La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) informó de la evolución del mercado de aceite de oliva hasta finales de febrero, en el que se destaca un descenso de la demanda de consumo interior aparente de aceite de oliva del 3,8% en los primeros meses de campaña 2019/20, a pesar de los bajos precios de salida origen.
Los bajos precios de origen no logran revitalizar la demanda interior de aceite de oliva
En cifras, de octubre a febrero al mercado interior aparente fueron un total de 218.600 t de aceite de oliva, un 3,8% y 8.700 t menos que en el mismo periodo de la campaña anterior 2018/19. Aunque con uno o dos días menos en el calendario (29 días) en febrero la demanda interna fue de 38.500 t, apenas 300 t menos que un mes antes, pero lejos de las cifras del primer trimestre de campaña (octubre, 50.000 t; noviembre, 44.000 t, y diciembre, 47.300 t).
En cuanto a la exportación, en estos cinco primeros meses, con datos aún provisionales, habrían salido al exterior un total de 424.700 t, casi un 8% y 31.300 t más que en la campaña anterior. Aún así las represalias arancelarias de la Administración Trump están haciendo mucho daño a la exportación española de aceite de oliva. En febrero, por ejemplo, podrían haberse comercializado un total de 75.000 t, una cifra similar al volumen bajo de diciembre de 2019 (73.100 t), pero inferior a octubre (106.100 t), noviembre (88.900 t) y enero (81.600 t).
AICA prevé que las importaciones de aceite de oliva hayan sumado en estos primeros cinco meses de campaña un total de 84.000 t, lo que supone un 19,1% y 13.500 t más que en el mismo periodo de 2018/19, tras añadir previsiblemente unas 16.000 t más en febrero. Aquí, por supuesto, cuentan las compras en granel realizadas a países como Portugal, Túnez, Argentina o Marruecos para su envasado en nuestro país y exportación, con el fin de evitar el alza del 25% de los aranceles norteamericanos. Eso, al menos, en teoría.
Por lo demás, febrero habría aportado unas 100.400 t a la producción de aceite de oliva, que alcanzaría ya en la campaña 2019/20 un total de 1.103.700 t, con un claro descenso del 35,3% y de 601.300 t en relación a la campaña anterior (1,7 Mt), con lo que podría haber cerrado ya con entre 1,1 y 1,15 Mt, por debajo de los 1,23 millones que aún contabiliza Bruselas.
Las salidas acumuladas al mercado (demanda interna y exportación) suman 643.300 t, tras apuntar otras 113.500 t en este mes de febrero, lo que supone un 3,6% más que en el periodo octubre-febrero de la campaña anterior (620.700 t), gracias a las ventas en el exterior, con una media mensual de salida de 128.700 toneladas, un 3,7% más elevada.
A 29 de febrero pasado, las existencias acumuladas eran aún de 1,3 Mt, pese a lo cual caían ya, cuando todavía quedaba más de media campaña por contabilizar, un 15% y en 230.000 t sobre las que había en esa misma fecha de 2018/19. Aún así, continúan siendo existencias bastante elevadas que, sin duda, repercuten en el estancamiento actual de los precios salida en origen del aceite de oliva, teniendo en cuenta la apatía de la demanda interior y las trabas comerciales de Estados Unidos (primer comprador de un país tercero) a la importación.
De ese volumen, las almazaras guardaban a finales de febrero 926.000 t, un 26,3% menos que a finales de febrero de 2019 (1,26 Mt); en los depósitos de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO) había ya 70.500 t, con una tendencia al alza, mientras que en poder de envasadoras y otros operadores la cifra ascendía a 303.600 t, un 10,6% que un año antes (274.600 t) y una cifra elevada para lo que acostumbra a tener estas industrias y comercializadoras, que incide también en la evolución de los precios en origen.
Según el sistema Poolred, de la Fundación del Olivar, en la semana del 20 al 26 de marzo, el precio medio del aceite de oliva origen salida almazara era de 1.965,20 €/tonelada. El virgen extra (AOVE) cotizaba a medias de 2.123,64 €/t ; el virgen, a 1.903,50 €/t, y el oliva lampante B.1º, a 1.748,55 €/tonelada, muy por debajo de los costes medios de producción de muchas zonas productoras y del umbral de rentabilidad
Impacto positivo
Las últimas estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de España prevén una reducción en la producción de aceite de oliva con respecto a las últimas cifras oficiales de en torno a 100.000 toneladas, lo que situaría la producción finalmente en valores inferiores a 1,15 Mt, la cifra más baja de las últimas 5 campañas.
Este hecho, unido a la retirada del mercado durante los meses precedentes de en torno a 200.000 t por parte de las cooperativas, tras la activación del mecanismo de almacenamiento privado, previsiblemente impactará de forma positiva en las cotizaciones en origen, que arrastran ya muchos meses consecutivos niveles por debajo del umbral de rentabilidad.
El mercado, además, según Cooperativas, viene funcionando a muy buen ritmo durante esta primera mitad de campaña. De hecho, se están registrando las mejores cifras de ventas de los últimos años, con valores mensuales de alrededor de 130.000 t, destinándose más del 65% de éstas a cubrir la demanda de los mercados internacionales, imprescindible en momentos como el actual.
Por otro lado, el sector muestra su preocupación por la escasez de precipitaciones durante los últimos meses, que está afectando no solo a España, sino de forma aún más crítica, tal y como refleja el “Joint Research Center” de la Comisión Europea en su último informe meteorológico, a países de la cuenca mediterránea como Italia, Grecia, Túnez y Marruecos, que, de seguir así, sufrirán importantes mermas en sus próximas producciones.
Las cooperativas quieren no obstante trasladar una vez más un mensaje de tranquilidad a la sociedad, y reiterar que redoblan día a día sus esfuerzos para poner en el mercado uno de los productos básicos de nuestra dieta.