Plantas que cambiaron la vida del hombre, la nueva obra de Luis López Bellido
Luis López Bellido, doctor ingeniero agrónomo y Catedrático Emérito de Agronomía en la Universidad de Córdoba junto a Francisco Javier López-Bellido Garrido, doctor ingeniero agrónomo y profesor titular de Producción Vegetal en la Universidad de Castilla-La Mancha son los autores de esa obra publicada por la editorial Acribia.
La agricultura fue la que convirtió al ser humano en lo más parecido a lo que es hoy. Dejó de ser nómada y se asentó, creó ciudades, vivió en sociedad. Por lo cual está en la base misma de nuestra civilización. Por eso, si lo supiéramos, habría que celebrar el día que, hace unos 10.000 años, a alguien se le ocurrió sembrar unas gramíneas en un terruño de Próximo Oriente.
Las principales especies agrícolas han sido al mismo tiempo sustratos y productos señeros de las grandes civilizaciones. El trigo y la cebada hicieron nacer la civilización occidental, de Mesopotamia a Egipto, de Grecia a Roma. Del mismo modo, el arroz ha sido y es el principal sustento de las civilizaciones orientales, como el maíz lo fue de mayas y aztecas, y lo es de muchos millones de seres humanos en la actualidad.
La domesticación de las especies vegetales, su vinculación al hogar y al dominio del hombre, y su mejora posterior han supuesto un proceso evolutivo artificial que ha ocurrido a lo largo de los últimos diez milenios. En esta domesticación progresiva, determinadas especies han sido adaptadas a condiciones ecológicas y a demandas utilitarias creadas por el hombre, lo que se ha traducido en drásticos cambios morfológicos y fisiológicos y en profundas alteraciones genéticas.
Por otro lado, la agricultura actual y probablemente la del futuro se enfrenta a ser cada vez menos entendida por una sociedad urbana ignorante y mediatizada, que imputa toda serie de males ambientales a los agricultores y desconoce el papel estratégico e insustituible de su actividad para la alimentación humana.
El libro contiene 18 capítulos. Un primer capítulo analiza la evolución histórica de la agricultura, y los siguientes estudian 17 especies de plantas cultivadas, que por su relevancia ha sido y son claves en la vida del hombre. En conjunto, estas especies ocupan actualmente una superficie de casi mil millones de hectáreas del total de las tierras cultivadas a escala mundial, lo que representa el 63 % de la misma.
Se incorporan los principales cereales (trigo, cebada, maíz y arroz), las leguminosas más importantes (garbanzo, lentejas y judías), las plantas azucareras (remolacha azucarera y caña de azúcar), las plantas productoras de fibra (algodón, lino y otras fibras), las plantas oleaginosas (soja, girasol y colza), la patata, la vid y el olivo (el «rey de los árboles», cultivado sobre todo en el área mediterránea, y del que España es el principal productor mundial).
En cada capítulo se analiza el origen, historia y difusión de cada cultivo, la ecología, la mejora genética y las variedades y la composición química y biológica, y la calidad nutricional o tecnológica y sus diversos aprovechamientos y procesos de transformación.