Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía insta a reforzar la unión del sector para hacer marca y liderar mercados
El VI Congreso de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía puso ayer fin a dos días de intenso programa con una conclusión clara: la necesidad de transformar la estrategia empresarial manteniendo el principio de cooperación pero con perspectiva profesional. Además, se ha instado a reforzar la unión en el sector para hacer marca cooperativa, liderar los mercados y poner en valor los productos que salen de estas empresas de economía social.
El presidente de la federación, Juan Rafael Leal Rubio, quien con la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco Eguren, clausuró este foro, destacó “el poder del cambio” e insistió en que después de un “sesudo ejercicio de reflexión y debate de dos días, los desafíos no se han esfumado por arte de magia, pero sí se deben afrontar con valentía.” Para ello, ha recalcado, que las cooperativas deben apoyarse en su “capital humano”, por ser “el mayor valor” de estas empresas.
Leal Rubio hizo un resumen de los dos días del programa y solicitó abordar con determinación la transformación digital, bajar al terreno la inteligencia artificial, innovar desde la base social hasta el consumidor y reiteró en que, ante la falta de recursos hídricos, la economía social agraria en su conjunto “debe actuar como un lobby”.
Por su parte, la consejera reconoció “la aportación indispensable” que realizan las cooperativas agroalimentarias al sector primario andaluz y al conjunto de la economía social y también valoró que “no sólo generan riqueza y un empleo estable y de calidad en los municipios en los que se insertan, sino que, además, representan un modelo diferente de hacer economía al colocar a la persona en el centro de la actividad o servir como un antídoto frente a la despoblación en los entornos rurales.”
Ese esfuerzo constante del sector “necesita el respaldo y el acompañamiento de las administraciones públicas”, apuntó Rocío Blanco y, en ese sentido, recordó que la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo está ultimando la tramitación del Plan de Impulso y Modernización de la Economía Social en Andalucía (Pimesa), que mejorará el sistema de ayudas y fomentará la competitividad del cooperativismo andaluz. Además, indicó que es inminente la convocatoria de ayudas destinadas al fomento del empleo en cooperativas y sociedades laborales, así como para el fortalecimiento de las entidades más representativas de la economía social, por un valor conjunto de casi 9 millones de euros.
Un completo programa de temas
La jornada comenzó a primera hora de la mañana con una mesa centrada en un tema de extrema necesidad para el sector: el relevo generacional. En ella, cuatro jóvenes cooperativistas compartieron sus experiencias y han hablado de los problemas que frenan la incorporación al sector. Participaron Manuel Ramírez Santana, socio de la cooperativa Cobella; Laura Escribano Trujillo, socia de la cooperativa andaluza olivarera San Benito; Eva María Fernández Alberto, presidenta de Los Pastoreros, y Antonio Lovera de la Cruz, secretario de la cooperativa Nuestro Padre Jesús de La Rambla.
Los jóvenes defendieron los valores que enseña la actividad agraria, e hicieron hincapié en que hay que apoyarla como una profesión más, pues del campo viven muchas familias, pero “hay que apoyar al sector para que sea rentable sin necesidad de ayudas”. En este sentido, instaron a acercar la realidad de la producción y del origen de los alimentos a la ciudad y, en especial, a los niños de entornos urbanos, mediante programas educativos que vayan más allá de un desayuno molinero, sino que expliquen el funcionamiento de una cooperativa y cómo se producen los alimentos que comen a diario.
A continuación,fue el turno de destacar el valor añadido que tienen los productos cooperativos y cómo transmitirlo en los mercados en otra mesa de experiencias que contó con la participación de José Antonio Puntas Tejero, presidente de Cosegur; Juan Báñez Álvarez, CEO de Cuna de Platero; Mabel Salinas García, adjunta a dirección de Dunamar SAT; Fernando Córcoles Morales, CEO de Jaencoop y Álvaro Olavarría Govantes, CEO de Oleoestepa.
Los participantes señalaron los beneficios de las cooperativas para el sector productor frente a otros modelos empresariales, ya que son dueños de la tierra, la transformación y la comercialización. Además, pusieron el foco en la necesidad de adaptarse a un consumidor cada vez más informado e implicado. En este sentido, los participantes se refirieron a las marcas y subrayon que “no sólo se trata de tener un sello, sino de acompañarlo de acciones coherentes”. Por último, instaron a aprovechar la tendencia actual del consumidor de fijarse en el origen.
El cooperativismo ante el escenario macroeconómico global fue el título de la ponencia protagonizada por el economista Daniel Lacalle, quien comparó el capital financiero de las cooperativas, poniéndolo a la misma altura de la inmensa mayoría de los bancos españoles.
Las cooperativas con más peso por facturación, como son Covap, Dcoop, Onubafruit y Unica Group, representadas por sus máximos dirigentes –Ricardo Delgado Vizcaíno, Antonio Luque Luque, Francisco Sánchez Pro y Enrique de los Ríos Porras-, sostuvieron un intenso debate centrado en cómo transformar el modelo cooperativo tradicional para afrontar los desafíos productivos y de la comercialización con perspectiva profesional pero sin perder la esencia de la cooperación.
A continuación, los eurodiputados europeos Clara Aguilera y Juan Ignacio Zoido analizaron el presente y el futuro de la Política Agraria Común (PAC) junto con el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta. Tras reflexionar sobre la reforma actual, pusieron el horizonte en la que vendrá a partir de 2027, señalando que “el modelo hay que ir mejorándolo, y no ir dando pasos hacia atrás, pues la próxima PAC tiene que velar por la seguridad alimentaria”.