Las organizaciones AVA-ASAJA y La Unió calculan 4.500 ha anegadas, cientos de miles de toneladas afectadas y pérdidas por encima de los 70 millones de euros
Las excesivas lluvias ya causan pérdidas millonarias en el campo de la Comunidad Valenciana
La sucesión de lluvias que durante los últimos seis días ha descargado de manera especialmente torrencial y persistente sobre el campo valenciano van a causar importantes pérdidas tanto en los principales cultivos que ahora mismo se encuentran en plena temporada, como cítricos, caqui y hortalizas, como en infraestructuras agrarias.
Según una primera valoración de urgencia de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), las pérdidas sufridas a raíz de las últimas precipitaciones alcanzarán al menos los 70 millones de euros, si bien esta cifra podría acabar siendo muy superior y llegar hasta los 120 millones en función de la evolución del clima. Factores como la humedad, las altas temperaturas u ocasionales episodios de nuevas lluvias van a determinar un mayor o menor impacto sobre la agricultura.
Las producciones agrícolas más castigadas son, por este orden, los cítricos, el caqui y las hortalizas. Solo las pérdidas previstas en cítricos –principalmente en clementinas aunque también en naranjas – están valoradas entre 50 y 100 millones, debido a la afección directa sobre una cantidad que oscila entre 250.000 y 500.000 toneladas.
Los daños tienen como causas fundamentales la inundación de los árboles (el estrés de las raíces obliga al arbolado a desprenderse de los frutos e incluso en los casos más graves acaba provocando una asfixia radicular que causa la muerte del naranjo), el pixat (una fisiopatía que deteriora la piel de las clementinas, debido a cambios bruscos de humedad, hasta tal punto que deja inservible la fruta para su comercialización) y el aguado (enfermedad causada por el hongo Phytophthora que pudre la fruta).
Las comarcas de La Ribera, La Safor, La Costera y la Hoya de Buñol son las más afectadas por esta clase de siniestros en la citricultura.
Las pérdidas en el caqui, estima AVA-ASAJA, se situarán entre 5 y 8 M€, la mayor parte de las cuales se concentran en la comarca de La Ribera. Un total de 20.000 a 40.000 t de caquis sufrirán daños irreversibles a causa de la inundación de los campos.
Esta merma se suma al descenso del 35% de la producción valenciana de caqui, que ya habían ocasionado las heladas primaverales y, sobre todo, el pedrisco de julio.
En cuanto a las hortalizas, la incidencia del agua acumulada durante esta última semana supondrá unas pérdidas de 1 a 3 M€, mientras que la producción perjudicada se situará entre 2.000 y 4.000 toneladas. L
Los cultivos que salen peor parados son las cebollas, coles, coliflores y alcachofas en las comarcas de l’Horta y Camp de Túria, tanto por la disminución de cosecha, como por los sobrecostes que han de soportar los agricultores en tratamientos fungicidas contra el ataque de hongos.
La lluvia también ha retrasado la recogida de la chufa y, a su vez, la posterior plantación de otras producciones hortícolas en esos mismos campos.
Finalmente, AVA-ASAJA cifra entre 10 y 15 millones de euros el alcance de los daños en las infraestructuras agrarias, tales como invernaderos, muros, caminos rurales, canalizaciones, etc.
“Llueve sobre mojado –lamenta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– y la situación podría empeorar todavía más si en los próximos días sigue lloviendo o si se producen vientos de poniente que agravarían terriblemente los daños. Estaremos muy atentos a la evolución del clima porque de sus efectos dependerá la rentabilidad de miles de explotaciones”.
El dirigente agrario solicita a las administraciones que tomen buena nota de las graves dificultades que atraviesa la agricultura valenciana y pongan en marcha medidas para aliviar su situación como la reducción de módulos, la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) Rústico, el establecimiento de créditos bonificados y más ayudas para favorecer la contratación del seguro.
Positivas, pero no para todos
En la misma línea, La Unión de Llauradors señaló que “las lluvias de los últimos días son bastante positivas en general para el conjunto de nuestro territorio, pero podrían provocar daños en el campo en mayor o menor medida, dependiendo de la climatología de los próximos días en las zonas donde se han concentrado las precipitaciones (La Safor, Ribera Alta y Ribera Baixa, l’Horta y el norte de la Marina Alta).
Al contrario que AVA.-ASAJA, la Unió considera que una estimación de daños en estos momentos resulta totalmente aventurada e imposible de realizar, porque no hay datos objetivos, ahora sería una mera suposición. Es un auténtico atrevimiento dar cifras con muchos campos todavía inundados y sin poder acceder a los mismos.
Las lluvias en conjunto servirán para ahorrar riegos, recargar los acuíferos, llenar las cabeceras de los ríos, limpiar los árboles para evitar posibles plagas, aumentar el calibre de la fruta y regenerar los pastos.
Sin embargo, la mayor afección se concentra así en las zonas más bajas de aquellos términos municipales donde se acumula más agua en los campos. Las primeras estimaciones de La Unió se concretan en 4.500 hectáreas con agua embalsada (casi 3.000 en la Safor y el resto en Ribera Alta y Baixa y Marina Alta), la mayoría de cítricos y una pequeña proporción de hortalizas, donde si permanece más días podría originar problemas de muerte del arbolado por asfixia radicular.
En algunos campos, sobre todo situados en los marjales de Tavernes y Gandia, se puede dar por pérdida la cosecha de este año.
El cultivo más afectado por extensión y con mayor riesgo es el de los cítricos. Los daños podrían producirse por aparición de hongos -exceso de humedad y aumento de calor- y asfixia radicular (dependerá del clima de los próximos días). La primera parte de la campaña citrícola ya se daba por perdida con independencia de las lluvias, en gran parte por el acuerdo comercial entre la UE y Sudáfrica.
Las mandarinas y naranjas de esta segunda parte de campaña todavía están bastante bien de piel y no van a tener ningún tipo de problema, por ello La Unió considera que estar más de cinco días sin recolectar ha provocado un vaciado de cámaras y, por tanto, en los próximos días se espera que se agilice la recogida y suban los precios ante la mayor demanda. En este sentido, La Unió vigilará para que no se produzcan prácticas abusivas y bajen los precios.
En las hortalizas las zonas más afectadas serían la Ribera Baixa, l’Horta, Camp de Túria y el Baix Maestrat. El principal peligro es la aparición en los próximos días de hongos con el consecuente aumento de los costes.
Las condiciones de los próximos días suelen ser favorables a esta problemática (aumento de calor -poniente- y exceso de humedad). Los principales cultivos serían las hortalizas de invierno, en especial todos los tipos de coles, alcachofa, cebollas, lechugas, acelgas y espinacas.
En cuanto al cultivo de la chufa, el único inconveniente de este episodio de lluvias será el retraso como mínimo de entre 20 y 25 días en la campaña de recolección.
En el caqui hay que señalar que hay mucha fruta recolectada en la Ribera, Vall d’Albaida y la Costera. La cosecha restante ha sido tratada de forma mayoritaria para que aguante en el árbol y no debería tener problemas. Sólo la fruta ecológica podría tener problemas si no se recolecta pronto.
Infraestructuras agrícolas
Para los cultivos de interior las lluvias son muy beneficiosas y compensarán en parte los efectos negativos de la sequía que se arrastra desde hace varias campañas. La viña y el almendro acumulan reservas de agua; también el olivar, aunque las lluvias comportarán un ligero retraso en la campaña de recolección, sobre todo en zonas más tempranas. El único problema puede originarse por el arrastre de aquellas aceitunas que cayeron a tierra la semana pasada y no se han podido recoger.
Para los cereales son también muy bienvenidas estas lluvias y sólo retrasará la siembra que empezaba estos días hasta que la maquinaria pueda entrar a los campos.
Por otra parte, hay que destacar los importantes daños en infraestructuras agrícolas en las zonas con mayores precipitaciones, sobre todo de caminos rurales, que siempre suelen ser los grandes olvidados a la hora de ser arreglados y si se mantienen sin poder ser transitados en las próximas semanas tendrán una influencia muy negativa en la normalización de la recolección.
La Unió solicitará una serie de medidas para las personas afectadas, entre ellas exenciones fiscales y de la Seguridad Social, así como que se financien los tratamientos fungicidas de aquellas parcelas donde haya o pueda haber problemas como consecuencia del aumento de costes o incluso financiar el arranque de árboles en el caso de asfixia radicular. También reclamará el urgente arreglo de caminos.