La secretaria general técnica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Paloma García-Galán, participó hoy en la inauguración de la II jornada sobre la figura de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial de la FAO (SIPAM), donde explicó que esta figura fue creada en 2002 para identificar y salvaguardar regiones con paisajes singulares que combinan la biodiversidad agrícola con los ecosistemas resilientes y un valioso patrimonio cultural.
España, pionera en Europa en el reconocimiento de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial de la FAO
Actualmente existen reconocidos 57 SIPAM en todo el mundo, que reflejan una amplia variedad de tipos de agricultura. García-Galán ha señalado que estos paisajes ponen de manifiesto la sabiduría humana a la hora de superar las dificultades inherentes a sus territorios, además de aportar a la humanidad servicios económicos, sociales, medioambientales y culturales, de una manera sostenible.
España ha sido pionera en la región de Europa al obtener dos reconocimientos como SIPAM en 2017: la producción de Uva Pasa de la Comarca de la Axarquía, en la provincia de Málaga; y el paisaje del Valle Salado de Añana, en Álava. A estos dos reconocimientos se sumó en 2018 el Sistema Agrícola Olivos Milenarios Territorio Senia, ubicado en la confluencia de las comunidades autónomas de Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana.
García-Galán ha reconocido el esfuerzo de las personas que han hecho posible estos reconocimientos, así como el trabajo de las distintas administraciones públicas, asociaciones agrícolas y productores locales. Desde el primer momento, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha apoyado las candidaturas españolas en el proceso de obtención de este reconocimiento internacional.
Actualmente, España cuenta con una cuarta candidatura en proceso de reconocimiento, el Regadío Histórico de la Huerta de Valencia.
Las características propias del procesado de los productos de uva moscatel, en la Axarquía, se han mantenido durante generaciones de agricultores, con técnicas tradicionales en el cultivo, la recolección, la pasificación y el picado-desgranado.
El Valle Salado de Añana constituye un entorno de gran valor histórico, cultural y paisajístico, con una forma de producción de sal única en el mundo, totalmente vinculada a la población local. Posee manantiales de agua salada que forman el río Muera, cuya explotación está documentada desde el año 822.
Por su parte, el territorio Senia tiene la mayor concentración de olivos milenarios del mundo, con aproximadamente 5.000 ejemplares, lo que hace de esta comarca un lugar único, lo que ofrece a las comunidades locales numerosas oportunidades para el desarrollo rural.
La secretaria general técnica ha mencionado que estos reconocimientos se pueden enmarcar en el contexto más amplio de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que plantea un cambio de paradigma en la manera de pensar y actuar para el desarrollo sostenible.