El Ministerio de Agricultura ha elevado a consulta pública previa, hasta el próximo 7 de junio, el proyecto de orden por la que se extiende el acuerdo de la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español al conjunto del sector y se fija la aportación económica obligatoria durante las campañas 2019/20, 2020/21, 2021/22, 2022/23 y 2023/24.
A consulta pública la extensión de norma de la Interprofesional del Aceite de Oliva hasta 2023/24
Con la nueva normativa, que sustituirá desde el próximo 1 de octubre a la actual Orden AAA/1749/2014, que supondrá una derrama económica para el conjunto del sector durante las próximas cinco campañas, esta OIA pretende abordar la realización de actividades de promoción del aceite de oliva, mejorar la información y conocimiento sobre las producciones y los mercados y realizar programas de investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i) y estudios.
En su justificación se señala que el sector del aceite de oliva en España se encuentra en una «situación de cambio, caracterizado por el aumento de las producciones; la mejora de la calidad media de los aceites; los cambios en el sistema de distribución de alimentos, con la aparición de las marcas de la distribución y la concentración de las empresas distribuidoras, así como «una situación de precios comprimidos en origen y pérdida de valor de toda la cadena, que se viene verificando en las últimas campañas.
A todo esto se unen nuevos retos y exigencias de los consumidores, como la seguridad de los alimentos y el cumplimiento de la normativa medioambiental en todo el proceso productivo, desde el campo hasta la mesa, mayor información sobre los alimentos y su calidad, así como sobre los beneficios para la salud derivados de su consumo.
Para afrontar estos retos de forma corresponsable, todos los representantes de los diferentes intereses del sector (olivareros, almazaras, operadores, refinadores, envasadores y exportadores) se han unido para dar respuesta a las demandas del mercado, tratar de aprovechar las oportunidades y mejorar la posición del aceite de oliva español en el mercado mundial.
El MAPA estima que «la demanda interna y la exportación deben seguir manteniendo una línea ascendente, en consonancia con el crecimiento de la producción, constatado en la última década y que se mantendrá en el futuro, como consecuencia de la intensificación del cultivo y la proliferación de nuevas superficies de olivar a nivel mundial.»
Este departamento añade que «variaciones significativas de la oferta, que no se corresponden con una variación paralela de la demanda, crean situaciones de desequilibrio en el mercado, provocando efectos no deseados en la formación de precios. Esta volatilidad de precios repercute a lo largo de la cadena de comercialización. Ante esta situación, un mejor conocimiento del mercado servirá para minimizar sus efectos.»
El MAPA considera que «la interprofesional y la extensión de norma constituyen los instrumentos adecuados para que el sector trabaje de forma conjunta y coordinada en la solución de sus problemas y en la mejora de la competitividad.»
Por último, desde el MAPA se considera que «no existen alternativas viables para que el sector del aceite de oliva pueda desarrollar por sí mismo las acciones tendentes a alcanzar los objetivos propuestos para solucionar los problemas que presenta.»
Y añade que «el mecanismo de la extensión de normas permitirá que todos los operadores del sector contribuyan económicamente en el desarrollo y ejecución de un conjunto de actuaciones que beneficiarán por igual tanto a los que pertenecen a la interprofesional, como a los no integrados en ella.»
Concluyendo que «el propio sector, mediante la extensión de normas propuesta por la interprofesional, afronta los retos y problemas que le afectan, autofinanciándose, sin requerir recursos económicos públicos que impliquen un aumento del gasto público.»