La Mesa de Precios de Cítricos del Consulado de la Lonja de Valencia empieza la publicación de sus boletines semanales correspondientes a la nueva campaña citrícola 2023/24 con unos precios en origen al alza, debido principalmente a la disminución de oferta que se prevé en la citricultura de la cuenca mediterránea a causa de las adversidades climáticas.
Mientras que la sequía es el factor más determinante para explicar la merma productiva en otras comunidades españolas como Andalucía y en otros países de Europa y el norte de África, en el caso de la Comunidad Valenciana las
previsiones apuntan a una disminución por las altas temperaturas alcanzadas en marzo y abril (coincidiendo con las fases de floración y cuajado), el inusual frío en mayo y las precipitaciones persistentes a lo largo de mayo y junio. Además, aunque de manera localizada, varias tormentas de pedrisco provocaron daños de diversa consideración en los frutos. Los descensos de cosecha más acusados se constatan en satsumas, híbridos y todo tipo de naranjas.
Mientras que la sequía es el factor más determinante para explicar la merma productiva en otras comunidades españolas como Andalucía y en otros países de Europa y el norte de África, en el caso de la Comunidad Valenciana las
previsiones apuntan a una disminución por las altas temperaturas alcanzadas en marzo y abril (coincidiendo con las fases de floración y cuajado), el inusual frío en mayo y las precipitaciones persistentes a lo largo de mayo y junio. Además, aunque de manera localizada, varias tormentas de pedrisco provocaron daños de diversa consideración en los frutos. Los descensos de cosecha más acusados se constatan en satsumas, híbridos y todo tipo de naranjas.
Las primeras cotizaciones de la temporada emitidas por la Lonja de Cítricos de Valencia presentan las siguientes horquillas en las principales variedades de naranjas y mandarinas: 0,206-0,30 euros por kilo (€/kg) en Navelina, 0,289-0,35 €/kg en Okitsu, 0,50-0,67 €/kg en Oronules, 0,289-0,45 €/kg en Marisol y 0,32-0,40 €/kg en Clemenules y Orogrande.
Esta lonja de referencia, que reúne semanalmente a representantes de productores y de comercializadores que operan en la Comunitat Valenciana, afronta la campaña citrícola con importantes novedades que pretenden
conllevar efectos para la viabilidad del sector en su conjunto.
Así, una de sus medidas más relevantes es establecer los precios en euros por kilo y sin Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) incluido. Se trata de dos avances que toman el modelo imperante en el resto de España y Europa y que pueden contribuir a aportar transparencia en los contratos de compraventa y evitar prácticas abusivas.
El presidente de la institución, Jenaro Aviñó, afirma que “el euro es nuestra moneda desde hace más de veinte años y la que se emplea en toda la cadena alimentaria, desde los inputs que paga el agricultor hasta la fruta que paga el consumidor. Por su parte, el kilo es la medida de peso estándar a nivel mundial y hay que apostar por ella, sin restar un ápice de importancia cultural e histórica a la arroba puesto que la citricultura empezó a emplearla mucho antes que apareciera internet. Por todo ello, la Lonja de Cítricos de Valencia va a poner su granito de arena para tratar de afianzar en las relaciones comerciales a pie de campo el precio en euros por kilo y sin IVA incluido y armonizar el sector citrícola valenciano con el resto del mundo”.
La entidad también acaba de poner en marcha, coincidiendo con la nueva campaña, una página web más moderna, intuitiva y adecuada para dar respuesta a las necesidades informativas de los diferentes agentes de la cadena.
La página web abre la posibilidad a los usuarios de registrarse de modo gratuito para recibir automáticamente un enlace de cada boletín. Además de conocer las horquillas entre precios mínimos y máximos en origen que se acuerdan en cada variedad y en cada momento concreto de la temporada, los usuarios podrán realizar estudios comparativos y acceder a gráficas, estadísticas y noticias de la actualidad citrícola que permiten mejorar la toma de decisiones.
Por su parte, la organización agraria Unión de Uniones prevé una cosecha de cítricos para la campaña 2023-2024 por debajo de los 5,8 millones de toneladas tras realizar un análisis por el conjunto de las zonas productoras españolas de cítricos.
Si la pasada campaña fue la más baja de las últimas siete con 5,99 millones de toneladas, en esta el descenso todavía puede ser mayor. La bajada de producción se daría en el grupo de pequeños cítricos (mandarinas y clementinas) y naranjas, mientras que subiría la de limones y pomelos.
Esta merma de la capacidad productora se debe a varios factores, según esta organización, entre ellos la concatenación de diversas inclemencias meteorológicas a finales de invierno y primavera de este año. Las altas temperaturas y la baja humedad de los meses de marzo o abril también dificultaron el cuajado y provocaron una caída masiva de fruta.
La sequía en Andalucía también es clave para la reducción de producción nacional y tras las restricciones en las dotaciones de agua de riego, la cosecha, principalmente la de naranjas, se verá reducida otra vez. Otros factores que han afectado son el bajo aprovechamiento comercial debido a las plagas, el hecho de que una parte importante de la superficie sean árboles viejos con menor rendimiento y finalmente también al abandono creciente de campos de cultivo por la baja rentabilidad de los últimos años.
Con unos volúmenes de fruta similares a los del pasado año y el hecho de tener déficit de fruta en momentos puntuales provocará que haya un suministro ajustado que debería favorecer precios en origen buenos y estables si la demanda se sitúa dentro de unos parámetros de normalidad. La preocupación sería que con otra cosecha histórica baja otros países aprovecharan para ganar cuota de mercado en la Unión Europea.
La organización agraria ve fundamental que se realicen campañas de promoción de nuestros cítricos ante el descenso del consumo.