El 13 de octubre se celebra el Día Mundial de los Fertilizantes, coincidiendo con el 110 aniversario de la patente de Haber-Bosch sobre la síntesis del amoníaco. Este invento, que ha sido uno de los grandes logros de la historia de la ciencia, permite fabricar fertilizantes minerales a gran escala a partir del nitrógeno del aire que respiramos.
El 13 de octubre, Día Mundial de los Fertilizantes
A partir de su descubrimiento, a comienzos del siglo XX, ha sido posible aportar a los suelos, de manera exacta, segura y continuada, los elementos necesarios para el adecuado desarrollo de los cultivos, ya que los fertilizantes minerales son productos que contienen nutrientes esenciales para las plantas, en formas minerales directamente disponibles.
Estos nutrientes son los mismos que los de los abonos orgánicos, pero están en mayores proporciones y su disponibilidad es mayor, ya que en el caso de los orgánicos deben pasar por un proceso previo de mineralización que depende de diversos factores y condiciones del entorno, lo que impide garantizar que las plantas los puedan tomar en sus momentos de mayor demanda.
La tierra agrícola es como una “despensa” de nutrientes, que deben reponerse cuando se agotan, al ser extraídos por las cosechas. Antes de cultivar, el agricultor debe analizar el contenido de nutrientes que tiene su “despensa” y el estado en el que están, para lo que siempre cuenta con la ayuda de las empresas de fertilizantes. Teniendo en cuenta la materia orgánica del suelo, los restos de las cosechas anteriores, los aportes orgánicos, etc., debe completar el nivel óptimo de nutrientes de la “despensa” con fertilizantes minerales. La cantidad que será necesario aportar dependerá del tipo de cultivo que se vaya a implantar y del rendimiento previsto.
Si no se repusiesen las cantidades adecuadas de nutrientes, en formas disponibles para las plantas, las cosechas serían mucho menores y sería necesario destinar mucha más superficie mundial a la agricultura para poder alimentar a la población actual y venidera. Gracias a los fertilizantes, imprescindibles para la seguridad alimentaria de la sociedad, se necesita mucha menos tierra por unidad de producto cosechado y además es posible alimentar actualmente a la mitad de la población mundial.
Para agradecerlo, el 13 de octubre, a través de diversos eventos organizados a nivel mundial, se pretende concienciar a la sociedad de la importancia del descubrimiento de la fabricación de los fertilizantes y de cómo el sector fomenta su aplicación racional. ANFFE, asociación que representa a los principales productores de fertilizantes en España, se suma una vez más a esta gran celebración.