La industria europea del biodiésel puede colapsar frente a las importaciones desleales de China. Por European Biodiesel Board (EBB)
Como pionera en ambiciones climáticas, la Unión Europea ha creado un entorno regulatorio y un mercado para los biocombustibles. Lo logró con éxito, ya que la UE fue el primer mercado para el uso de biodiésel a nivel mundial.
Consejo Europeo del Biodiésel (European Biodiesel Board (EBB)
En conjunto, los Estados miembros de la UE son también el mayor bloque productor de biocombustibles del mundo. Los objetivos “Fit for 55” (conjunto de propuestas diseñadas para revisar y actualizar la legislación de la Unión Europea (UE) y establecer nuevas iniciativas con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % para el año 2030. Incluye reformas al sistema de comercio de derechos de emisión de la UE, el fondo social para el clima, el mecanismo de ajuste en frontera de carbono y otras políticas) no harán más que aumentar la demanda de biodiésel sostenible (FAME, HVO y combustible de aviación) en todos los sectores del transporte (carretera, marítimo y aviación).
El nivel de sostenibilidad que esperan los productores y consumidores de la UE aumenta de manera constante y los biocombustibles lideran la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el transporte.
Pero es posible que eso no se cumpla. Si la situación actual persiste, la UE perderá esta industria. Si bien China tiene compromisos reducidos en materia de cambio climático y no tiene objetivos obligatorios confiables sobre biocombustibles a nivel nacional, quiere ser una fuente importante de energías renovables en el transporte.
Mediante instrucciones oficiales y un fuerte apoyo por parte del Gobierno chino, la industria del biodiésel del gigante asiático se ha desarrollado en los últimos años para apuntar casi exclusivamente al mercado de la Unión Europea.
Los números hablan por sí mismos. Desde 2020, las importaciones de biodiésel (FAME, HVO, HEFA) están aumentando y China es ahora el mayor exportador de este biocombustible hacia el mercado comunitario. En 2023, se exportaron 1,8 millones de toneladas de biodiésel de China a la UE, lo que representa más del 90% de las exportaciones totales de biodiésel chino.
El biodiésel importado de China a la UE se vende a precios de “dumping”. Desde 2023, los precios de referencia del biodiésel (FAME y HVO) se han desplomado, afectando a los productores de la UE y a la cadena de valor. Desde los agricultores de colza hasta los productores de biodiésel, la industria de la UE está sufriendo los efectos de las prácticas comerciales desleales de China.
En Alemania –el mercado más grande de la UE– los precios han caído casi un 50% el año pasado. Hemos visto caer el precio de obligaciones sobre GEI en casi un 75% desde que aumentaron las importaciones desleales de China a finales de 2022.
Prácticas desleales y fraudulentas
Desde el principio, los productores de biodiésel de la UE (FAME, HVO y combustibles de aviación), representados por el Consejo Europeo de Biodiésel (EBB), se han comprometido con las autoridades para poner fin a estas prácticas desleales por parte de los exportadores chinos y han pedido medidas que restablezcan una igualdad de condiciones.
Este modelo de producción industrial a gran escala de la industria no tiene precedentes y se ha visto en muchas industrias en las que China está desarrollando sus capacidades. Esto debe parar. Además, en el caso específico del biodiésel, a la acusación contra el “dumping” y las subvenciones injustas se suma una vieja sospecha de fraude.
Los centros de producción en toda la UE están funcionando con pérdidas y la producción de biodiésel de la Unión está disminuyendo drásticamente, con cierres de instalaciones que irán a más en los próximos meses.
Otros productores están operando sus plantas con capacidad reducida, parando temporalmente la producción e incluso volviendo a despedir a sus empleados.
Se han frenado las importantes inversiones necesarias para avanzar en una producción adicional y más avanzada, basada en el uso de residuos, que son muy necesarias.
Colapso industrial
Si la situación persiste, es posible que la industria del biodiésel de la UE no llegue a finales de este año por la pérdida de rentabilidad, especialmente en el caso de productos genuinamente avanzados, que tienen que competir con importaciones chinas fraudulentas y desleales.
La UE debe ser extremadamente firme contra la estrategia del Gobierno chino de destruir la base industrial de la UE en energías renovables y en todos los productos que contribuyen a alcanzar los objetivos prioritarios de la UE.
La UE debe actuar ahora para evitar el colapso de la industria de biocombustibles y de su sector agrícola, que impacta dramáticamente sobre los empleos en toda la UE.
El sector agrícola ya es motivo de grave preocupación y las importaciones desleales chinas han reducido los ingresos de los agricultores de colza de unos 625 euros a unos 410 €/tonelada en un momento crítico sobre sus decisiones de siembra.
Las decisiones que debe tomar la Comisión Europea incluyen desde el registro inmediato de las importaciones procedentes de China, hasta la imposición de derechos provisionales estrictos, según lo permitido por las regulaciones “antidumping”.
Es fundamental que las medidas impuestas sean lo suficientemente elevadas para restablecer la igualdad de condiciones en la Unión, a la luz de la capacidad de los exportadores chinos para absorber fácilmente los derechos vigentes y participar en prácticas fraudulentas.
La UE no puede permitir que la demanda de los mismos productos, que impulsan las reducciones de GEI en todo el transporte, se vea satisfecha con importaciones injustas y posiblemente fraudulentas, ahora y en el futuro.
El Paquete “Fit for 55” requerirá una gran aceptación de todos los combustibles renovables y, precisamente en el momento en que se necesitan, los argumentos comerciales para la inversión han colapsado, amenazando directamente la seguridad económica de la UE.
La UE debe actuar antes de que sea demasiado tarde.