Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha estima una producción de 20 millones de hl de vino y mosto en la región en la nueva campaña de comercialización 2023/24, que se iniciará este próximo 1 de agosto. De confirmarse este volumen, supondría un 12% menos que en la campaña que ahora concluye.
La organización cooperativa considera que la vendimia está a las puertas y que el calor puede que profundice aún más la caída de producción al inicio de la campaña.
La organización cooperativa considera que la vendimia está a las puertas y que el calor puede que profundice aún más la caída de producción al inicio de la campaña.
Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha baraja unas previsiones de producción para la campaña vitivinícola 2023/2024 de 20 millones de hectolitros de vino y mosto en la primera región española, europea y mundial; es decir, un 12% menos, frente a los 22,8 Mhl de la campaña del año anterior.
Una merma en la cosecha que se produce, según esta organización agraria, a consecuencia de la sequía a la que ha sido sometida la vid desde la vendimia anterior: con un invierno y una primavera extremadamente templados y secos.
Aunque a principios de junio se produjeron precipitaciones generalizadas entre 100-120 litros por metro cuadrado, aliviando en parte al cultivo, el actual verano está siendo muy seco y caluroso, con sucesivas olas de calor, que han superado los 40ºC, deteriorando enormemente el desarrollo vegetativo, en especial en los viñedos de secano.
Así lo constataron los presidentes, gerentes y técnicos de las bodegas cooperativas de toda la región durante la tradicional Asamblea de Vinos de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, celebrada este viernes 28 de julio, en la sede del IRIAF de Tomelloso, para informar sobre las claves legislativas, productivas y comerciales de la próxima campaña vitivinícola.
La organización cooperativa, que representa más del 75% de la producción y transformación vitivinícola de Castilla-La Mancha, señala que, a las puertas de una vendimia inminente que va a comenzar con las variedades más tempranas (Chardonnay, Moscatel grano menudo, etc.), baraja unas previsiones de cosecha de 20 Mhl de vino y mosto en Castilla-La Mancha.
El pasado año la región obtuvo una producción vitivinícola de 22,8 millones, por lo que las previsiones arrojarían una disminución de 1,5 millones de hectolitros, lo que supondría un descenso del 12%, aproximadamente.
Juan Fuente, portavoz sectorial de Cooperativas, reconoció que “el cuajado de las principales variedades tintas, la Tempranillo y sobre todo la Bobal, variedad típica de Manchuela, que ha sufrido marchitez fisiológica, no ha sido del todo satisfactorio; mientras que de la blanca Airén, sí que se espera una cosecha media, al estar mejor adaptada a situaciones climáticas extremas”.
Por provincias, ”se espera una bajada del 15-20% de la producción vitivinícola en las provincias de Albacete, Cuenca y Toledo, donde la sequía ha hecho más mella, mientras que Ciudad Real, donde abunda la variedad Airén y suele contar con mayores riegos de apoyo, se prevé una cosecha algo menor a la del año pasado”, añadió Fuente.
Para el portavoz sectorial de esta entidad asociativa “las principales amenazas que se ciernen sobre el sector vitivinícola en la actualidad son la desaceleración del consumo mundial, influido por la guerra en Ucrania, la aún no recuperación de las importaciones chinas, la bajada del consumo interno de los países productores europeos, y la fuerte caída en los principales mercados de exportación provocado por la inflación y los altos costes de producción. Todo ello unido a amenazas legislativas, como la irlandesa, que no ayudan a recuperar el consumo en la UE.”
A nivel nacional, esta organización, a falta que Cooperativas de España ratifique su previsión oficial a mediados de agosto, cifra las previsiones en 36-36,5 Mhl para esta vendimia, lo que supondría una campaña baja, respecto a los cinco últimos años, con una reducción de entre 4,5 y 5 millones respecto a la campaña anterior, en la que se obtuvieron 41 Mhl de vino y mosto.
Juan fuente afirmó que “el mantenimiento de producciones moderadas, por debajo de la media de los últimos cinco años, tanto en España como en Castilla-La Mancha, están amortiguando en parte el desequilibrio entre la oferta disponible y la demanda, sobre todo en los vinos tintos, aunque algunas regiones españolas, como Extremadura y Cataluña, e incluso La Rioja y el País Vasco, han tenido que acudir de forma extraordinaria a medidas de corrección de excedentes almacenados de este tipo de vinos vía destilación de crisis.”
En el contexto europeo, Cooperativas estima que Francia volverá a una campaña que superará la media, agravando posiblemente una acumulación de excedentes de vino, pendientes de eliminar vía destilación de crisis; y con Italia, que, a pesar de las inundaciones en Emilia Romagna y sequía en las regiones del Sur, las regiones del Norte mantendrán una cosecha cercana a pesar de los episodios de pedrisco en Friuli-Benetto, a lo que se produjo en Italia en las dos campañas anteriores, unos 50 millones de hectolitros.
Todo ello, unido a la segura disminución de la producción en España y Portugal, configurarían una campaña productiva de alrededor de 160 Mhl en la Unión Europea, algo inferior a los 168 millones de media de los últimos cinco años.
En relación con los stocks finales de vino en España a 31 de julio de 2023, éstos podrían rondar los 36 Mhl, de los que Castilla-La Mancha contribuiría con algo más de 9,5 millones de vino, junto a 1,90 millones de mosto en la región.
Unas cifras muy similares a como se terminaba la campaña anterior, si bien se prevé menos vino que de mosto, en concreto alrededor de medio millón de hectólitros de diferencia entre ambos tipos de producto, cifras evaluadas por la Asamblea como muy razonables.
Estos volúmenes suponen, a juicio del portavoz sectorial cooperativo “un buen funcionamiento de las salidas, sobre todo en Castilla-La Mancha, desde donde se habría hecho un esfuerzo importante en aligerar existencias, tanto en exportación como en las diversas salidas en el mercado nacional, habiendo sacado cerca de 23 millones de hl de vino y mosto en toda la pasada campaña 2022/23, a un ritmo de 1,9 millones de hl de vino y mosto al mes.”
En el ámbito europeo sí que se prevén, según la Comisión Europea, unas reservas de 171 Mhl de vino, cifra que supera en más de 4 millones las existencias de un año antes, y que posiblemente serán paliadas a través de las destilaciones de crisis que algunos Estados miembros productores habiliten.
También se abordaron las novedades legislativas sectoriales más significativas, como consecuencia de la aplicación en Castilla-La Mancha de las medidas de intervención en el sector vitivinícola (ISV), es decir, la reestructuración de viñedo, cosecha en verde, inversiones, promoción en países terceros y eliminación de subproductos, además de otras normativas que serán de aplicación durante la próxima campaña.
Asimismo, se analizó con cierta tranquilidad que no se aumentará el porcentaje de “prestación vínica” para su destino a alcohol a más del 10%, debido a que las existencias y la producción de esta campaña serán muy moderadas e inferiores a la media de los últimos cinco años.
Al igual que es muy probable que en la próxima campaña no exista en Castilla-La Mancha limitación del grado de alcohol en potencia mínimo de la uva para la elaboración de vinos para la campaña 2023/24.
Por último, en la Asamblea se hizo un llamamiento a la moderación y a la responsabilidad compartida en cuanto al control de los rendimientos agronómicos, la diversificación de la producción respecto a la tipología de vinos y mostos para abastecer a la industria transformadora de concentrados y alcoholes, y a cuidar la gestión de entrada de uva en bodega, su pago diferenciado por calidad y el aseguramiento de la trazabilidad.