Las declaraciones del IRPF y impuesto sobre el Patrimonio del sector agroganadero son complejas y prácticamente la totalidad requieren de atención presencial, aunque se presenten por Internet.
ASAJA pide adaptar los plazos de la declaración de impuestos a Hacienda al avance del estado de alarma
ASAJA de Castilla y León pide al Ministerio de Hacienda que reconsidere el mantenimiento del plazo de presentación de declaraciones en el periodo habitual y lo adapte al momento excepcional que vive nuestro país por la pandemia del COVID-19.
Para esta organización profesional agraria, el periodo de presentación debería ampliarse, “al menos, en la misma medida que se prolongue el estado de alarma decretado por el Gobierno”.
El pasado 19 de marzo se publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Orden HAC/253/2020 (pdf abajo) que recoge los modelos de declaración sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto sobre el Patrimonio 2019, que establece exactamente el mismo periodo de tramitación que otros años, del 1 de abril al 30 de junio, eludiendo la situación excepcional creada por el coronavirus.
El argumento ofrecido por la Administración Tributaria de que casi el 88% de las declaraciones se presentan por internet puede inducir a engaño, según ASAJA.
“En el caso de los agricultores y ganaderos, como en el de otros muchos autónomos, la declaración es muy compleja y se tramita con el apoyo de servicios de asesoría fiscal, como los que ofrecen las organizaciones profesionales agrarias”.
Es decir que, añade ASAJA, aunque finalmente se registre por medios digitales (y así es en la mayoría de las cerca de 70.000 declaraciones que el sector presenta en Castilla y León cada campaña), en la inmensa mayoría de los casos se requiere de atención presencial que, en estos momentos, y hasta que duren las medidas de alerta, no puede ofrecerse con normalidad.
Por si fuera poco, el Ministerio de Hacienda tiene pendiente de publicar la normativa específica, que modificará en parte los módulos que se aplican al sector, a causa de las adversidades climáticas de 2019, principalmente de la sequía que golpeó de nuevo a Castilla y León, señala esta organización agraria.
Sin conocer estas modificaciones, que habitualmente son publicadas en el BOE cada ejercicio bastante avanzado el inicio del plazo de la declaración, es igualmente imposible comenzar a tramitar declaraciones.