Los datos oficiales de la Comisión Europea, recogidos en la publicación Europhyt, reafirman, un verano más, el elevado grado de contaminación de plagas y enfermedades que registran las importaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica con destino a Europa, según destaca la organización agraria AVA-Asaja.
AVA-Asaja denuncia que aumentan las interceptaciones de cargamentos de cítricos contaminados
Solo durante el mes de julio y cuando la campaña citrícola de este país africano aún no ha llegado a su ecuador, el número de cargamentos citrícolas interceptados en los puertos europeos asciende a cinco, tres de ellos debido a la presencia de Thaumatotibia leucotreta o ‘falsa polilla’ y los otros dos a causa de CBS o mancha negra de los cítricos.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) alerta de la gravísima amenaza que suponen ambas plagas foráneas para la citricultura comunitaria, puesto que su introducción provocaría devastadoras pérdidas de cosechas, sobre todo ante la incapacidad de los agricultores de combatirlas en el campo tras la drástica y continuada reducción de materias activas fitosanitarias que contempla la legislación europea.
En el caso de la mancha negra, AVA-Asaja subraya que el riesgo de entrada a Europa resulta especialmente preocupante al detectarse en mayo dicho patógeno en cítricos de Túnez, lo cual indica que se trata de una plaga que puede adaptarse perfectamente al clima mediterráneo.
El presidente de la organización, Cristóbal Aguado, contesta a los portavoces habituales de los exportadores sudafricanos que “sus intentos por tranquilizar a nuestras administraciones y por asegurar la plena seguridad sanitaria de sus cítricos vuelven a ser en vano. Su poca credibilidad acaba cuando constatas las cifras oficiales. En lugar de asumir la realidad, acusan al sector citrícola europeo de alarmismo y echan balones fuera culpando a otros países terceros que, según las mismas fuentes de Europhyt, no tienen ninguna detección de plagas en los últimos meses. No dijeron la verdad tampoco cuando todos estos años trataban de convencer a las autoridades comunitarias de que la mancha negra no constituye un peligro para la citricultura europea porque, según ellos, no puede adaptarse al clima mediterráneo, pero lo cierto es que en mayo fue detectada esta plaga en cítricos de Túnez. ¿Qué más pruebas necesita Bruselas para desenmascarar a Sudáfrica?”.
Pues a pesar de todo ello, el dirigente agrario lamenta que “mientras Sudáfrica incumple sistemáticamente sus obligaciones fitosanitarias y presume de lo contrario, la propia Comisión Europea no únicamente no suspende sus envíos como propone el sector citrícola sino que, para más inri, la premia otorgando más concesiones a través de nuevos acuerdos comerciales”.
Ante estas últimas interceptaciones, la organización agraria reclama tanto al Gobierno español como a la Comisión Europea la máxima rigurosidad en los controles llevados a cabo en los puertos de entrada, especialmente en el de Rotterdam donde los gobiernos parecen desentenderse y los controles dependen en mayor medida de las empresas importadoras con intereses privados.
También, el presidente del sector de frutas y hortalizas de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Cirilo Arnandis, recordó a mediados de agosto la amenaza de “mancha negra” procedente de Sudáfrica para los cítricos españoles. Arnandis ha señalado que en la campaña pasada se incrementaron las interceptaciones de cítricos con mancha negra procedentes del país africano, por lo que es necesario reforzar los mecanismos de control en frontera para evitar la entrada de organismos nocivos en la UE por la vía de las importaciones de frutas y hortalizas desde países terceros contaminados.
El representante de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Cirilo Arnandis, ha señalado que en contraposición a la situación de “puertas abiertas” a productos de terceros países amparados por los acuerdo comerciales, existe una debilidad en la posición ofensiva de la política comercial de la UE. El presidente del sector hortofrutícola ha lamentado que la Comisión no tenga un papel preponderante en la apertura de mercados de países terceros y sea cada Estado miembro, quien se enfrenta en solitario a la negociación de “protocolos de exportación”, producto a producto, país a país.
Arnandis ha recordado una vez más que los acuerdos comerciales utilizan a las frutas y hortalizas como moneda de cambio y permiten la entrada de producto muy competitivo gracias a que en origen no está sometidos a las condiciones (laborales, medioambientales) que sí aplican en la UE.