La organización agraria ASAJA de Castilla y León (ASAJACyl) alerta de subidas «muy importantes», de hasta un 50% más altos de lo habitual, en los precios de abonos o fertilizantes, uno de los insumos clave para el sector, precisamente cuando el campo está iniciando las labores de la nueva campaña de siembras y justo cuando aumenta la demanda por parte de los agricultores.
Según esta organización agraria, al contrario que en la situación excepcional vivida en el año 2022, en el que la guerra en Ucrania bloqueó el mercado mundial de abonos, con un encarecimiento sin precedentes que se trasladó también al precio del grano, en la campaña actual las cotizaciones del cereal han retrocedido a las marcas medias, pero no así el precio de venta del fertilizante.
Según esta organización agraria, al contrario que en la situación excepcional vivida en el año 2022, en el que la guerra en Ucrania bloqueó el mercado mundial de abonos, con un encarecimiento sin precedentes que se trasladó también al precio del grano, en la campaña actual las cotizaciones del cereal han retrocedido a las marcas medias, pero no así el precio de venta del fertilizante.
Según Donaciano Dujo, presidente de ASAJACyL, «sin un motivo real para esta repentina subida, una vez más, ésta obedece a “intereses especulativos, que conocen que ponen a los agricultores entre la espada y la pared, sobre todo porque venimos de un año, como el 2022, en el que hubo que limitar mucho la fertilización por los precios prohibitivos, y hoy la tierra necesita abono para garantizar unas siembras correctas.”
Castilla y León es, junto a Andalucía, la Comunidad Autónoma que encabeza el consumo de fertilizantes, con alrededor de la cuarta parte del total nacional. Del complejo N-P-K (el utilizado en las siembras) necesita anualmente alrededor de 631.000 t (dato 2020), buena parte en otoño, pero también en las siembras de cultivos de primavera.
Al elevado precio del abono, apunta esta organización agraria, hay que sumar también los incrementos registrados en prácticamente todo lo que es necesario para llevar adelante la explotación agrícola (gasóleo, maquinaria, rentas, etc.), junto a la subida que el «pool» Agroseguro aplicará en las pólizas.
Todo este incremento de costes de producción obliga ya a los agricultores a ser extremadamente prudentes en sus planes de siembra, añade esta OPA, dado que además vienen de una campaña pésima, marcada por la sequía.
Para ASAJACyL, “en estos momentos, el sector agrario no puede más que limitar su capacidad productiva, porque los costes para poder producir son muy altos y no hay ninguna garantía de que puedan ser compensados. Algo que tiene consecuencias para el campo, pero también para la sociedad, porque se está minando la capacidad de producir alimentos”.
Según Dujo, «estas limitaciones productivas no solo obedecen a los costes de producción, sino que también se están propiciando con programas como los ecorregímenes, que muchas veces están yendo en contra de la lógica agronómica.”
Por el momento, concluye esta organización regional, «en Castilla y León las consecuencias de esta presión sobre el productor se observan no tanto en las hectáreas cultivadas -que en las últimas campañas descienden lentamente- como en un cambio en la orientación hacia producciones no idóneas para nuestras tierras o que realmente no tienen demanda.»
Consumo anual abono para siembras (invierno y primavera)
por provincias
Fuente. Consejería Agricultura y Ganadería, 2020