En la reunión, la Comunidad de Madrid ha expuesto un informe sobre los ataques del lobo al ganado de la región que muestra que es un problema que persiste y crece, según las organizaciones de ganaderos madrileñas.
La Comunidad de Madrid convoca por primera vez la Mesa del Lobo
En el informe que ha presentado la Consejería sobre los ataques del lobo al ganado de la región, según UPA Madrid, se puede extraer que estos ataques siguen siendo el principal problema de la ganadería madrileña (es el primer o segundo problema para el 63,1% de los ganaderos de vacuno y el primer problema del 71’4% de los ganaderos de ovino y caprino). Además los datos del documento indican que los ataques se han incrementado en un 2.060% en cinco años, pasando de quince durante 2013 a 324 en el año 2018 (cantidad que no recogen las pérdidas de los ataques de lobo por el lucro cesante).
En este sentido, fuentes de UPA Madrid han afirmado que la Comunidad sigue sin hablar de controlar la población de lobo a pesar de que los datos demuestran que los ejemplares se están multiplicando precipitadamente. La organización también ha criticado que el informe da a entender que los ganaderos son los responsables de los ataques del lobo. “Nos proponen pastorear los rebaños 24/7, como si los ganaderos obtuviésemos una rentabilidad para contratar más ayuda o no tuviésemos derecho a la conciliación familiar”, han denunciado los ganaderos.
Otra medida planteada por la Administración autonómica en el documento es que todos los ganaderos de la Comunidad planifiquen los partos del ganado para que sucedan en otoño e invierno. Ante esto, UPA Madrid ha explicado la imposibilidad que supone esta medida ya que habría que modificar y ampliar las infraestructuras y, además, no se podría consumir carne de proximidad durante el resto del año. A pesar de las críticas, UPA Madrid, según ha subrayado, quiere centrarse en lo positivo y aprovechar esta primera reunión con el objetivo de seguir avanzando en solucionar la situación de los ganaderos de la Sierra Norte.
Por su parte, Asaja Madrid apuesta por medidas preventivas para reducir los ataques de lobo, pero reclama líneas de ayudas que las haga factibles para los ganaderos, dada la necesidad de normativas en aras de una mayor fluidez en los trámites administrativos o el régimen de protección.
Según la agrupación madrileña es necesario un cambio de mentalidad. «Partiendo de la premisa de que a un ganadero le cuesta más criar dentro de una zona lobera, se apuesta porque sean las cabezas vivas las que reciban la ayuda. En definitiva, apostamos por una ayuda directa sobre los animales que superan indemnes el proceso de crianza», han destacado representantes de Asaja Madrid en la reunión. Francisco José García, presidente de Asaja Madrid, ha afirmado que la consideración de zona lobera sería el requisito geográfico diferencial y suficiente para velar por la correcta aplicación de esta reforma que se demanda. Un área fácil de acotar, por otra parte.
Desde Asaja Madrid también han solicitado unas partidas que permitan una renovación de vallados o la instalación de pastores eléctricos. A esta ayuda, tanto para ganado ovino como bovino, podrían tener acceso todos los ganaderos ya sea ésta su actividad principal o se trate de una segunda actividad.
Actualmente, según datos de 2019, existen cinco manadas reproductoras habitando en territorio madrileño. Asentadas en la Sierra del Rincón, entre Somosierra y los Montes Carpetanos, en el valle del Lozoya, en la cara sur de Cuerda Larga y en el enclave de La Cepeda, la población de lobo ha ido creciendo progresivamente desde que esta especie comenzó a ser detectada criando en Madrid en el año 2011.
Foto: Joaquín Terán. Explotación de vacas en extensivo en Garganta de los Montes (Comunidad de Madrid)