La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia la presencia absolutamente irregular, fraudulenta y clandestina en la citricultura valenciana de una variedad de mandarina denominada "Early pride", originaria de la región estadounidense de Florida, una zona duramente castigada por el "greening", enfermedad letal y peligrosa que ataca a los cítricos.
AVA-ASAJA denuncia la introducción clandestina de una mandarina en la C. Valenciana
Actualmente existe constancia de que se encuentra en curso una solicitud para obtener el reconocimiento legal y administrativo de la «Early pride» en el registro de variedades protegidas de la Unión Europea, pero lo bien cierto es que ese trámite obligatorio no ha concluido todavía, por lo que la circulación de dicha variedad de mandarina o del material vegetal de la misma para su reproducción no sólo no está autorizado por Bruselas, «sino que entraña un gravísimo riesgo en la medida en que nadie puede garantizar que ese material vegetal, ilegal y clandestino, esté limpio de virus o enfermedades».
AVA-ASAJA tiene conocimiento de que actualmente resulta relativamente sencillo adquirir material vegetal tanto de la mencionada variedad como de algunas otras que también han llegado clandestinamente. No se trataría, por tanto, de un caso aislado. Con toda seguridad, y tal como suele ocurrir, la introducción de la «Early pride» se habría llevado a cabo de manera totalmente irregular mediante injertos realizados con varetas de esa mandarina que entraron de manera furtiva en Europa y, en consecuencia, sin ser sometidas previamente a ningún tipo de control sanitario.
«Sería lamentable -asegura el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- que por culpa de unos desaprensivos sin escrúpulos desembarcase en la Comunitat Valenciana la enfermedad más mortífera de cuantas atacan a los cítricos. Ya nos invaden suficientes enfermedades procedentes de importaciones de terceros países como para que encima la actuación de un puñado de irresponsables amenace con conducirnos al desastre. Es una locura que continúe multiplicándose y vendiéndose de forma clandestina un material vegetal que no ha sido testado previamente, tal como sabemos que está sucediendo, y sin olvidar, además, que esa variedad viene de Florida, una zona donde el «greening» causa estragos.