Hemos tenido la oportunidad de analizar una telescópica Faresin 7.35 GLS adquirida recientemente por una ganadería en una zona relevante en producción lechera, la vega palentina del Carrión, concretamente en la localidad de Villarrodrigo de la Vega. La explotación cuenta con más de 400 cabezas de vacuno lechero y con una gran experiencia en el trabajo con estas máquinas, con una previsión de funcionamiento anual próxima a las 1.000 h. Durante la prueba hemos contado con la colaboración de personal de Farming Agrícola, distribuidor de la marca para el mercado nacional.
Faresin 7.35 GLS, optimiza los tiempos de trabajo en la carga y descarga
Pablo Pastrana Santamarta, F. Javier López Diez. Departamento de Ingeniería y Ciencias Agrarias. Universidad de León.
El fabricante italiano de maquinaria agrícola Faresin ofrece en la actualidad una amplia gama de cargadoras telescópicas especialmente diseñadas para la explotación agrícola y ganadera. Este tipo de maquinaria aporta funcionalidades y rendimientos en la manipulación de cargas que un cargador frontal de tractor no puede conseguir. Por sus prestaciones, se ha convertido en una herramienta imprescindible en las explotaciones ganaderas actuales, especialmente en las de producción láctea.
Faresin es una empresa familiar fundada en 1973 por los hermanos Guido y Sante, y especializada en principio en carros mezcladores para alimentación animal. En el año 2000 firmó un acuerdo con la compañía francesa Haulotte para montar cargadoras telescópicas, para posteriormente en 2007 fabricar sus propias líneas de producto orientado al sector agroganadero. A comienzos del mes de marzo hemos podido probar una manipuladora telescópica Faresin 7.35 GLS.
Empezando por el motor, nos encontramos una unidad del Deutz 3,6 litros de cilindrada, con una potencia ISO de 122 CV a 2.300 r/min y con sistema de descontaminación provisto de catalizador de oxidación, pero no de recirculación de gases ni reducción catalítica, ni tampoco de filtrado de partículas, entrando en venta en los límites de la normativa Euro V.
Se trata de un motor Deutz de la serie TCD, muy utilizado en diversa maquinaria móvil que, en este caso, ha sido rebajado en su régimen máximo para aumentar la longevidad y que además está provisto de un sistema de filtrado del aire de admisión mejorado.
El ventilador de refrigeración es de giro reversible y programable para mantener limpio el radiador y rejillas de entrada de aire del capó, y asegurar por tanto la temperatura óptima de funcionamiento. Este sistema, denominado Cleanfix, se acciona durante 10-15 segundos de forma automática cada 30 minutos, siendo posible modificar este programa solo desde el conector de diagnosis. Además, el sistema puede ser activado manualmente por el conductor si lo considera necesario, mediante un interruptor que se encuentra situado en el panel de manos lateral. Un indicador acústico avisa a modo de cuenta atrás de su inicio.
Este sistema de limpieza es común a otros fabricantes, si bien en este caso el efecto de inversión de flujo se consigue por medio del cambio de la inclinación de los álabes del ventilador, en lugar de la inversión del sentido de giro por medio de un accionamiento oleohidráulico.