El ministro de Agricultura, Luis Planas, aseguró el jueves 15 en Valencia que la futura Política Agraria Común (PAC), en su recta final, tendrá también “acento mediterráneo”, en referencia a que la futura ayuda básica a la renta para la sostenibilidad, que así se denominará en su amplio término, podrá ser percibida además por los agricultores de los diferentes sectores de frutas y hortalizas, incluida la patata, e igualmente por los viticultores que se quedaron al margen en la reforma de la PAC de 2013.
La ayuda básica a la renta de la próxima PAC se aplicará a todas las frutas y hortalizas, patata y a todo el viñedo
Según el Ministerio de Agricultura, en la actual PAC reformada del periodo 2013-2020 quedaron parcialmente excluidos de los pagos directos por superficie, desvinculados o desacoplados de la actividad agraria, determinados sectores productivos para los cuales ya no existen razones objetivas que permitan mantener esa exclusión, de forma que todos los sectores deben tener acceso a esta nueva ayuda básica.
Todos, todos no, puesto que en las ganaderías intensivas integradas de porcino, aves, conejo, más rentables por lo general que el resto de orientaciones productivas sin necesidad de este tipo de ayudas compensatorias, ni el MAPA, ni las CC.AA. se plantean que entrena formar parte del nuevo esquema de apoyo de la próxima PAC.
Planas viajó a Valencia para dejar el titular de la “buena nueva” de que la futura PAC se “mediterraneizará”, con la entrada de algunos sectores productivos excluidos de estas ayudas (algo que beneficiaría también a Andalucía), pero hay que recordar que tanto gran parte de las frutas y hortalizas (no la patata), a través de los programas operativos de las Organizaciones de Productores (OPFH), como la parte del viñedo excluida de los derechos históricos de pago (alrededor de un 20-25% del total en CC.AA. como Galicia, Navarra, País Vasco y La Rioja, principalmente), a través del programa nacional de apoyo, se han venido beneficiando de fondos comunitarios a distintas medidas de gestión y regulación del mercado, de promoción, de mejora y modernización que, no obstante, también les ha exigido por su parte y parcialmente tener que aportar inversión privada.
Queda la duda si los sectores agrícolas, hasta ahora excluidos de los pagos directos, se beneficiarán de esta ayuda básica a la renta desde el primer momento en que entre en vigor la nueva PAC (es decir, como se prevé, en 2023) o si tendrán que esperar a beneficiarse a que culmine el proceso de convergencia interna de las ayudas, previsto en principio para 2025, que es cuando se prevé que los derechos históricos e individuales se supriman y se pase a un sistema de pago por superficie, que conlleva menos complejidad burocrática y reduce la especulación y que, según el MAPA, facilitaría la movilidad de la tierra, beneficiando al colectivo más joven, que sigue teniendo problemas de acceso a la misma.
Convergencia gradual
El Ministerio de Agricultura, no obstante, tiene claro que mientras siga el proceso gradual de convergencia interna de las ayudas, iniciado ya en 2015 en el marco de la actual PAC, la ayuda básica continuará apoyándose en el sistema de derechos individuales, como hasta ahora
El objetivo final de este proceso es que el importe por hectárea de la ayuda básica a la renta, a percibir por un agricultor o un ganadero, ubicado en la región de importe más alto, no sea más de 5-7 veces superior al que se recibe de importe más bajo en esa región. El MAPA recuerda que, actualmente, el importe más alto supera hasta 23 veces al más bajo, lo que es una diferencia brutal para beneficiarios que pueden estar cultivando lo mismo o estar desarrollando una misma actividad ganadera dentro una misma o cercana región agronómica.
Planas destacó en Valencia la posibilidad de que el sector hortofrutícola pase a encuadrarse en las ayudas directas del primer pilar de la próxima PAC 2021-2027, lo que, a su juicio, representa un paso adelante muy significativo para la producción mediterránea y entronca con la realidad de la Comunidad Valenciana y la estructura de sus explotaciones.
El ministro de Agricultura añadió que “otro elemento que reforzará ese carácter mediterráneo de la nueva PAC es el hecho de que, en los nuevos reglamentos, los programas operativos para frutas y hortalizas no tendrán techo presupuestario previo.
También recalcó que la próxima PAC, “ofrecerá flexibilidad para diseñar, en colaboración con las CC.AA. y el sector productor, las medidas –intervenciones- que den respuesta a las necesidades diversas de los distintos ámbitos productivos, y que se identificaron en el estudio previo a la redacción del Plan Estratégico (PEPAC) nacional, que contendrá las líneas del modelo de aplicación de la PAC en España.
Planas aseguró que las decisiones políticas se adoptarán de manera coordinada y participativa con los Gobiernos autonómicos, puesto que el Ministerio es consciente de las peculiaridades y de las características de cada territorio. Por ejemplo, en el caso de la Comunidad Valenciana, puso de relieve la importancia de la agricultura a tiempo parcial, para la cual se prevé un régimen de pequeños agricultores más sencillo, pero más efectivo.