Miles de olivareros de toda Andalucía se manifestaron este martes 9 de julio en Sevilla para exigir unos "precios justos" del aceite de oliva y luchar contra la "especulación", que les "roba" 1.500 M€ a los andaluces, según COAG y UPA, convocantes de una protesta, que contó también con el apoyo de las centrales sindicales Comisiones Obreras y UGT.
Manifestación 9 Julio: COAG y UPA de Andalucía exigen precios justos y evitar la especulación en el aceite de oliva
Los agricultores, que defienden el olivar tradicional, anunciaron que mantendrán las movilizaciones en esta Comunidad, donde se concentra el 82 % del sector y de la producción oleícola de toda, España, así como en Madrid y en Bruselas hasta lograr que los olivareros cobren por encima de los costes de producción. Aseguran que cobran 2€/kilo de aceite de oliva, cuando deberían percibir más de 3 €/kg para cubrir esos costes y tener algún margen de beneficio.
Durante la manifestación, que salió del campo de fútbol Benito Villamarín, del Betis y antes de tiempo por el «cabreo» de los olivareros, según los organizadores, se insistió en que sin precios justos «el olivar se muere» y «no hay futuro», como recogían las pancartas principales de la protesta.
La marcha de los olivareros, un recorrido de unos 4 kilómetros, pasó por la sede de la Presidencia del Gobierno andaluz, donde reclamaron «controles» para garantizar la trazabilidad del aceite, y por la de la Delegación del Gobierno en Andalucía, cuyo titular, Lucrecio Fernández, sí tenía previsto recibir a los líderes de la protesta.
La protesta contó con la presencia de políticos de Adelante Andalucía, PSOE y Ciudadanos, así como de alcaldes de numerosas localidades. Los manifestantes portaron numerosas pancartas con lemas como «Mucho sacrificio, poco beneficio», y corearon lemas contra la ausencia de la organización agraria ASAJA.
Los olivareros reclamaron también, entre otras demandas, la mejora de la Ley de Cadena Alimentaria; que la UE permita algunas excepciones en materia de competencia y la creación de una agencia que certifique la calidad y pureza del aceite de oliva.
También exigieron el incremento de los precios de referencia para desencadenar las ayudas al almacenamiento privado, así como la activación de mecanismos de autorregulación, subrayando que el olivar tradicional crea empleo y fija la población.
Miguel López, secretario general de COAG Andalucía, consideró necesario «abortar de forma urgente» la «maniobra de especulación clara» con el aceite de oliva por parte de la industria, las envasadoras y la distribución.
«Nos están robando 1.500 millones de euros», enfatizó López, antes de señalar que esa cantidad es la misma que la «ficha financiera» de la PAC para todos los otros cultivos durante un año.
Por su parte, Miguel Cobos, secretario general de UPA Andalucía, explicó que «no sobra aceite, sobran especuladores. Nos están quitando del bolsillo de todos los andaluces 1.500 millones de euros».
En sus declaraciones, defendió que la protesta de este martes 9 de julio es «legítima», «no es política» y que «nace del propio sector», que es el que demanda movilizaciones para lograr que los olivareros cobren por encima de los costes de producción, cifrados en 2,70 € por kilo de aceite.
Cobos explicó que los olivareros venden el aceite a una media de 2 euros por kilo, y luego el consumidor paga entre 3 y 4 euros en España y por encima de 5 en países como Italia.
«Lo que hay es una maniobra especulativa en Andalucía y en España. Están los especuladores, los intermediarios, aprovechándose de la atomización del sector, porque somos muchos y nos hacemos la competencia entre nosotros», afirmó Cobos.
Por ello, reclamó al Gobierno andaluz «apoyo para la concentración de la oferta» con el objetivo de «ponernos en igualdad de condiciones frente a la industria y la distribución.»
A la movilización, que discurrió por la avenida de la Palmera de Sevilla, una de las principales vías urbanas de la ciudad, también se sumaron otros sindicatos, como el SAT, que reclamó en una pancarta un «precio justo» para el aceite y también «jornales dignos.»
Gobierno aliado
El portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, aseguró que el Ejecutivo autonómico va a «ponerse del lado» de los agricultores y va a ser «un aliado» para reclamar la mejor solución posible ante el problema por los bajos precios del aceite de oliva.
Bendodo afirmó así tras el Consejo de Gobierno, en una rueda de prensa que coincidió con el paso por el Palacio de San Telmo (sede de la Presidencia) de la manifestación en la que miles de agricultores exigieron unos «precios justos» del aceite de oliva y la lucha contra la «especulación».
Bendodo, que resaltó que es «una parte» del sector la que se ha manifestado, recordó que el presidente del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, se reunió la semana pasada con las organizaciones agrarias y cooperativas mostrando su «apoyo y compromiso» con el sector.
Destacó que es una industria «absolutamente estratégica» para Andalucía y explicó que la Junta está intentando adoptar medidas consensuadas con el sector, como en el Consejo del Olivar de marzo o en las distintas mesas de interlocución.
Bendodo resaltó también que la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, reclamó un día antes al Gobierno central que asuma sus competencias en todos los Consejos consultivos desde marzo.
«Este Gobierno está haciendo todo lo que puede hacer, ponerse del lado de los agricultores», agregó Bendodo, quien pidió que el Ejecutivo central asuma sus competencias.
Medidas de fondo
Asimismo, el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, defendió que los productores de aceite de oliva merecen una retribución «justa» por su trabajo y por su producto, si bien reclamó «medidas de fondo» para evitar crisis de precios como la de esta campaña.
Planas reaccionó así a la manifestación de miles de agricultores en Sevilla, convocados por las organizaciones agrarias COAG y UPA de Andalucía para reclamar mejores precios en el sector del aceite de oliva.
Tras participar en un acto en Madrid con el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, y el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, Planas afirmó estar trabajando «activamente» con los productores, con las cooperativas y con la industria del aceite de oliva para «conseguir que haya una remuneración justa» en el campo.
Los agricultores se quejan de los bajos precios en origen recibidos en esta campaña, en la que según Planas coinciden unas «circunstancias muy particulares en la formación de precios». Mientras que en España la producción de aceite ha crecido hasta 1,78 Mt, en otros países del entorno, tradicionalmente competidores -como Italia o Grecia-, los volúmenes han bajado.
Pese a ello, los precios en origen se han mantenido bajos, a excepción de las dos últimas semanas, cuando se ha registrado un ligero repunte.
«Los agricultores merecen una justa retribución», enfatizó el ministro, quien explicó también que, aunque el Gobierno y las CC.AA. «pueden ayudar», es «evidente» que se requiere activar los instrumentos de los que dispone el sector para este tipo de situaciones.
En este sentido, apoyó la iniciativa de activar el almacenamiento privado de aceite, una medida que como ya avanzó ayer se está gestionando esta misma semana con la Comisión Europea.
Planas se comprometió a trasladar este asunto personalmente al comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, en la reunión del Consejo de Ministros del área del próximo lunes 15 en Luxemburgo.
España, como ha solicitado el propio sector productor, volverá a pedir que se actualicen los umbrales relativos al almacenamiento privado de aceite de oliva, financiado con presupuesto europeo, que datan de hace 20 años y, por tanto, considera que han quedado desfasados, a pesar de que los anteriores ministros también lo solicitaron sin éxito ante la oposición de la CE y de otras instituciones europeas, que no quieren sentar un precedente para otros sectores productivos en caso de crisis.
El almacenamiento privado es un mecanismo de intervención, que se activó por última vez en el año 2012, que implica la concesión de ayudas europeas por kilo y día de aceite de oliva retirado del mercado de forma transitoria, cuyo objetivo es recuperar los precios en origen, confiando en que, al reducir la oferta en el mercado, éstos mejoren.
Planas recalcó, no obstante, que más allá de estas actuaciones el problema exige tomar medidas de fondo, que pasan por la promoción del aceite de oliva para incrementar el consumo, preservar la producción desde el punto de vista de la calidad y, sobre todo, que el sector se organice «mejor».
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