La Alianza UPA-COAG de Castilla y León denuncia el precio desorbitado que se está cobrando a los agricultores de la región por los fertilizantes, a punto de comenzar masivamente el abono de sementera, habitual en esta época del año.
El alto precio de los abonos se llevará los primeros 1.200 kg/ha de producción de trigo en Castilla y León
Esta organización agraria ya denunció semanas atrás, concretamente el 30 de agosto, las intenciones que tenía el monopolio de los fertilizantes en nuestro país para subir de forma abusiva el precio de los abonos complejos y nitrogenados.
Tal es así, que a los agricultores de Castilla y León se les está pidiendo a día de hoy un precio que oscila entre los 305 y 390 euros/tonelada, con previsiones de nuevas subidas en las próximas semanas, muy por encima de los 270 euros/t de la campaña pasada por estas fechas.
Con estas cifras, la Alianza UPA-COAG estima que en nuestro país se va a llevar solo por los abonos de sementera los primeros 800 kilos de producción de trigo por cada hectárea de superficie, lo que significa que si sumamos el abono de primavera, que se suministra en febrero, los agricultores se verán obligados a producir al menos 1.200 kilos por hectárea solo para pagar los fertilizantes de campaña.
Esta organización se ratifica en lo dicho, y denuncia que los agricultores de Castilla y León están sufriendo unos precios por su cereal atípicamente bajos, si tenemos en cuenta la escasez de producción que existe a nivel internacional y, sin embargo, los precios de los inputs como semillas, combustibles o fertilizantes son abusivamente altos y ruinosos para los bolsillos de los agricultores.
Ante esta situación y antes de comenzar las labores pertinentes, la Alianza UPA-COAG hace un llamamiento a los agricultores de la región para que controlen la aplicación de abonos en función de la necesidad del terreno para no aplicar “más unidades de las necesarias”.
Además, aconsejamos a los agricultores que realicen análisis en sus terrenos, que incluso en algunos casos son gratuitos, para que la aplicación de los mismos sea lo más ajustada posible a cada necesidad.
Por otro lado, la Alianza UPA-COAG califica como lamentable la situación que se ha generado de un tiempo a esta parte desde la industria de fertilizantes, que funciona en la práctica como un monopolio.
No podemos calificarla de otra manera más que de absoluta especulación, según la Alianza, la que ejerce imponiendo unos precios desorbitados, siendo conscientes de que el uso de fertilizantes es crucial en la productividad de las explotaciones agrarias y que los agricultores en mayor o menor medida no tienen otra posibilidad más que asumir los precios abusivos que les imponen.