Agricultura redujo la licitación de ingeniería en casi un 70% en los últimos 10 años, según FIDEX
La ingeniería civil en España no sólo tiene un frente abierto en el Ministerio de Fomento, sino que sufre además los recortes en inversión del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, donde la licitación de proyectos de ingeniería se redujo en casi un 70% en los últimos diez años, según la patronal de ingeniería FIDEX, que agrupa a diez de las empresas más importantes e internacionalizadas del sector de la ingeniería en España.
En concreto, la contracción del mercado para la ingeniería en la última década se sucedió del siguiente modo: en 2006, en plena bonanza económica, el Ministerio licitó 234,9 millones de euros, mientras que en 2015 se pasó a 75,8 millones de euros, es decir, tres veces menos.
Dentro de los distintos organismos y entidades dependientes del ministerio de Agricultura, es significativo ver cómo la Dirección General del Agua apenas licitó 13,5 millones de euros en ingeniería a lo largo de la última legislatura (2012-2015), frente a los cerca de 180 millones de la anterior (2008-2011). De hecho, fue precisamente en 2015 cuando esta entidad licitó la práctica totalidad de la inversión, con 12,8 millones de euros, mientras que en el conjunto de los tres años anteriores sacó a concurso público proyectos por valor de apenas 700.000 euros.
En cambio, y dentro de este mercado cada vez más reducido, las entidades que “salvaron” la legislatura fueron las Confederaciones Hidrográficas, responsables de cerca de la mitad de las cantidades licitadas. Estos entes disponen de fondos propios procedentes de tasas, cánones de autorizaciones de vertidos o de utilización, regantes, etc., y por tanto con recursos económicos adicionales que les permitieron mantener cierto nivel de inversión.
Por otra parte, los apenas 13 millones de euros licitados por la Dirección General del Agua en 2015 se han destinado a paliar otro problema derivado de la caída de inversión pública: las infraestructuras pendientes.
En este sentido, España no ha cumplido con los objetivos de Bruselas en materia de depuración de aguas, lo que se ha traducido en la apertura de tres procedimientos de infracción por la Comisión Europea. Este problema se trató de minimizar el año pasado con esos cerca de 13 millones invertidos en ingeniería para obras de saneamiento y depuración, actuaciones enmarcas dentro del llamado Plan CRECE puesto en marcha por el Gobierno para avanzar en la mejora de la calidad de las aguas.
Y es que España tiene pendiente la construcción de alrededor de 600 depuradoras para cumplir con la legislación que exige una instalación de este tipo en poblaciones con más de 2.000 habitantes. Desde FIDEX se apunta a que este problema podría estar solventado en cuatro años siempre y cuando haya voluntad política y se pongan los recursos necesarios. Este es el periodo de tiempo requerido para que una gran depuradora esté lista, desde el estudio y diseño inicial hasta la finalización de las obras, aunque las depuradoras más pequeñas necesitan mucho menos tiempo e incluso hay casos que en apenas tres meses podrían estar en funcionamiento.
Además de la caída de la inversión pública, el sector de la ingeniería civil en España se enfrenta a un panorama de subastas de contratos, donde en el caso del Ministerio de Agricultura el precio prima muy por encima de los criterios técnicos.
En concreto, alguna de sus entidades dependientes como Acuamed subasta la ingeniería otorgando un 80% de peso al precio en los concursos públicos. En cambio, la Dirección General del Agua empieza a concienciarse de la importancia de contratar a la mejor ingeniería y no a la más barata, y cambió recientemente la relación de pesos precio-calidad de un 80%-20% a un 60%-40%.
Todo esto contradice la normativa comunitaria que nuestro país debía haber traspuesto antes del pasado día 18 de abril, retraso que puede ocasionar la apertura de un nuevo procedimiento sancionador por parte de la Comisión Europea. Esta norma reconoce el carácter intelectual de los trabajos de ingeniería, anteponiendo la calidad al precio, es decir, favoreciendo el fin de las subastas.
Según el director general de FIDEX, Fernando Argüello, “la ingeniería low cost no es algo exclusivo del Ministerio de Fomento, sino que está generalizada en la Administración como es el caso del Ministerio de Agricultura, que cree ahorrar dinero a las arcas públicas adjudicando la ingeniería a la oferta más barata. Sin embargo, lo que el contribuyente debe saber es que ese supuesto ahorro inicial suele provocar un sobrecoste posterior en la obra entre 30 y 50 veces mayor que el ahorro conseguido en el proyecto”.
El Foro para la Ingeniería de Excelencia (FIDEX) agrupa a diez de las principales y más internacionalizadas ingenierías de España, que emplean a más de 14.000 profesionales y facturan en conjunto más de 3.000 millones de euros al año, de los que el 80% procede de mercados exteriores. Además, esta actividad internacional supone las tres cuartas partes de todo el negocio del sector de la ingeniería civil española en el extranjero. Entre los principales objetivos de FIDEX, destaca el de alcanzar la máxima calidad en la planificación, proyecto, control de la ejecución, mantenimiento y explotación de las infraestructuras como la única vía para obtener la mejor relación calidad-precio y así evitar posteriores sobrecostes y retrasos en los plazos de ejecución de las obras.