La Comisión Europea descarta por ahora elaborar una Estrategia comunitaria para impulsar la producción de proteínas vegetales, como han solicitado una veintena de Estados miembros, incluido España, puesto que considera que "no hay una solución adaptada para todos" y que a nivel nacional existen ya mecanismos que pueden emplearse en favor de esos cultivos, afirmó el responsable europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.
Bruselas descarta por ahora una Estrategia europea para impulsar las proteínas vegetales en la UE
La iniciativa fue presentada por Austria y cuenta con el apoyo de la mayor parte de los Estados miembros, pero aún así el comisario aclaró que en la fase actual Bruselas no tiene previsto adoptar una Estrategia europea sobre Proteínas vegetales, pues está evaluando las herramientas que van a poner en marcha los Estados miembros en sus Planes Estratégicos de la Política Agrícola Común (PE-PAC) y otras acciones.
El titular europeo recordó, no obstante, que la CE tenía ya como objetivo reducir la dependencia europea de las importaciones de piensos, incluso antes de la guerra en Ucrania, pero subrayó que cree que no existe una solución común que pueda adaptarse a todos para desarrollar la producción de proteínas vegetales
Ante esto, afirmó que las estrategias nacionales son fundamentales en este ámbito, y puso como ejemplo que países, como Austria, Bélgica, Francia, Alemania o Países Bajos cuentan ya con ese tipo de iniciativas.
En este sentido, Wojcioechowski animó a otros Estados miembros a que sigan esos ejemplos y aprovechen al máximo las herramientas disponibles a nivel europeo, nacional o regional para apoyar el desarrollo de las proteínas vegetales, en concreto, a través de la nueva PAC.
El comisario admitió que la agresión rusa contra Ucrania plantea un reto mayor para la seguridad alimentaria, no solo en Europa, sino a nivel global. En ese contexto, añadió, Bruselas ha decidido permitir los cultivos que ayuden a fijar nitrógeno en terrenos de barbecho, una derogación que la CE considera que fomentará la producción de proteínas vegetales en la Unión.
Durante el debate público de este asunto en el Consejo de Ministros de Agricultura, el ministro español Luis Planas, calificó de magnifica la iniciativa de Austria para asegurar nuestra suficiencia desde el punto de vista alimentario.
Al respecto, la ministra de Agricultura de Austria, Elisabeth Kostinger, afirmó que “parece que la UE no es aún consciente de la urgencia de avanzar hacia la producción de proteínas vegetales y hacia la reducción de las importaciones, de las que dependemos mucho”.
Kostinger, que agradeció el apoyo a su iniciativa de 19 delegaciones nacionales, alertó de que “la demanda de esas proteínas seguirá aumentando en el futuro tanto dentro de la Unión Europea, como a nivel global”, añadiendo que “la guerra en Ucrania ha demostrado nuestra dependencia para garantizar la seguridad en el abastecimiento tanto de los alimentos, como de los piensos.»
PE-PAC
Por otro lado, el comisario europeo de Agricultura señaló que la CE no tendrá que rechazar ninguno de los planes estratégicos nacionales que los países le enviaron para detallar cómo pretenden aplicar la futura Política Agrícola Común (PAC), al afirmar que ”todo el mundo puede mejorar cosas por aquí o por allá, pero no hay ningún plan concreto tampoco que haya que rechazar de entrada.»
Durante el debate sobre los Planes Estratégicos nacionales (PE-PAC), en los que los países especifican cómo aplicarán la nueva PAC, que entrará en vigor en 2023, Wojciechowski señaló que, a finales de marzo, la CE enviará a los países una carta con observaciones, tras realizar una primera evaluación y los Estados miembros tendrán que realizar modificaciones.”
El comisario reconoció, no obstante, que habrá que trabajar conjuntamente en la mejora de la reducción de los déficits de estos planes, pero aseguró que “no ve grandes impedimentos para tenerlos listos a finales de junio si todo funciona bien».
Eso sí, admitió también que la guerra en Ucrania «puede tener muchas consecuencias» para los PE-PAC, incluida la necesidad de revisar algunas de las propuestas iniciales”, pero sin citar cuáles, aunque generalizó sobre “la necesidad de reforzar elementos que aspiran a fortalecer la resiliencia del sector agrario, fortalecer el sistema de seguridad alimentaria», sin concretar tampoco cómo piensa hacerlo.
Pese a ello, Wojciechowski volvió a recordar que “no se deben abandonar o debilitar las aportaciones de la PAC a la Estrategia «De la granja a la mesa», con la que se busca una producción y un consumo alimentario más sostenibles, ni a la Estrategia sobre Biodiversidad, a pesar de que el sector productor aún está esperando que se presenten estudios o análisis oficiales de impacto de las mismas sobre la productividad y competitividad de la producción agraria europea.
«Al contrario, añadió el comisario de Agricultura, “en el largo plazo, un enfoque más sostenible sobre la agricultura incrementará nuestra resiliencia y es esencial para nuestra seguridad alimentaria en el largo plazo», sin especificar con datos por qué lo consideraba así.
La Comisión ha recibido los documentos de los PE-PAC de los veintisiete países y tiene previsto adoptar antes de final de este mes de marzo las observaciones, que se harán públicas, sobre el primer paquete de los 19 planes estratégicos presentados antes del 1 de enero de 2022, incluido el Plan español.
En ese sentido, especificó que el Ejecutivo comunitario adoptará las observaciones el 30 de marzo y que los Estados miembros las recibirán un día después. Esas observaciones también se harán públicas.
Por su parte, el ministro español de Agricultura, Luis Planas, instó a que la próxima PAC “sea compatible con aquellos otros objetivos estratégicos que, desde el punto de vista de la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, son prioritarios”, considerando como «la mejor solución» en las actuales circunstancias “la adaptación concreta, parcial y excepcional de algunos elementos en relación con la producción agraria».
En este sentido, además de España, varios Estados miembros abogaron en la reunión del Consejo de Ministros por modificar el calendario o flexibilizar la aplicación de algunas de las exigencias medioambientales de las Estrategias «De la granja a la mesa» y sobre “Biodiversidad”, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria ante la invasión rusa de Ucrania, un importante exportador de cereales y oleaginosas.