Según el último informe de la Comisión Europea, España, primer país productor y exportador del mundo de aceite de oliva, contaba el mes de mayo pasado con los precios medios en origen más bajos para el aceite virgen extra (AOVE) de los principales mercados comunitarios.
España tiene los precios medios en origen del AOVE más bajos de los principales productores de la UE
Así, según el “dashboard”, en mayo, la media fue de 205,9 €/100 kg de AOVE, con un descenso del 2% respecto al mes anterior y del 12% en relación a mayo de 2019, mientras que en Italia la media era de 345,8 €/100 kg, tras subir un 2% en mayo, aunque con un fuerte descenso del 33% respecto a ese mes de 2019, debido a que en la campaña pasada batió el récord de menor producción oleícola de su historia, con apenas 174.000 toneladas. En Grecia, el precio medio del AOVE en mayo fue de 217 €/100 kg, un 3% más que en abril, aunque también un 20% inferior al de ese mes del año anterior.
En aceite de oliva virgen (AOV), el precio medio de origen en España fue en mayo de 175 €/100 kg, un 4% menos que un mes antes y un 15% por debajo del de ese mes de 2019, mientras que en Italia la cotización media, según Bruselas, fue de 191,5 €/100 kg (+2% y -45%, respectivamente) y en Grecia, de 140,8 €/100 kg (+4% y -44%, respectivamente).
Como es habitual, solo en aceite de oliva lampante > 2º para refinado España contó con los precios medios en origen más altos que en los principales países productores. En mayo, marcaron 164,10 €/100 kg, un 5% inferiores a abril y un 14% por debajo de mayo del pasado año; en Italia, de 150,8 €/100 kg (-2% y -6%, respectivamente) y 118 €/100 kg (-1% y -37%, respectivamente).
Últimas previsiones
Según los últimos datos de la CE, la producción mundial de aceite de oliva en la actual campaña 2019/20 se estima en 3,05 Mt, un 5,25% y 129.000 t menos que en la campaña anterior, de los cuales 1.917.000 t (casi un 63% del total) se han producido en la Unión Europea, un 15,3% y 347.000 t menos, y 1.133.000 t (algo más del 37% restante) en países terceros, por el contrario, con un aumento del 18,6% y de 178.000 t en relación con la campaña anterior.
De la producción total de la UE, unos 1,12 Mt corresponden a España (58,4% del total y un 37% menos que en 2018/19); otras 364.000 t (19% del total y +109,2%) a Italia; otras 275.000 t (14,3% y +49%) a Grecia; unas 141.000 t (7,4% y +40%) a Portugal, y las 17.000 t restantes a otros países (Croacia, Francia, Eslovenia, Chipre, Malta…).
De la producción total en países terceros, unas 300.000 t corresponden a Túnez (+114%); otras 225.000 t a Turquía (+16%); 145.000 t a Marruecos (-28%); 120.000 t a Siria (+20%) y las otras 343.000 t (+7%) al resto de países terceros (Argentina, Chile, Palestina, Estados Unidos…).
Consumo y stock
La CE estima un stock de aceite de oliva en la Unión Europea al final de la campaña 2019/20 (30 de septiembre de 2020) de 661.000 toneladas, un 15,6% y 122.000 t inferior al de esa misma fecha de la campaña anterior, por debajo de las campañas 2010/11 (688.000 t) y 2011/2012 (894.000 t), aunque por encima de las restantes, con la excepción de la pasada.
En relación al consumo, la CE prevé que supere los 3 Mt en la actual campaña a nivel mundial, alcanzando (3.034.000 t), repartidos a partes casi iguales entre la UE (1.519.000 t, un 5,33% más que la anterior) y terceros países (1.516.000 t, un 6,6% más), lo que de confirmarse supondría la cifra más alta desde la campaña 2014/15.
En el plano comunitario, Bruselas prevé por ahora unas exportaciones de aceite de oliva a terceros países de 660.000 t, un 6,9% y 49.000 t menos que en 2018/19 (709.000 t), debido a la mejora de la producción extra-comunitaria y a las trabas arancelarias para exportar al mercado de Estados Unidos, que es en todo caso el primer destino fuera de la UE para este producto.
Las importaciones de aceite de oliva de países terceros al mercado UE se calculan en 140.000 t, con un descenso del 18,1% y de 31.000 t en relación a la campaña pasada, una cifra provisional baja, pero que también tiene correlación con la mejora de la producción oleícola en países como Italia, Grecia y Portugal, y a pesar de que España ha tenido que elevar sus compras para intentar no perder del todo el mercado de Estados Unidos.