Las tormentas de granizo que afectaron a la Comunidad Valenciana en los últimos días afectaron a cerca de 2.000 hectáreas de cultivos, sobre todo caquis y cítricos, según las organizaciones agrarias.
El pedrisco vuelve a golpear a cerca de 2.000 ha de caquis y cítricos en la C.Valenciana
Según la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la inestabilidad atmosférica que se ha instalado en la Comunidad Valenciana desde hace casi una semana volvió a traducirse durante los últimos días en nuevos episodios de granizo que han provocado más daños en la agricultura.
En concreto, durante la tarde del 12 de septiembre el pedrisco descargó con intensidad variable en una amplia franja de terreno de la comarca de la Ribera que incluyó a las localidades de Cárcer -donde se situó el epicentro de la tormenta-, Beneixida, Énova, Manuel, Alcántara del Xúquer y Rafelguaraf.
Los daños causados por la piedra en esa zona, y de acuerdo con una primera estimación de urgencia efectuada sobre el terreno por los técnicos de AVA-ASAJA, son de magnitud desigual, de tal manera que se detectan explotaciones donde la granizada ha arrasado prácticamente la totalidad de la cosecha, mientras que en otras el nivel de afección es mínimo.
Caquis y cítricos son los cultivos que han sufrido las consecuencias. En el caso del caqui el impacto de la piedra tiene efectos más dañinos y visibles puesto que su piel es más sensible que la de los cítricos, máxime en este momento del año. La superficie afectada, en mayor o menor medida, en el referido territorio podría situarse en torno a las 1.800 hectáreas.
Pero la Ribera no fue la única comarca que se vió sacudida por el clima. También otra tormenta de granizo cayó con fuerza sobre algo más de 100 ha de cultivo, ubicadas en el triángulo que forman las poblaciones de Chiva, Cheste y Godelleta, en pleno corazón de la comarca de la Hoya de Buñol.
En esta oportunidad fue el viñedo el que se llevó la peor parte, ya que del total de esa superficie, el 70% corresponde al citado cultivo, mientras que el 25% de los daños restantes se concentran en los cítricos y el resto en caquis.
Asimismo, también se registraron episodios de pedrisco de diversa consideración en Llíria (Camp de Turia) y de fortísimos vientos en Xàtiva (la Costera), donde arrancó de los árboles cítricos y caquis y causó heridas en la piel de estos mismos frutos como consecuencia del «rameado», es decir, de los golpes de las ramas agitadas por el aire.
No obstante, y a pesar de estas incidencias de carácter negativo que se están registrando, AVA-ASAJA subraya que las lluvias que se vienen sucediendo desde el pasado sábado en la gran mayoría de comarcas suponen un alivio para los frutales, especialmente los cítricos y el caqui, porque contribuyen a mejorar los calibres, limpiar el arbolado y reducir la presencia de plagas y enfermedades.
Asimismo, la persistencia de las precipitaciones permite a los propietarios de explotaciones de regadío lograr ahorros en costes energéticos al dejar de efectuar riegos en un momento de la temporada donde los árboles demandan mucha agua para desarrollar los frutos. Igualmente, otros cultivos como las almendras, que afrontan en las próximas semanas la práctica totalidad de la recolección, o el olivar, cuya recogida será posterior y donde las lluvias aportarán más tamaño a las aceitunas.
Episodios muy localizados
Por su parte, La Unió de Llauradors señaló que las tormentas del miércoles 12 de septiembre provocaron pérdidas directas en el campo por una cuantía de más de 3,6 millones de euros en las comarcas de la Ribera Alta (2,25 millones) y La Costera (1,43 millones).
Fueron episodios muy localizados que aun así afectaron a un radio de unas 1.059 hectáreas (704 en la Ribera y 355 en La Costera), cultivadas de cítricos (886 Ha/ 609 en la Ribera y 277 en la Costera) y caqui (173 Ha /95 en la Ribera y 78 en la Costera)). Las localidades más afectadas en la Ribera Alta son Càrcer, Castelló de la Ribera, Beneixida, Alcàntera del Xúquer, Cotes, l’Enova, Manuel, Senyera y Rafelguaraf y en la Costera se trata de Rotglà, Barxeta y Llosa de Ranes.
La media general de daños se sitúa alrededor del 25-30% en cítricos y del 70% en caqui, aunque en este último cultivo hay parcelas muy localizadas en las que los mismos subirán al 100%.
Las tormentas estuvieron acompañadas de fuertes vientos, en algunas zonas se superaron los 75 km/hora), lo que sin duda aumentará los daños por rameado en los cítricos.
En el resto de zonas de la Comunidad Valenciana, donde afortunadamente no cayó pedrisco, las lluvias son muy beneficiosas para la mayor parte de cultivos y zonas, pues han servido para ahorrar riegos, recargar los acuíferos, llenar las cabeceras de los ríos y limpiar los árboles para evitar posibles plagas.
LA UNIÓ solicitará medidas urgentes para los afectados por este nuevo pedrisco; tal y como ya ha hecho con los anteriores, como la concesión de ayudas directas a aquellas explotaciones con daños por pedrisco, ayudas de mínimis de la Unión Europea hasta 15.000 euros por explotación, la reducción del módulo del IRPF, la condonación del IBI de las parcelas cultivadas y construcciones presentes en ellas, bonificación de las cuotas de la Seguridad Social durante un año, establecimiento de préstamos con interés subvencionado y también una serie de actuaciones y ayudas para las cooperativas comercializadoras afectadas.
Por lo que refiere al seguro, La Unió pedirá una agilización de las peritaciones por parte de Agroseguro y una tasación e indemnización del daño real en parcela en función de las exigencias comerciales, independientemente de la franquicia establecida.
A pesar de tratarse de un cultivo, en el caso del caqui, con un amplio nivel de aseguramiento en esas zonas, todavía hay agricultores que no aseguran por el precio elevado de contratación (su coste viene a ser el 25% del total de los costes de la explotación) y LA UNIÓ trabajará para tratar de rebajar el precio del seguro, ya que la zona de cultivo se ha extendido lo suficiente como para no concentrar tanto el riesgo.
Foto: LA UNIÓ de Llauradors.