La Red de Alerta Sanitaria y Veterinaria (RASVE) informó que los Servicios Veterinarios Oficiales (SVO) de la Junta de Castilla-La Mancha mantienen una vigilancia intensificada sobre la Viruela Ovina y Caprina (VOC) en las explotaciones de ganado ovino y caprino de su territorio en especial dentro de las zonas restringidas.
Esta vigilancia reforzada ha permitido la detección de un nuevo foco de la enfermedad, el sexto, en una explotación de ovino en la provincia de Ciudad Real, de nuevo en el municipio de Alcázar de San Juan.
Esta vigilancia reforzada ha permitido la detección de un nuevo foco de la enfermedad, el sexto, en una explotación de ovino en la provincia de Ciudad Real, de nuevo en el municipio de Alcázar de San Juan.
Se trata de una explotación de ganado ovino y caprino de leche, con un censo de 3.142 ovejas y 260 cabras, situada dentro de la zona de restricción previamente establecida ante los últimos focos de la enfermedad en el mismo municipio que los anteriores casos.
La sospecha se originó por la comunicación por parte del ganadero de la presencia de sintomatología compatible en la explotación, de forma que los SVO la visitaron de forma inmediata, con hallazgo de lesiones en un solo animal, lo que indicaría incursión reciente, y realizaron la correspondiente toma de muestras oficiales de hisopos de saliva, que se confirmaron como positivas por PCR-RT a la detección de genoma viral en el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) del MAPA en Algete, Madrid, Laboratorio Nacional de Referencia para la enfermedad.
Al encontrarse ya en la zona de restricción previamente establecida, según el RASVE, esta explotación no tenía movimientos de entrada de animales en los últimos dos meses, mientras que los únicos movimientos de salida tuvieron como destino un matadero situado dentro de la misma zona de restricción bajo control oficial.
El SVO sigue investigando las posibles relaciones epidemiológicas para tratar de averiguar el origen de la infección, si bien la investigación hasta ahora realizada apunta a que la causa más probable pueda haber sido por medio de un camión de transporte de corderos que también había movido animales desde una explotación previamente afectada (foco 2023/5) al mismo matadero.
Con este nuevo foco son ya 16 los casos de la enfermedad de la VOC en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, de los que 12 se detectaron en la provincia de Cuenca y 4 en la de Ciudad Real.
Hasta la fecha, todos los focos se consideran cerrados, excepto los últimos focos notificados en la provincia de Cuenca (2023/1, en el municipio de La Alberca de Záncara, y el 2023/2, en el municipio de Tébar, junto con los cuatro últimos de Ciudad Real (2023/3-6), en los que se está aplicando la correspondiente zona de restricción, que incluye una zona de protección (7 km de radio) y vigilancia (25 km de radio) a su alrededor.
Las autoridades de Castilla – La Mancha adoptaron de forma inmediata sobre este nuevo foco las medidas de control contempladas en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 de la Comisión, por el que se completa el Reglamento (UE) 2016/429 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo referente a las normas relativas a la prevención y el control de determinadas enfermedades de la lista, y que incluye el sacrificio de los animales, la eliminación de los cadáveres en planta de trasformación bajo procedimiento canalizado y la limpieza y desinfección oficial de la explotación.
Asimismo, se ha establecido una zona de protección de 7 km y una de vigilancia de 25 km, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones de ovino y caprino ubicadas en ambas, así como la aplicación de medidas de restricción de movimiento de animales y productos.
Por último, se está procediendo a realizar la correspondiente investigación epidemiológica con objeto de identificar el origen de la infección, así como los posibles contactos de riesgo que se hayan podido dar.
Asimismo, se mantiene una Zona de Restricción Adicional (ZRA) que se aplica al resto del territorio de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, desde las cuales sólo está permitido el movimiento de ovino y caprino hacia el resto de territorio nacional si tiene como destino su sacrificio inmediato en matadero.
Cabe recordar que la VOC es una enfermedad no zoonótica que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda 3 transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales, ni a través de la manipulación y/o consumo de productos derivados de los mismos.
Se recuerda, asimismo, la importancia de aplicar en todo el territorio nacional unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de ovino y caprino, así como en el transporte animal, y de garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva para detectar tempranamente la eventual entrada de la enfermedad en otras explotaciones, para lo que resulta crucial la comunicación inmediata a los SVO cualquier indicio de la enfermedad que pudiera aparecer en las explotaciones de ovino y caprino del país.
La información relacionada con la enfermedad, incluidos los signos característicos, se puede encontrar en el siguiente enlace: