El responsable de medio ambiente de la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (Asaja) en el Valle de Alcudia, Adrián Gil, ha mostrado su desolación ante la plaga de langostas que está afectando, en mayor o menor medida, a numerosas explotaciones ganaderas de este territorio ubicado al sur de la provincia de Ciudad Real, pudiéndose cuantificar en miles las hectáreas afectadas.
Una plaga de langostas devora los pastos del Valle de la Alcudia, en Ciudad Real
Gil afirma que son incontables las langostas que están afectando a los pastos de estas explotaciones, ubicadas en localidades de esta zona, pudiendo llegar a provocar en algunos casos daños de hasta el cien por cien, debido a que se trata de un tipo de insecto muy voraz que depreda los pastos muy rápidamente, con los consiguientes perjuicios económicos para los ganaderos, que ven incrementados sus costes de alimentación del ganado, tanto ovino como bovino.
A esta plaga de langostas, el responsable de Asaja añade los daños que ya ha ocasionado la oruga tortrix en encinas y alcornoques, reduciendo la producción de bellotas de estos árboles, al comerse sistemáticamente sus brotes tiernos anuales que son los que producen estos frutos, principal fuente de alimentación de los animales (tanto del ganado como de la fauna silvestre), junto a los pastos.
Igualmente añade, que si bien algunos tratamientos fitosanitarios terrestres contra la tortrix han sido autorizados durante la presente campaña, estos no están al alcance de la mayor parte de los ganaderos, ya que no cuentan con la maquinaria necesaria para su aplicación y que los tratamientos aéreos desde avioneta que tradicionalmente se han venido realizando para luchar de forma efectiva contra esta plaga durante los últimos veinticinco años, y a los cuales recurrían muchos de estos ganaderos, ya no son autorizados por ser declarados como incompatibles en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, desistiendo los ganaderos de su realización.
Ante esta preocupante situación Asaja demanda a las administraciones que adopten medidas urgentes y efectivas para combatir ambas plagas, alertando que, de lo contrario, la ganadería extensiva (principal fuente de riqueza y generación de empleo de la zona) y el propio ecosistema del Valle de Alcudia, sufrirían daños irreparables, acelerando ‘la seca de la encina’.