La enfermedad de la mancha marrón, causada por un patotipo del hongo Alternaria alternata, provoca la aparición de lesiones necróticas y pústulas suberosas en determinadas variedades de mandarinas. Para el control de la enfermedad es necesario adoptar prácticas agronómicas que favorezcan la ventilación de la parcela y realizar aplicaciones fungicidas. Los sistemas de ayuda en la toma de decisiones permiten reducir la frecuencia de las aplicaciones fungicidas, pero antes de su puesta en servicio deben validarse en la zona donde van a implementarse.
Control de la mancha marrón de las mandarinas causada por Alternaria
A. Vicent1, D.D.M. Bassimba2 y J.L. Mira1. 1 Institut Valencià d’Investigacions Agràries (IVIA). Moncada (Valencia). 2 Instituto de Investigação Agronómica (IIA), Chianga, Huambo, Angola.
La mancha marrón de las mandarinas se citó por primera vez en Australia a principios del siglo XX. Actualmente, la enfermedad está presente en los cinco continentes, causando daños de gravedad tanto en las áreas citrícolas de clima húmedo y otras, como la cuenca mediterránea, de condiciones áridas y semi-áridas (Timmer et al., 2003). En España, la enfermedad se detectó por primera vez en 1998 en Alzira ( Valencia) y rápidamente se extendió a todas las áreas citrícolas del país.
Los síntomas de la enfermedad se caracterizan por la aparición de lesiones necróticas en las brotaciones jóvenes, que avanzan siguiendo las nervaduras de las hojas. Las hojas afectadas caen de forma prematura y aquellas que permanecen en la copa, siguen su desarrollo de forma anormal con áreas necróticas y clorosis.
En los frutos, la enfermedad se caracteriza por la aparición de lesiones necróticas deprimidas y pústulas suberosas en la corteza. Aunque estas lesiones no alcanzan a los lóculos, los daños en la corteza reducen la calidad de la fruta para su comercialización en fresco. La enfermedad puede afectar también al rendimiento de la cosecha, ya que las infecciones a los frutos jóvenes inducen su absición de forma casi inmediata.
La mandarina Dancy y sus híbridos cultivados, como Fortune, Nova, Minneola, Page, Orlando, Lee y Sunburst, son sensibles a la mancha marrón. Sin embargo, la enfermedad se desarrolla también en otras variedades no derivadas de Dancy, como Murcott, Primosole, Ponkan, Emperor y Tangfang.
Dentro del grupo de variedades afectadas, el grado de susceptibilidad a la enfermedad es muy variable. En algunas muy sensibles, como Fortune y Minneola, los daños ocasionados por la mancha marrón han provocado la reconversión varietal de numerosas parcelas. En cambio, en otras menos sensibles como Nova, es posible controlar la enfermedad mediante la adopción de una estrategia de control adecuada.