El Gobierno británico alerta para que tomen medidas las empresas que comercian con la UE
Las empresas del Reino Unido que comercian con la Unión Europea deben prepararse para la posibilidad de que haya un Brexit sin acuerdo, advirtió hoy el secretario financiero del Tesoro británico, Mel Stride. El Gobierno de Theresa May ha dado «prioridad operativa» a los ministerios de cara a una posible retirada brusca de la UE, sin pacto, ante las dificultades del Ejecutivo para que el acuerdo del negociado con Bruselas supere el trámite parlamentario.
«Quienes estén importando o exportando de la UE de los 27, en el caso poco probable de que no haya un acuerdo a finales de marzo, necesitarán tomar ciertos pasos. Necesitan hacerlo ahora», añadió. En concreto, el ministro pidió a estas empresas que consideren el uso de algún software que les permita hacer sus declaraciones de importación y exportación de mercancías y que estén preparadas para pagar derechos aduaneros en caso de que no haya pacto.
El miércoles, las compañías británicas criticaron a los políticos por centrarse en sus discrepancias internas en vez de preparar al país tras el Brexit y advirtieron de que no hay tiempo para prepararse ante una salida de la UE sin acuerdo.
En una nota, las Cámaras Británicas de Comercio, la Confederación de la Industria Británica, la organización industrial EEF, la Federación de Pequeñas Empresas y el Instituto de Directores afirmaron que las compañías «observan con horror a los políticos que están concentrados en disputas partidistas en vez de pasos prácticos que las empresas necesitan para seguir adelante».
La Cámara de los Comunes votará el acuerdo del Brexit consensuado entre el Gobierno de Theresa May y la UE en la semana que empieza el lunes 14 de enero, después de que la votación de ese pacto fuese suspendida inicialmente el pasado día 11 ante la clara oposición de diputados conservadores y de la oposición.
Muchos diputados han mostrado la oposición a la «salvaguarda» que incluye el documento de salida de la Unión, pensada para evitar una frontera física entre las dos Irlandas.
Esa «garantía» prevé que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único hasta que se establezca una nueva relación comercial entre Londres y Bruselas, negociada en el periodo de transición -entre el 29 de marzo de 2019 y finales de 2020-.