La renovada consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, explicó que su Comunidad va a pedir “al Gobierno de España el aplazamiento inmediato de la entrada en vigor de los ecoesquemas (ahora denominado ecorregímenes) de la futura Política Agraria Común (PAC).
Crespo pide al Gobierno el aplazamiento inmediato de los ecoesquemas de la próxima PAC
El motivo que aduce es que éstos, tal y como están definidos, suponen un gasto más para nuestros agricultores y ganaderos en unos momentos de crisis”.
Al respecto, Crespo comentó que “vamos a seguir insistiendo en las alegaciones que, de forma conjunta con el sector agrícola, presentamos ante el Gobierno de España para evitar que la principal región perceptora de la PAC, Andalucía, pierda más de 500 M€ de la PAC, convirtiéndose en un problema más a los ya existente en el sector”.
Para la consejera, la PAC “no puede ser un limitante”, sino que “tiene que ser una oportunidad en estos momentos de subida de costes de producción y de sequía para los agricultores y ganaderos andaluces”.
Y eso, añadió, es lo que va a “seguir defendiendo desde Andalucía, donde hemos sido proactivos en las negociaciones, aportando propuestas para lograr una PAC justa para todos y, sobre todo, para esta tierra que concentra el 33% de los perceptores de estas importantes ayudas, que han demostrado que ayudan a avanzar hacia una agricultura más competitiva y a fijar el territorio en el mundo rural.”
Crespo recalcó que “Andalucía volverá a exigir que se atiendan las alegaciones de Andalucía en el seno de la próxima Conferencia Sectorial prevista para este mes de septiembre y que se acuerde, de forma urgente, la paralización de la entrada en vigor de la PAC, así como una batería urgente de medidas con una bajada de impuestos, que ayuden a paliar los elevados costes de producción que, en este inicio de campaña, está sufriendo el sector por la sequía y la guerra de Ucrania.
En este sentido, aseguró la consejera que “si a estos desafíos le sumamos la aplicación de las exigencias ambientales de la nueva PAC, la situación podría ser especialmente complicada para algunos agricultores y ganaderos, que llevan años luchando por la sostenibilidad del sector y que se esfuerzan a diario para llevar a los mercados alimentos de la máxima calidad.”
Barbecho, una oportunidad
Por otro lado Carmen Crespo animó al sector andaluz a “aprovechar la importante oportunidad” que supone para los agricultores andaluces la ampliación a 2023 de la flexibilización de los requisitos de la PAC para poner en producción las tierras que, en principio, deberían mantenerse en barbecho para poder recibir determinadas subvenciones europeas.
“Numerosos productores de Andalucía se han sumado ya a esta posibilidad”, añadió la consejera, pero aún hay margen para seguir sacando rendimiento a miles de hectáreas donde podría crecer, por ejemplo, el cereal y el grano que actualmente necesita Europa.”
Crespo apostó por poner en producción el máximo de superficie disponible para que los agricultores andaluces “aumenten la rentabilidad de sus explotaciones conservando las mismas subvenciones y contribuyendo, además, a que Europa alcance la suficiencia alimentaria que garantizaría su abastecimiento en momentos de especial dificultad como el que vivimos actualmente, entre otras razones, por el impacto de la guerra de Ucrania”.
En Andalucía se están cultivando ya alrededor de 35.700 hectáreas que se encontraban en barbecho para cumplir con las exigencias de la PAC. Esta extensión supone el 53% de las 66.000 hectáreas consideradas de interés ecológico (SIE) en la Comunidad Autónoma andaluza.
Agricultores y ganaderos, vendidos
Por otra parte, las organizaciones agrarias, ASAJA-Andalucía, COAG-Andalucía y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía (UPA no se sumó a este manifiesto) volvieron a rechazar el PEPAC 2023-2027, del que tanto se congratula el ministro de Agricultura, Luis Planas, que entraría en vigor el próximo 1 de enero de 2023.
Estas organizaciones no entienden ni aprueban el trasvase de ayudas de la PAC desde esta región a otras CC.AA.
Los representantes del campo andaluz recuerdan que “la satisfacción de Luis Planas pasa por hurtar 500 M€ a la principal región agraria de España, machacar su modelo social y profesional de agricultura que mantiene vivo su medio rural, además de penalizar su apuesta por la diversificación y la sostenibilidad, señas de identidad del sistema agroalimentario andaluz.”
Para ASAJA, COAG y Cooperativas Agro-alimentarias, “Planas tuvo claro desde un primer momento que iba a llevar a cabo su nueva política agraria a toda costa, con un marcado perfil autoritario, sin dar información, sin atender las propuestas del sector agrario andaluz, que incluye a uno de cada tres perceptores españoles de la PAC, y sin tener en cuenta las constantes demandas de consenso, ni las movilizaciones celebradas en unidad de acción.”
En definitiva, señalan que “el Plan, que ya tiene el visto bueno de Europa, se ha redactado sin diálogo, sin estudio de impacto previo y sin criterios técnicos o agronómicos, priorizando los intereses de algunas CC.AA. y generando desequilibrios y agravios territoriales.
En este sentido, según los datos que maneja Andalucía, “las medidas del MAPA van a provocar un descalabro económico en el territorio y un trasvase de ayudas desde esta región a otras CC.AA, ya que, entre otras cosas, penaliza la diversidad productiva al reducir el número de regiones (de las 50 actuales a 20) sin considerar las especificidades de algunas de las comarcas agrarias que más ayudas de pago básico generaron en las provincias de Sevilla, Jaén o Huelva, que quedan degradadas y se integran en regiones mucho menos productivas.”
Esta discriminación se evidencia claramente, añaden las OPAs, “si vemos los ecorregímenes en los que a nivel estatal se han configurado dos regiones de pastos y solo una de regadío. Así, el número de ecorregímenes y el reparto de los fondos de esta partida son, a todas luces, insuficientes si se quiere impulsar una producción agraria más verde, como señala Bruselas. Además, para el campo andaluz es un error no vincular esta arquitectura medioambiental con las nuevas regiones productivas.”
Como ya señalaron en su momento las organizaciones firmantes, el impacto de estas medidas que entrarán en vigor el próximo 1 de enero será dramático para los agricultores y los ganaderos andaluces, máxime en un contexto como el actual de sequía extrema, fuerte crisis energética y de incremento desmesurado de los costes de producción, a lo que deberán sumar las pérdidas en la PAC, lo que acabará con la rentabilidad de miles de explotaciones andaluzas.”
Los datos aportados por la Consejería de Agricultura andaluza indican que la nueva PAC provocará una merma del 30% en las ayudas de 750.000 hectáreas de secano; la pérdida del 25% de las ayudas percibidas en el periodo actual por 700.000 hectáreas de olivar, y una reducción de entre el 30 y el 40% de las ayudas de todo el regadío.
Por último, indican estas OPAs, “la pérdida de presupuesto no es la única crítica, ya que el Plan Estratégico complica más si cabe la gestión técnica y económica de las explotaciones agrarias, lejos de la simplificación administrativa anunciada por la Administración y que tanto anhela el sector productor.”