La tormenta que durante la tarde del 15 de junio descargó con extraordinaria intensidad en buena parte de la Comunidad Valenciana y acompañada en muchos casos de violentas granizadas elevó los daños causados por la piedra en la agricultura valenciana hasta una superficie que bien podría superar las 3.000 hectáreas de cultivo, de acuerdo a las primeras estimaciones efectuadas por AVA-Asaja.
La última tormenta eleva a 3.000 hectáreas la superficie agraria valenciana con daños importantes
Así las cosas, al millar de hectáreas afectadas el pasado fin de semana, tal como adelantó esta organización agraria, se suman ahora al menos 2.000 hectáreas, con lo cual el saldo supera las 3.000 en tan sólo tres días. El área más afectada por la granizada abarca los términos de Quart de les Valls, Quartell, Benavites, Torres Torres, Algímia d’Alfara, Alfara de la Baronia y Algar del Palància.
El grado de afección alcanza en muchas explotaciones el 100% de la próxima cosecha de cítricos, así como de otros cultivos como el caqui y aguacate, de manera que los agricultores más perjudicados dan por perdida la campaña.
Aunque en menor medida, la otra comarca que sufrió ayer los efectos del pedrisco es La Hoya de Buñol, concretamente parte de los términos de Cheste y Chiva. En este caso, los cultivos que registraron pérdidas de producción medias de entre un 20 y un 30% son los cítricos y la uva para vinificación.
Las precipitaciones registradas a lo largo de la semana también han causado arrastres de tierra y daños en infraestructuras agrarias. Sin embargo, en líneas generales la lluvia ha resultado beneficiosa para el campo valenciano porque supone un ahorro en el riego, recarga los acuíferos y minimiza el impacto de algunas plagas y enfermedades en el arbolado.
AVA-Asaja exige máxima celeridad a la hora de efectuar las peritaciones de los daños y recuerda a los agricultores la necesidad de suscribir pólizas porque el seguro constituye la principal garantía de rentas que poseen ante las adversidades climática