ASAJA Castilla y León califica de “verdadero ensañamiento con los ganaderos” que España figure entre el grupo de 12 países de la Unión Europea que rechazan la resolución (no vinculante) del Parlamento Europeo, que pretende cambiar el estatus de sobreprotección del que hoy disfruta el lobo y que se traduce en ataques continuos al ganado y suponen una presión insoportable para las explotaciones.
En una carta a la Comisión Europea, firmada entre otros por el Gobierno español, junto al de Bulgaria, Alemania, Grecia, Irlanda, Chipre, Luxemburgo, Austria, Portugal, Rumanía y Eslovenia, se pide que la protección legal del lobo continúe como está, rechazando la propuesta europarlamentaria.
En una carta a la Comisión Europea, firmada entre otros por el Gobierno español, junto al de Bulgaria, Alemania, Grecia, Irlanda, Chipre, Luxemburgo, Austria, Portugal, Rumanía y Eslovenia, se pide que la protección legal del lobo continúe como está, rechazando la propuesta europarlamentaria.
La misiva, impulsada por Eslovaquia, fue enviada el lunes 30 de enero al comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius por los ministros de Medio Ambiente de los países aludidos, entre los que no están ni Francia, ni Italia, en la que rechazan «inequivocadamente» la resolución del PE tendencia a debilitar la protección del lobo gris, que consideran junto a otros carnívoros, como el lince euroasiático, como indispensable para regula la abundancia de poblaciones de caza y en la mejora de su salud.
La UE, a través de la Directiva de Hábitats protege precisamente a las especies consideradas vulnerables y prohíbe abatir o capturar deliberadamente lobos salvajes.
A finales del pasado año, la Eurocámara aprobó por amplia mayoría una resolución no vinculante, que pedía garantizar «una coexistencia equilibrada entre las personas, el ganado y los grandes carnívoros, en particular en las zonas rurales», y que debía reconocerse que «las fluctuaciones en los niveles de población de ciertas especies pueden causar una serie de problemas medioambientales, agrícolas y socio-económicas».
Al respecto, los eurodiputados invitaban a la Comisión y a los Estados miembros a «hacer todo lo posible para evitar el sufrimiento y los daños causados a los animales de cría» y pedían vigilar «las áreas de reaparición y las dimensiones de las poblaciones de grandes carnívoros».
Estas recomendaciones, sin embargo, añade ASAJA-CyL, han sido despreciadas por los doce países que ahora se oponen a este cambio, España entre ellos, argumentando que “el daño al ganado es inevitable”.
Para esta organización agraria, tal afirmación “es una prueba cruel de que hay un verdadero ensañamiento contra los ganaderos por parte del Gobierno español y en concreto del Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que es quien defiende esta postura del Ejecutivo nacional.
«Decir que es inevitable es lavarse las manos de sus responsabilidades y dejar a los ganaderos abandonados a su suerte”, denuncia ASAJA Castilla y León, que es una de las CC.AA. que, junto a Galicia, Asturias y Cantabria, soporta más ataques de lobo por acoger al mayor número de ejemplares.
Esta organización agraria califica de “hipócrita decir que todo se soluciona con compensaciones económicas, cuando no es ni mucho menos así.»
Primero, señala esta OPA, porque «nunca cubren la pérdida real que los ataques del lobo suponen para las explotaciones ganaderas, tanto en bajas como en la gestión de los animales, pero es que además la presión a la que se somete a los ganaderos de extensivo es insoportable.»
En segundo lugar, sentencia ASAJA «decir que esos ataques son inevitables y que se tienen que aguantar es una desfachatez y supone dejar sin esperanza a las explotaciones de ganadería extensiva que, desde siempre, han ocupado el territorio.»
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