Más de 650 profesionales del sector se han dado cita en el I Congreso Ibérico del Maíz que se ha celebrado en Lisboa durante los días 13 y 14 de febrero y ha congregado un prestigioso panel de 35 ponentes que han reafirmado la importancia del cultivo de maíz en la agricultura de regadío del sur de Europa, ayudando a crear empleo, generando desarrollo socioeconómico y fijando la población en el territorio.
El I Congreso Ibérico del Maíz reúne a más de 650 profesionales del sector en Lisboa
El I Congreso Ibérico del Maíz ha sido un primer paso muy importante hacia la creación de una plataforma para el diálogo, el intercambio de conocimientos y la defensa conjunta de los intereses de los productores de maíz de Portugal y España, tanto a nivel nacional como europeo.
Entre las conclusiones de este congreso, que ha sido organizado pro Anpromis (Associação de los Produtores de Maíz y Sorgo de Portugal) y Agpme (Asociación General de Productores de Maíz España), cabe destacar que:
- La importancia que la agricultura de regadío tiene en la preservación del paisaje ibérico y en el ordenamiento de su territorio, tiene que ser compensada a través de la creación de servicios de ecosistemas adaptados a la realidad de ambos países.
- Portugal y España tienen que defender de forma audaz el regadío, tanto a nivel nacional como a nivel europeo. El apoyo a iniciativas que privilegien no sólo el uso eficiente del agua, sino también la rehabilitación y la construcción de nuevos sistemas de almacenamiento de agua, debe constituir una apuesta conjunta de estos dos países.
- Los productores de maíz son conscientes de los retos que se plantean en el marco de la adaptación al cambio climático, lo que podría pasar incluso por la creación de un Observatorio Ibérico que profundice en los conocimientos que tenemos en esta materia.
- Las ambiciosas metas previstas en el marco del Acuerdo de París obligan a una significativa reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que sólo es posible alcanzar si existe una significativa apuesta por la innovación y la adopción de nuevas tecnologías que permitan un uso cada vez más eficiente de los recursos naturales, en particular del agua y del suelo.
- Es imperativo que Portugal y España garanticen el mantenimiento de los niveles actuales de financiación comunitaria en el marco de la Política Agrícola Común después de 2020, con el fin de contribuir a la competitividad del maíz en la Península Ibércia y mantener la cohesión necesaria de su territorio.