El webinar de Vida Rural sobre Optimización de técnicas de cultivo del olivar reúne a más de 320 agricultores y técnicos
Más de 320 agricultores y técnicos se inscribieron para participar en el webinar sobre Optimización de técnicas de cultivo del olivar celebrado ayer lunes 22 de abril por la revista Vida Rural, con el patrocinio de Unicaja y la colaboración de Kramp. Durante el mismo se presentaron diversas estrategias de fertilización fosfórica en el cultivo del olivar y una actualización de las técnicas de control de prais y repilo.
Moderada por la periodista Elisa Plumed, la jornada comenzó con unas palabras de bienvenida, a cargo de Francisco José Viches, director Negocio Agro de Unicaja, entidad patrocinadora del evento, que explicó que para ellos, el sector agrario es estratégico.»Tenemos un gran conocimiento de este sector y una de las mayores ofertas financieras», explicaba Viches.
Y añadía: «El olivo es un cultivo presente en quince de las diecisiete comunidades autónomas y cuenta con 350.000 agricultores, y será imprescindible hacer inversiones para continuar siendo líderes en el mundo, incorporando nuevas tecnologías y técnicas de cultivo más sostenibles y productivas. Siempre se puede contar con Unicaja como un aliado financiero, debido a que cuenta con servicios específicos adaptados a este sector como pueden ser periodos de carencia que llegan hasta la entrada en producción del árbol en inversiones en nuevas plantaciones”.
Estrategias de fertilización fosfórica en olivar
Juan Carlos Hidalgo, ingeniero agrónomo por la Universidad de Córdoba e investigador titular del IFAPA Alameda del Obispo, presentó los resultados de unos ensayos de campo de larga duración realizados por el Ifapa en un olivar adulto comercial de la variedad Hojiblanca, para evaluar la respuesta productiva del olivo a la aplicación mediante fertirrigación de dosis crecientes de fósforo, un elemento muy importante para la emisión de las raíces y para la floración y cuajado de los frutos. Los resultados de este ensayo han permitido fijar dosis óptimas de abonado con este elemento.
En el ensayo se aplicaron cuatro tratamientos de fertirrigación (0P, P/2, P y 2P), siendo el resto de la fertilización correcta para el desarrollo del olivo. A partir del segundo año del ensayo ya se empezó a diferenciar el comportamiento de los árboles, teniendo los años de carga mayores producciones. En la media de ocho años, dicha producción es claramente mayor en los tratamientos con fósforo debido a un mayor número de frutos por árbol, con mismo tamaño y mismo peso, de manera que en la dosis mayor se han tenido entre 2.000 y 2.500 frutos más por árbol.
Esto ha ocurrido independientemente del análisis foliar, que contaba con un 0,10% de P, es decir, su nivel umbral para el cual no habría sido necesario aplicar este elemento. Sin embargo sí se ha visto respuesta: el árbol lo ha absorbido y ha conseguido producir más. La cantidad de fósforo aplicado en P/2 ha sido de 90 gramos/olivo, en P 189 gramos/olivo y en 2P, 403 gramos/olivo.
«La aplicación de P en fertirrrigación –concluía Hidalgo– ha mejorado la productividad del olivar». Se ha encontrado respuesta productiva a la aplicación de P por encima del valor umbral de 0,1% en hoja en el mes de julio y la respuesta a la aplicación de P en fertirrigación viene dada por un aumento del tamaño de los árboles y una mejora de la productividad por unidad de superficie.
Prais y repilo, dos incidencias fitosanitarias frecuentes en olivar
A continuación, Manuel Ruiz Torres, responsable de Entomología del Laboratorio de Sanidad Vegetal de Jaén, expuso una actualización de las técnicas de control dos de las incidencias fitosanitarias relevantes del cultivo del olivo en España: la polilla del olivo o prais (Prays oleae) y la enfermedad provocada por el repilo (Fusicladium oleagineum).
Prais
Para el control de la polilla del olivo se cuenta con una numerosa comunidad de depredadores y parasitoides autóctonos y hay 22 formulados de Bacillus thuringiensis como lucha biológica cuyo tratamiento en la generación antófaga es más efectivo y también en lucha biológica se puede aplicar caolín en la generación carpófaga que oculta el producto para la hembra.
Para la lucha química se dispone de 29 formulados de diferentes materias activas: acetamiprid, cipermetrin, deltametrin, etofenprox, lambda cihalotrin y spinetoram, al 15/2/2024. Estos son productos con distintos modos de acción y se deben ir alternando para evitar resistencias.
Ruiz Torres explicó que este año en Jaén hay unas 6 inflorescencias por brote, lo cual no se considera muy abundante y es un factor a tener en cuenta para la decisión en el tratamiento del prais. «Es importante que los agricultores confíen en un técnico que valore para cada generación con una parcela de 20 árboles para cada 300 hectáreas homogéneas», destacada.
También es importante el papel que tienen las cubiertas vegetales con bandas anchas, las cuales equivalen a un tratamiento debido a que existe una tasa de depredación y parasitismo muy alta. «Si se respeta la fauna útil, el prais es una plaga que casi se puede controlar sola», añadía.
Repilo
En función de la biología del hongo hay tres estrategias diferentes y complementarias entre sí:
- Medidas culturales para mitigar las condiciones ambientales necesarias.
- Medidas de protección de la hoja para evitar la penetración del hongo.
- Medidas curativas para neutralizar al hongo que ya ha iniciado su desarrollo dentro de la hoja.
En el mercado existen 133 formulados a base de cobre, 42 de azoxistrobin, difenoconazol, trifloxystrobin, tebuconazol, dodina, folpet, kresoxim-metil o fosfonato de potasio y uno de Bacillus subtilis (lucha biológica).
Manuel Ruiz explicó que repilo latente es la fase de la enfermedad en la cual la espora ya ha germinado pero todavía es posible contener la enfermedad. «Para comprobar si los árboles tienen repilo latente se meten las hojas en una solución de sosa caústica, apareciendo los síntomas del repilo como pequeñas manchas en las hojas»
«En primaveras lluviosas hay que hacer siempre una valoración y también al final de verano, de cara a los posibles tratamientos en otoño. Las hojas jóvenes son más sensibles al ataque que las viejas, y se recomienda tratar cuando hay más de un 1% de hojas con repilo visible o latente. También hay que fijarse en si el año anterior ha habido repilo, en cuyo caso y si la primavera es lluviosa, la decisión está tomada», apuntaba el responsable de Entomología del Laboratorio de Sanidad Vegetal de Jaén.
Existen medidas culturales (evitar que el árbol por una nutrición y poda no adecuada tenga un árbol demasiado denso) y los tratamientos preventivos, pero si finalmente si las anteriores medidas no han funcionado, podemos realizar un tratamiento curativo.
El webinar concluyó con un interesante turno de preguntas y respuestas en el que los participantes pudieron consultar sus dudas con ambos expertos.
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