La Comunidad Valenciana destina 80.000 euros a la ganadería ecológica en prácticas extensivas
La Conselleria de Agricultura, Agua, Pesca y Alimentación de la Comunidad Valenciana destina para este año cerca de 80.000 euros a la ganadería ecológica en prácticas extensivas en la Comunitat Valenciana.
El objeto de estas ayudas, que surgen de fondos propios de la Generalitat, consiste en contribuir con el ganadero a cubrir los gastos derivados del mantenimiento de las explotaciones ganaderas certificadas, que realizan prácticas extensivas en el ámbito de la Comunitat Valenciana.
La dirección general de Agua y Desarrollo Rural será la encargada de realizar y poner en marcha estas ayudas que se renovarán de manera anual, tal y como se recoge en la resolución publicada en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
Según explica en una nota la propia Consejería, la ganadería extensiva es un sistema de producción sostenible y respetuoso con el medio ambiente, que favorece el desarrollo de las zonas rurales, y fomenta la aplicación de técnicas de producción con razas adaptadas al territorio, compatibles con la protección y mejora del medio natural, el paisaje, los recursos naturales, el suelo y la diversidad biológica.
Además, «combina las mejores prácticas medioambientales, conservando la biodiversidad y los recursos naturales, con los mayores estándares de calidad y bienestar animal. Es por ello que este tipo de producciones es muy demandada por los consumidores actuales, que eligen productos certificados en prácticas ecológicas».
Los beneficiarios de estas ayudas podrán ser personas físicas o jurídicas titulares de una explotación ganadera que realicen prácticas extensivas en su explotación y estén inscritas en el Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA) y certificados por el Comité d’Agricultura Ecològica de la Comunitat Valenciana (CAECV).
Con esta subvención la Consejería busca potenciar la producción transformación y consumo de los productos ganaderos ecológicos, lo cual «supone un instrumento a favor de la competitividad en el sector agrario, ofreciendo a los consumidores, a través de un sistema de control y certificación, una garantía objetiva de la presencia de una serie de atributos de valor en el producto».