenta con 57 millones de euros, ha explicado la ministra, se impulsará la creación de grupos operativos relacionados con el regadío, habiéndose aprobado en su primera convocatoria, resuelta en 2017, dos propuestas por importe de casi 100.000 euros destinadas a optimizar el uso de recursos agua y energía.

Eeste ámbito también ha apuntado la importancia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la digitalización del sector y el uso de Big Data, como herramientas imprescindibles para afrontar los cambios necesarios, y ha anunciado que el próximo 11 de junio se presentará la Agenda para la Digitalización del Sector Agroalimentario y del Medio Rural.

Como complemento a estas actuaciones García Tejerina ha resaltado la necesidad de promover la sensibilización de la sociedad mediante la comunicación, para trasladar a los ciudadanos y a los mercados el valor del regadío sostenible. Para ello ha explicado que desde el Ministerio se van a impulsar acciones de comunicación, lo que requiere también, ha puntualizado, el compromiso de todos con las mejores prácticas y con la mejor agricultura.

Por último y en materia de eficiencia en la financiación, la ministra ha recordado que hasta 2020, las comunidades autónomas han programado en el marco de sus programas de desarrollo rural, inversiones en una superficie de más de 250.000 hectáreas, con un gasto público estimado de 500 millones de euros, a los que el Ministerio contribuye con una financiación del 30% del total de la aportación nacional.

Sin embargo, ha señalado, aún se deben afrontar otras 555.000 hectáreas cuya modernización tiene un coste estimado de 2.500 millones de euros, por lo que el  Ministerio continuará apostando por la colaboración con las Comunidades de Regantes, a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias, SEIASA, para realizar las actuaciones previstas, de la manera más eficiente.

Para lograr estos objetivos la ministra ha explicado que se va a realizar un seguimiento individualizado de las actuaciones a realizar y otro de carácter general y periódico sobre la sostenibilidad de las principales zonas de riego españolas, para lo que el Ministerio habilitará sistemas de colaboración y canales de comunicación regulares y ágiles con las Comunidades de Regantes.

El Gobierno, subrayó García Tejerina, está impulsado una Estrategia Nacional que va a permitir a nuestros regadíos prepararse de la mejor manera posible para un escenario cada vez más exigente desde el punto de vista medioambiental y de adaptación al cambio climático, creciendo a la par en competitividad y rentabilidad, con la máxima eficiencia posible.

Traducción presupuestaria

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) consideró necesario ampliar las garantías y el presupuesto de financiación pública destinada a modernización, proponiendo que exista una partida de la Dirección General de Desarrollo Rural que complete los recursos administrados a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), dependientes en buena medida de fondos europeos cuya cuantía es de carácter variable.

De esta forma, tras la presentación de la Estrategia Nacional de Regadíos por parte de la ministra Tejerina durante el acto inaugural del XIV Congreso Nacional de Regantes, Fenacore quiso trasladar cuál sería el planteamiento idóneo para el sector del regadío, poniendo sobre la mesa la necesidad de reorientar esta colaboración público-privada mediante fórmulas de financiación más ventajosas para los usuarios, que se encuentran asfixiados económicamente por el aumento progresivo de los costes energéticos, precisamente como consecuencia de la modernización.

Y es que precisamente como consecuencia de la modernización de regadíos, iniciada por el Gobierno en 2002 con una inversión total de unos 5.000 M€, se han optimizado cerca de un millón y medio de hectáreas, que si bien han permitido un ahorro de unos 3.000 hectómetros cúbicos anuales de agua, han disparado los costes energéticos pasando de un consumo medio de 200 kilowatios hora por hectárea a más de 1.500 kWh/ha como consecuencia de la desaparición de las tarifas especiales con la excusa de cubrir el déficit tarifario.

Así, si los convenios de modernización firmados entre los regantes y la Administración contemplaran un ajuste de los gastos que los agricultores soportan en concepto de financiación, construcción, explotación y mantenimiento de las obras, compensarían ligeramente la subida de la factura de la luz, que se ha encarecido en los últimos diez años más de un 100%.

Desarrollar el reglamento para firmar dos contratos al año con las eléctricas

En este sentido, si bien recientemente se consiguió a instancias de Fenacore abrir la puerta a una demanda histórica como es la posibilidad de disponer de dos contratos en un mismo año con potencias diferentes -uno de temporada para los meses de máximo consumo y otro con una potencia mínima el resto del año para el mantenimiento de los equipos-, esta medida no podrá aplicarse a menos que se desarrolle el reglamento correspondiente; algo que Fenacore insta a desarrollar lo antes posible, dado que ya se ha iniciado la campaña de riego.

No subir las tarifas del agua

En relación a las auditorías hídricas planteadas por la ministra, otra de las cuestiones que la Federación espera de la nueva estrategia de regadíos es que no se escude en el principio europeo de recuperación de costes para subir las tarifas de consumo de agua. En este sentido, recuerda que la Directiva Marco de Aguas (DMA) no establece que se recuperen la totalidad de los costes por los servicios del agua.

De hecho, España el país europeo donde mayor porcentaje de retorno se obtiene. Concretamente, se llega a recuperar más del 80%, a través de los cánones y las tarifas reguladas en la Ley de Aguas y en el Reglamento del Dominio Público Hidráulico.

Programas con presupuesto real

Para Fenacore, el verdadero alcance de esta nueva estrategia nacional de regadíos se verá en función de la inversión real que la Administración aporte. De esta forma, resulta imprescindible que los planes de modernización vayan acompañados de su correspondiente presupuesto aprobado.

Concretamente, espera que la Estrategia Horizonte 2025 -que tiene como objetivo modernizar 800.000 hectáreas con un ahorro estimado de unos 1.000 hectómetros cúbicos de agua al año- no sea una “carta a los Reyes Magos”, de manera que se garantice la ejecución de los proyectos en un plazo razonable de tiempo para evitar que, como ha ocurrido hasta la fecha, la falta de fondos alarguen los procesos durante años.

Según su presidente, Andrés del Campo, “en los últimos diez años se han presentado diferentes planes hidrológicos y de regadíos con grandes inversiones programadas que después se han paralizado por falta de fondos. La Administración debe ganarse de nuevo la confianza de los regantes y para ello debe hacer planteamientos que se puedan cumplir. Esa credibilidad se conseguirá asociando la planificación a inversiones con su correspondiente reflejo presupuestario”.º

 

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