Asaja Castilla-La Mancha llama a los agricultores a protestar frente a unos precios «ruinosos»
Unos precios ruinosos que no cubren ni los costes de producción son el motivo principal por el que saldrán a la calle los agricultores castellano-manchegos la última semana de noviembre. Se trata de un acuerdo del Comité Ejecutivo de Asaja Castilla-La Mancha, según ha explicado esta emana el presidente de la organización agraria, José María Fresneda.
“Se movilizan por un motivo fundamental, el más digno, págame lo que me cuesta producir”, ha señalado Fresneda, quien también ha subrayado que esta protesta no responde a intereses políticos ni económicos, “con profesionalidad y sin otro interés que nuestros agricultores y ganaderos”.
La organización agraria ha destacado que la movilización responde a la «ruina absoluta» en la que se encuentran muchos agricultores, sobre todo, el sector del cereal, que va a comenzar en pérdidas la campaña de siembra. «No puede existir soberanía alimentaria en este país mientras los costes de producción estén por encima de lo que perciben los agricultores«.
España es un país deficitario en producción de cereal y necesita importar entre 15 y 20 millones de toneladas al año para cubrir sus necesidades que se centran principalmente en la alimentación del ganado. Ahora, se ha convertido en el primer receptor de trigo ucraniano en Europa, lo que ha generado un exceso de mercancía a precios irrisorios. «La solución pasa por que aquellos operadores comerciales españoles no vayan a cargar en los puertos en vez de ir a retirarle el cereal al agricultor«, ha denunciado Fresneda.
Asaja CLM exige medidas como establecer contingentes definitivos en función de la necesidad que haya de cereales para compensar la falta de producción que hay en España, de modo que se cubra sólo hasta donde sea necesario. Otra medida que reclama es la imposición de aranceles disuasorios para equilibrar el precio del mercado.
En esta línea ha señalado la almendra como otro de los sectores perjudicados por las importaciones de terceros países, pues como ocurre con el cereal, entra producto de California que no cumple las mismas exigencias de calidad y seguridad alimentaria que las españolas, pero provoca que se hundan los precios nacionales.