El Ministerio de Agricultura informó que el pasado 3 de febrero fue confirmado por el Laboratorio Nacional de Referencia de Algete un caso de Encefalopatía Espongiforme Bobina (EEB) atípica tipo H, vulgarmente conocido como “mal de las vacas locas” en una vaca de raza mestiza, nacida el 23 de octubre de 2000, en el Ayuntamiento de Campo Lameiro (Pontevedra) y ubicada desde mayo de 2017 en una explotación del Ayuntamiento de A Estrada (Pontevedra), donde permaneció hasta su muerte el pasado 22 de enero.
En ese momento, señala el MAPA, dicha explotación contaba adicionalmente con otras dos reses bovinas, introducidas dentro de los 12 meses anteriores a la aparición del caso.
En ese momento, señala el MAPA, dicha explotación contaba adicionalmente con otras dos reses bovinas, introducidas dentro de los 12 meses anteriores a la aparición del caso.
La investigación epidemiológica realizada por los Servicios Veterinarios Oficiales (SVO) de la Comunidad Autónoma de Galicia determinó que no existen animales vivos de las diferentes cohortes, por lo que el día 6 de febrero se dio por cerrado el foco, se comunicó éste a través de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) del MAPA y se notificó tanto a la Unión Europea, a través del sistema ADIS, y a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), a través del sistema WAHIS.
Según este departamento, tradicionalmente se asumía que la EEB (o BSE, de sus siglas en inglés) existía como una única cepa (la cepa EEB clásica), asociada con el agente causante de la epidemia de EEB de los años 80.
Sin embargo, gracias a los intensos programas de vigilancia activa que se llevan a cabo en todos los países de la UE, así como al desarrollo de nuevas técnicas laboratoriales, la comunidad científica describió nuevas cepas de EEB con características moleculares, bioquímicas y patológicas diferentes a las cepas clásicas.
Estas nuevas cepas se denominaron “atípicas”, por presentar patrones distintos a los observados en las cepas clásicas. Así, actualmente se reconocen 3 tipos de enfermedades producidas por priones en ganado bovino: la EEB clásica y 2 nuevas formas atípicas, que se denominan EEB tipo H y EEB tipo L.
En la actualidad, la diferenciación de cepas se realiza de forma rutinaria, pues la discriminación es obligatoria en la UE.
La aparición de la EEB clásica está ligada al consumo de proteína animal transformada. Sin embargo, en el caso de las EEB atípicas las evidencias científicas apuntan a que se corresponden con desórdenes de aparición espontánea, como ocurre con otras enfermedades del sistema nervioso, de presentación esporádica y que, por tanto, no proceden de la contaminación de la cadena alimenticia de los animales.
Se cree que, probablemente, estén presentes por todo el mundo. De hecho, en el seno de la OMSA, desde 2015 la detección de un caso de EEB atípica no afecta al mantenimiento del estatus de EEB ni al comercio internacional, por lo que los Estados miembros (el último en Países Bajos) que detectan casos de EEB atípicos no pierden su estatus.
Así, España continúa con el estatus oficial de riesgo insignificante de EEB alcanzado en mayo de 2016.
La detección de este tipo de casos atípicos responde a la eficacia y elevada sensibilidad del sistema de monitorización que forma parte del Programa Nacional de Vigilancia, Control y Erradicación de las EETs (Encefalopatías Espongiformes Transmisibles), el cual se complementa con un sólido sistema de control de subproductos animales no destinados al consumo humano (Sandach), de eliminación de materiales especificados de riesgo y de control de los productos destinados a la alimentación de los animales.
El último caso de EEB clásica detectado en España fue en el año 2014, en un animal de edad avanzada, nacido antes de la implantación de las medidas de control de EEB, mientras que el último caso de EEB atípica fue detectado en 2021.