La producción y comercialización de semillas es una actividad de gran importancia, básica para poder conseguir productos agrícolas con la calidad y sanidad exigidas en la Unión Europea. Por lo tanto, se encuentra regulada y sujeta a autorización y control administrativo. El sistema de certificación garantiza la calidad de la semilla, en origen, así como su trazabilidad, su homogeneidad, pureza específica y varietal, germinación, sanidad, humedad y ausencia de otras semillas no deseadas en la siembra.
La semilla certificada, clave en la producción agraria
La Ley 30/2006, de 26 de julio, de Semillas y Plantas de Vivero y de Recursos Fitogenéticos es la norma fundamental que se debe que tener en cuenta para la producción y la comercialización de semillas en nuestro país, junto con el Reglamento General Técnico de Control y Certificación de Semillas y Plantas de Vivero y los Reglamentos Específicos de cada especie o grupo de especies. En ellos, se establecen los requisitos para poder multiplicar y comercializar semillas certificadas que darán un alto valor a los agricultores que las utilicen en la siembra de sus cultivos.
Para que una variedad de semilla pueda ser comercializada, ésta deberá estar inscrita en el Registro de Variedades Comerciales o en el Catálogo Común de Variedades de la UE.
Para la comercialización de semillas se establecen diferentes categorías comerciales (prebase, base, certificada, estándar), con requisitos específicos de precintado, envasado y etiquetado. Además, se comercializan en lotes homogéneos, y correctamente identificados por razones de trazabilidad.
Tipos de certificación
El sector está regulado en la Unión Europea mediante Directivas, Decisiones y otras normativas, que reglamentan la gran mayoría de estos materiales de multiplicación, mediante un sistema de certificación (Certificación UE) que exige unos requisitos mínimos que deben de cumplir los diferentes materiales de multiplicación que se producen y comercializan en la UE, incluidas las importaciones, que en este sector suponen un porcentaje importante de las cantidades comercializadas.
Además existe otro sistema internacional de certificación de semillas, la Certificación OCDE, al que España está adscrita y que es utilizado para la exportación de estos materiales a terceros países.
Controles oficiales
La Oficina Española de Variedades Vegetales (OEVV), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y las Comunidades Autónomas interesadas en favorecer el mantenimiento de la calidad de la semilla certificada, llevan a cabo anualmente los correspondientes ensayos de pre y postcontrol nacional, según las especies, de forma que se hace una siembra oficial de la semilla en campos de ensayo para poder conocer el comportamiento de los lotes de semillas en producción así como comprobar la calidad de los lotes comercializados.
Los ensayos de precontrol se realizan en lotes de semillas destinados a nuevas multiplicaciones (prebase, base y R1 para producir R2) y sirven para confirmar la buena conservación de las variedades y la adecuación de la semilla a los requisitos que tendrán las categorías certificadas. Mediante esta labor la OEVV se asegura de que las futuras semillas que se comercializarán cumplen con los requisitos de identidad, pureza y sanidad impuestos en la normativa vigente.
Los ensayos de post-control tienen por objeto comprobar el buen funcionamiento del sistema de certificación por medio de verificaciones de la identidad y de la pureza varietal o pureza específica y se realizan sobre muestras de lotes de semillas puestos en comercio (Certificada, R1 y R2).
El proceso de Certificación UE se lleva a cabo por técnicos de las Comunidades Autónomas quienes realizan las tareas de inspección de campo, expedición de los números de lote y etiquetas y precintado de los envases, entre otras.
Una vez que la semilla ha sido recolectada cada lote tiene que ser muestreado por muestreadores acreditados que enviarán dicha semilla a los laboratorios oficiales para que se someta a un análisis que compruebe las características de la semilla como su capacidad de germinación y la cantidad de materia inerte del lote. Si cumple con los requisitos de la normativa se podrá otorgar la categoría de Certificada al lote, proceder a su precintado oficial y su puesta en el mercado.
En el caso de que la semilla tenga como destino un país extracomunitario (Certificación OCDE) la autoridad designada es el MAPA, que expide el número de lote, las etiquetas y el Certificado OCDE.
Ventajas
La semilla es uno de los pilares de la actividad agraria por su importancia decisiva en la capacidad de producción y la obtención de cosechas de mayor calidad, adaptada a la climatología y al suelo; sin olvidar que se trata de una de las inversiones fundamentales en la producción agraria. De ella depende en gran parte la renta del agricultor. Por ello hay una gran investigación en nuevas variedades lo que implica beneficios para todos, desde el agricultor hasta la sociedad.
Entre las ventajas del uso de semilla certificada destaca que:
- Asegura una correcta trazabilidad porque es el primer eslabón de la cadena alimentaria.
- Cumple con los requisitos establecidos en las legislación tanto española como comunitaria.
- Permite racionalizar el uso de otros medios de producción.
- Se necesita menor dosis de siembra.
- Garantiza la germinación.
- Asegura buena implantación de los cultivos.
- Garantiza calidad y pureza.
- Garantiza la uniformidad del cultivo.
- Asegura mayor rendimiento de la cosecha.
- Asegura una buena rentabilidad de la explotación.
- Se adapta a condiciones ambientales diversas.
- Sólo con semilla certificada es posible crear variedades sostenibles con el medio ambiente.
- Tolera mejor las enfermedades.
- Es necesaria para la mejora de los cultivos, la renovación varietal y la especialización productiva que cada vez demanda más la industria y el consumidor final.