La organización agraria Asaja Córdoba ha puesto de manifiesto que, derivado de la crisis generada por el COVID 19, sobrevenida en el último mes, se está produciendo una situación límite para el sector del ibérico. “Este drama se debe fundamentalmente a la imposibilidad de dar salida a animales hacia mataderos por el cierre de ciertos mercados que absorbían estas producciones ganaderas”.
Covid-19: alertan sobre la situación límite en el sector del cerdo Ibérico
La producción de este tipo de animales se ha visto “dramáticamente perjudicada por el cierre de los mercados de destino” (principalmente canal Horeca). Este tipo de producciones son la base de miles de explotaciones ganaderas, no sólo en la zona norte de Córdoba, sino muchas otras zonas del territorio español.
El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, explica que el sacrificio de este tipo de animales se ha visto muy ralentizado y en pocos días “podremos llegar a situaciones indeseables al no poder dar salida a los animales desde las explotaciones ganaderas”.
Y es que las explotaciones se empiezan a encontrar en una situación límite por no poder dar salida a sus productos, con el agravante de que se han cerrado muchos cebaderos y mataderos. También, se ha detectado grandes abusos por parte de compradores, aprovechando una situación de crisis para comprar “a precios irrisorios”. Existen operaciones no respetando los precios pactados previamente y también se está ofreciendo el pagar el ganado a un año vista.
Por tanto, Asaja Córdoba cree conveniente primar el almacenamiento privado, con unas ayudas para ello, es decir, congelar la producción que no pueda absorber el mercado o someterla a un proceso de secado y curado, y sacarla cuando la situación se estabilice. Además, se deben penalizar prácticas abusivas y deben prohibirse realizar compras a ganaderos sin establecer un precio en la transacción del ganado.
Igualmente imprescindible es instar a la gran distribución para que comercialice productos ibéricos y den menos visibilidad a productos foráneo, así como respetar los acuerdos entre productor (vendedor) y comprador.
Por último, es fundamental implementar un importante plan de publicidad en los mercados nacionales e internaciones para que se incremente el consumo de productos españoles, como es el caso del ibérico.
Por su parte, el Consejo Regulador de la DOP Dehesa de Extremadura recuerda a las autoridades la vulnerabilidad, desprotección y necesidades que tienen este tipo de producciones, entendiendo que las políticas de reactivación del mercado deben estar orientadas a ser eficaces y justas en un amplio contexto.
La mayoría de operadores productores y operadores elaboradores son empresas pequeñas y medianas, en muchos casos familiares, ligadas al entorno rural, generadoras de gran cantidad de puestos de trabajo que fijan la población rural y que crían y mantienen razas autóctonas y elaboran productos tradicionales, con costes muy superiores a otros productos de similares características no amparados por una DOP.
Por ello, es por lo que solicitan al Ministerio y las administraciones competentes decididas medidas a aplicar lo antes posible y orientadas a amortiguar los efectos adversos derivados de la caída del consumo de estos productos por el Covid-19.