John Deere Ibérica ha mantenido una reunión con la prensa especializada de España y Portugal esta semana para compartir de primera mano las distintas estrategias de apoyo al sector agrícola y ganadero que se han puesto en marcha en la compañía desde que comenzó la crisis del Covid. Así mismo, su director general, Enrique Guillén aportaba algunos datos de las perspectivas en el futuro cercano del mercado de la maquinaria agrícola.
Tecnología y digitalización, las herramientas de John Deere ante la crisis del Covid-19
Alfonso Lorenzi, responsable de Marketing de John Deere Ibérica, recalcó la importancia del sector agrícola y ganadero en esta crisis, el cual ha puesto en valor más que nunca la importancia de su labor. También recordaba Lorenzi “veníamos de una FIMA muy intensa a la que siguieron las manifestaciones a lo largo de toda España por los bajos precios que percibían los agricultores por las ventas de sus productos, y de un día para otro dejaron todo de lado para centrarse en abastecer a la población confinada de alimentos. Una vez más el sector primario ha vuelto a demostrar lo fundamental que es, así que solo hay palabras de agradecimiento para todos los agricultores y ganaderos”.
Durante la rueda de prensa Lorenzi también quiso agradecer el trabajo realizado por Ansemat, y en concreto de Ignacio Ruiz, en un momento en el que todo era incertidumbre, consiguiendo realizar una magnífica labor de coordinación con el Ministerio para un correcto funcionamiento de los concesionarios.
Enrique Guillén comenzó su intervención recordando cómo el día 9 de marzo, la Comunidad de Madrid decidió suspender la actividad de los colegios, “en ese momento se activaron los protocolos de contingencia y de continuidad de negocio, que nos permitieron actuar rápidamente. El día 10 de marzo ya decidimos activar el teletrabajo. Al ser una multinacional teníamos la experiencia de lo ocurrido primero en China y más tarde en Italia. Eso nos permitió días antes de que se declarara el estado de alarma en España poner en práctica nuestros protocolos, hacer simulaciones y habilitar portátiles para aquellos empleados que no tenían. Con un nivel de eficiencia máximo, teniendo en cuenta la situación vivida”.
«Además –añadía– lo primero para esta empresa ha sido la salud y la protección de los empleados. Una vez implantamos todas las medidas de seguridad, pusimos a nuestro equipo a trabajar para las concesiones. El modelo de negocio de John Deere siempre ha sido cuidar al cliente a través de las concesiones. Nuestro equipo comercial y la financiera han trabajado más que nunca con el objetivo de que la red se sienta apoyada por la marca. Las fábricas apenas han parado, una semana como mucho y en el caso de Getafe solo un día. Los almacenes de repuestos tampoco y el sistema de análisis de riesgos para la concesión de créditos está automatizado, de forma que no ha habido ningún impedimento para que los clientes obtuvieran financiación para la adquisición de equipos”.
La importancia de una red profesional de concesionarios queda patente ahora más que nunca. Guillén advierte que sus concesiones son, en muchos casos, las empresas más ponentes de su zona. Esto se ha conseguido gracias a la concentración de la red de concesionarios, que los han convertido en empresas de más de 100 empleados, perfectamente preparadas para afrontar crisis como la que hemos vivido.
También cuentan con el apoyo financiero, y es que tener un banco propio que solo trabaja para ellos y entiende las necesidades del agricultor es una gran ventaja. John Deere Financial ha sabido adaptarse al cambio, entender que había que modificar el calendario de pago de algunos clientes y que no podía dejar de lado a otros que por el contrario necesitaban realizar inversiones para seguir adelante.
Por supuesto no han faltado acciones solidarias, como donaciones a la Cruz Roja, sus impresoras 3D han estado puestas al servicio público para la fabricación de máscaras faciales, los concesionarios han prestado sus tractores y pulverizadores a los pueblos para desinfestar las calles, etc.
Con respecto a los resultados del segundo trimestre, aunque ya han sido publicados, recordar que entre los meses de febrero y abril de 2020 Deere & Company ha registrado un beneficio neto de 593 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior la compañía alcanzó los 1.012 millones de euros. En el análisis del primer semestre del año financiero de la compañía (noviembre-abril), el beneficio neto también cayó, pasando de los 1.457 millones de euros del año anterior a los 1.054 millones de euros de este año. «La prioridad principal de John Deere para hacer frente a la crisis del Covid-19 ha sido salvaguardar la salud y el bienestar de los empleados y, al mismo tiempo, cumplir con nuestra obligación como empresa esencial que sirve a clientes de todo el mundo», declaraba hace unos días John C. May, presidente y director ejecutivo.
También recordar que en la pasada rueda de prensa de John Deere celebrada en enero de estes año, la multinacional declaraba dejar de ser “una empresa de hierro” para pasar a ser una empresa tecnológica. Y es que hace más de 25 años ya tenía su división propia de Agricultura de Precisión, que después ha ido creciendo en agricultura 4.0., y esta transformación digital los ha cogido con el camino recorrido ante la crisis de Covid-19 permitiendo que estas herramientas digitales hayan sido una realidad presente y no futura.
Mario de Miguel, director de la fábrica de John Deere en Getafe
La fábrica de Getafe es un centro de excelencia tecnológico en el que se dispone de un grupo de ingeniería muy importante para el diseño de los productos que fabrica la compañía. También tiene un centro de homologación para la validación de nuevos productos antes de ir al campo. Su labor está 100% dedicada a la exportación, enviando productos a más de 20 fábricas en todo el mundo. Actualmente cuenta con 1.000 empleados cuya seguridad está por encima de todo para la compañía.
Mario de Miguel cuenta cómo en dos días las operaciones se transformaron al nuevo protocolo. “Ahora los empleados se sienten mucho más seguros yendo a trabajar que yendo al supermercado. Somos muy estrictos y hemos conseguido mantener todo el proceso intacto. En estos momentos se trabaja con absoluta normalidad pero durante algún tiempo se han restringido algunas tareas. Nos ha tocado ser pioneros en Europa porque aunque la crisis sanitaria empezó en Italia la fábrica se encontraba en una zona alejada del foco, así que nos ha tocado liderar todo el proceso. La gestión de proveedores ha sido esencial por parte de nuestro equipo de compras. También hemos tenido que continuar con el diseño del paquete de transmisiones y de cajas de cambio de la nueva cosechadora X9. Han sido semanas muy duras para el personal que lo ha dado todo para sacar adelante el trabajo”, comenta De Miguel.
José Carlos Herráez, gerente de servicio y formación
Para José Carlos Herráez, el departamento de postventa es clave para la compañía. Cuentan con la herramienta Connected Support que ofrece la conectividad de las máquinas automotrices, la cual permite enviar y recibir datos de todo lo referente al funcionamiento del equipo, y las herramientas de conexión a la pantalla mediante un software desde el concesionario para realizar una diagnosis o mejorar el funcionamiento del equipo en remoto.
La conectividad asegura el rendimiento y tiempo de trabajo útil de las máquinas. En España y Portugal hay 4.000 máquinas conectadas entre tractores, cosechadoras, picadoras y otras autopropulsadas, cifra que se eleva hasta 40.000 máquinas en toda Europa. Se han realizado 25.000 diagnósticos en remoto y 2.000 conexiones a pantalla sin necesidad de ir al vehículo en el campo. Además se han registrado 774 Expert Alerts (avisos que se han enviado a la red de concesionarios para alertar de que un vehículo concreto puede tener un problema en las próximas horas). Estos datos demuestran el valor de una gran red de concesionarios que ha sabido estar a la altura. “Nunca estuve preocupado, sabía que nuestra red estaba preparadada para afrontar la crisis y dar soporte a los agricultures” concluye Herráez.
Javier Moreno-Cid, gerente de Agritrasa Autoagrícola
Agritrasa Autoagrícola es un concesionario que tiene siete centros entre Castilla-La Mancha y Andalucía y cuenta con 110 empleados. Su gerente, Javier Moreno-Cid, declara haber sentido un gran desconcierto en un inicio pero gracias a los comunicados constantes de la compañía rápido se clarificó que sus centros podían seguir dando servicio a los clientes.
“No paramos ni un solo día. Lo primero era cuidar la salud física y emocional de nuestros empleados. Sin el apoyo de la central no podríamos haberlo conseguido. John Deere ha mantenido todos los centros abiertos y el abastecimiento continuo, con lo que se ha trabajado con toda la normalidad posible dentro de las circustancias. Estamos muy orgullosos de ser parte de John Deere porque ha demostrado saber estar a la altura hasta en los momentos más difíciles”, subraya Moreno-Cid.
Ernesto Flaquer, responsable de John Deere Financial
Como responsable de John Deere Bank en España, Ernesto Flaquer, explicó que en estos momentos, la financiera se encuentra volcada para intentar paliar en la medida de los posible los efectos que la crisis del Covid-19 está teniendo entre sus clientes, trabajando desde casa desde mediados de marzo y adaptando toda la intendencia para que las operaciones siguiesen de forma normal, como por ejemplo, la entrega de los tractores que habían llegado pero cuyas operaciones no estaban finalizadas.
Del eslogan de la campaña «Es tiempo de ayudar», Flaquer aclara: “En John Deere Financial entendemos esta campaña como un homenaje a todos los agricultores y ganaderos, y para los que siguen mirando hacia adelante y para continuar necesitan realizar una inversión, se nos ocurrió darles tiempo, de forma que pueden adquirir una máquina John Deere pagando la primera cuota en enero de 2022”.
Perspectiva a largo plazo
La rueda de prensa finalizó con unas reflexiones de Enrique Guillén, para quien tras el impacto de la pandemia, habrá un antes de un después, a todos los niveles, pero también opina que todas las crisis representan además oportunidades. “Queremos ser líderes y con la máxima humildad creemos que la crisis nos puede enseñar a ser mejores. Nos estamos retando en ese aprendizaje para que llegue el día en el que podamos decir que el después es mejor que el antes. Muchas cosas se pueden hacer de forma más eficiente, la adaptación al cambio es fundamental, y no es el más fuerte el que se come al débil, sino que el más rápido se come al más lento. La clave es la digitalización, la transformación digital de las empresas es fundamental, a todos los niveles, también en nuestros concesionarios que ponen en valor las herramientas digitales para dar un servicio a los clientes”
Desde John Deere ven el futuro con optimismo: el año agrícola es bueno por las elevadas precipitaciones registradas en primavera y aunque se detectó una bajada en el mercado de maquinaria durante los peores meses de la pandemia, las cifras de mayo ya lo sitúan a niveles preCovid. “Es un optimismo responsable, evidentemente estamos en el mundo y sabemos lo que ha pasado, pero somos una marca líder que ha sido capaz de dar un servicio al agricultor sin precedentes. Hemos conseguido nuestra misión: ayudar y servir al cliente. Aprenderemos de esta crisis, nos hará mejores personas y mejores profesionales, en un sector al que nos sentimos orgullosos de pertenecer”, concluye Guillén.