Para el sector de producción de huevos ha sido un año bastante positivo, en el que no se ha dado ningún elemento intrínseco o externo que haya afectado significativamente a la actividad. En consecuencia, tanto la producción como los precios han mantenido la estabilidad lograda en 2018.
2019: el sector avícola catalán evoluciona de forma desigual para los subsectores de la carne y los huevos
El sector continúa su proceso de diversificación de los sistemas de cría, sustituyendo la jaula por la cría en el suelo o por el sistema con salida al aire libre. Los sistemas llamados alternativos van ganando peso de forma sostenida, aunque su cuota es todavía reducida (un 4% en 2018 para los huevos camperos y un 2,1% para los ecológicos)1.
Los productores de carne de ave, a diferencia del sector del huevo, han tenido que hacer frente a una fuerte oscilación en los precios durante el 2019, que han sido malos sobre todo para el pollo amarillo. Los precios fueron excepcionalmente bajos a primeros de año, se recuperaron en primavera y volvieron a caer fuertemente al inicio del verano para recuperarse de nuevo y alcanzar niveles más ventajosos entre octubre y diciembre. Sin embargo, los costes de los piensos se han mantenido estables y relativamente bajos y el balance del año ha sido menos malo para el pollo blanco que para el amarillo.
Las fuertes caídas de los precios han afectado especialmente a las empresas integradoras de dimensión pequeña, que han tenido resultados negativos en la producción de pollo amarillo. Las integradoras de gran tamaño han obtenido mejores resultados en ser menos vulnerables a las variaciones en los precios. Esto se debe a que trabajan con precios fijados con antelación y sus costes son más ajustados, así como al efecto de la economía de escala.
En cuanto al consumo de los productos avícolas, a falta de datos consolidados de los últimos meses del 2019, todo parece indicar que en los hogares catalanes el consumo de huevos habrá continuado el crecimiento de los últimos años –entre el 2017 y el 2018 el consumo de huevos per cápita creció un 6,5% en Catalunya2–. El consumo de carne fresca de aves de corral en los hogares mantiene la tendencia a la disminución, compartida por el resto de carnes frescas –el consumo per cápita de aves se redujo un 3,7% en 20182–, aunque la carne de ave sigue siendo la más consumida por los catalanes y representa un 40,3% del consumo total de carne fresca en los hogares3.
La evolución del sector avícola en los próximos años se verá influenciada por la situación del mercado mundial de la carne de cerdo, que sufre los efectos de la peste porcina africana (PPA), y que previsiblemente causará un incremento en el consumo y la producción de aves de corral.
Aparte del esfuerzo constante de adaptación que hacen los productores avícolas catalanes para dar respuesta a las preferencias de los consumidores, a través de la creciente diversificación de sus productos, el sector tendrá que afrontar otros retos importantes para su continuidad. En el futuro inmediato estos retos tienen que ver con la relación de la actividad avícola y ganadera con el medio ambiente.
Por un lado, con la creciente preocupación por el cambio climático, la actividad ganadera se ha visto en el centro de un debate público sobre su sostenibilidad e incluso se ha cuestionado su viabilidad. El sector avícola, como otros sectores de la ganadería, tiene el reto de transmitir a la sociedad la gran importancia que tiene nuestra actividad en la preservación del territorio y de los tejidos sociales.
El modelo de ganadería de la UE es el eje vertebrador de las zonas rurales. Admite un gran número de puestos de trabajo e industrias, contribuye a una economía circular, al tiempo que garantiza un suministro constante y asequible de alimentos de alto valor nutritivo, necesarios para una dieta equilibrada. Por eso desde la FAC defienden el debate abierto, equilibrado y constructivo en torno a esta cuestión, dejando de lado los mitos y estereotipos, para que la sociedad tenga acceso a todos los argumentos y pueda conocer las consecuencias para tomar decisiones informadas.
La sostenibilidad es precisamente uno de los puntales del desarrollo del sector avícola en el futuro próximo. El presidente de la Federación Avícola Catalana (FAC) ha afirmado que «continuaremos trabajando para prestigiar el trabajo de todo un conjunto de profesionales que desde diferentes ámbitos de experiencia hacen posible obtener unos productos de alta calidad con procesos sostenibles y cuidadosos con la sanidad y el bienestar animal».
Además, ha añadido que «también seguiremos divulgando entre los consumidores los valores nutricionales de nuestros productos y su papel primordial en el conjunto de una dieta equilibrada y defendiendo la tradición culinaria ligada a unos productos de proximidad que forman parte indisoluble de nuestra cultura.”