De acuerdo a las cifras, aún muy provisionales, del pasado mes de agosto de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), las salidas al mercado de aceite de oliva podrían haber superado de nuevo las 100.000 toneladas. Y ello pese a ser tradicionalmente un mes en el que se reducen los movimientos comerciales.
Agosto superó también las 100.000 t de salida de aceite de oliva al mercado
En el balance de la campaña 2017/18, quedando solo el presente mes por contabilizar, producción de aceite de oliva quedaría ya, con datos prácticamente finales, en cerca de 1,26 millones de toneladas y las importaciones podrían llegar a alcanzar las 160.000 toneladas, dejando una oferta disponible total de 1,71 Mt, tras sumar casi 305.000 t de stock de inicio.
De las cerca 105.000 t de salidas de aceite de oliva en el pasado mes de agosto, unas 70.000 t podrían haber ido al mercado exterior y 35.000 t a atender la demanda interna, con lo que la exportación sumaría ya más de 800.000 t y el mercado interior 426.750 toneladas. En total, casi 1,23 millones.
En el balance de campaña, a falta de sumar septiembre, de las cerca de 1,35 Mt comercializadas en total, de las que 875.000 t de aceite de oliva sería la exportación, lo que supondría un 8% menos que en la campaña anterior, y 470.000 t se estima que se comercialicen en el mercado interno aparente, un 3,3% más que en 2016/17, quedando descartadaza ya la posibilidad de haber llegado al medio millón de toneladas.
Las existencias a 31 de agosto eran de 486.000 t, de las que 320.650 t estarían en las almazaras y en los depósitos del Patrimonio Comunal Olivarero (10.000 t) y unas 165.000 t en manos de los envasadores, refinadores y otros operadores comerciales.
El stock de campaña se estima en torno a las 377.000 t, casi un 24% más que el de inicio, con lo que no habría ningún problema de oferta en los dos meses de enlace, hasta comience la comercialización del nuevo aceite de oliva de la campaña 2018/19, cuya producción se estima que pueda superar los 1,45 millones de toneladas.
En el plano teórico, y con un precio medio de campaña de casi 3,18 €/kilo en origen, el valor comercial del aceite de oliva comercializado podría reducirse en más de un 20% y en torno a mil millones de euros respecto al de la campaña anterior (que marcó récord, con unos 4.760 M€, a una media de 3,628 €/kg), quedando aún así por encima de los 3.760 millones y siendo uno de los mejores de los últimos ejercicios, con la salvedad del de la campaña 2016/17.