La Comisión Europea (CE) pidió esperar a que primero se agote el paquete de ayudas de 500 millones de euros, impulsado en septiembre pasado, para que los agricultores afronten la crisis que atraviesan, antes de plantear nuevos apoyos, emplazando a los países a finales de junio -27 y 28- para abordar en profundidad la situación.
Bruselas no tiene prisa en adoptar nuevas medidas urgentes para los sectores agrícolas en crisis
«Es muy difícil buscar más dinero en el presupuesto de la CE, cuando el paquete anunciado en septiembre no había sido aplicado en su totalidad por 13 Estados miembros a finales de abril», indicó el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, en la rueda de prensa al final de la reunión del Consejo de Ministros comunitarios del ramo en la tarde del martes 17 de mayo
Hogan recordó que de esos 500 M€ (de los que 420 millones debían distribuirse entre los Estados miembros, entre ellos 25,53 millones en España que, según el Ministerio de Agricultura sí se han ejecutado) previstos para apoyar especialmente al sector lácteo y de la carne de cerdo, «hay todavía 195 millones que en este momento –finales de abril- los países no han consumido”.
El comisario destacó que es complicado pedir al Comisario de Presupuestos más fondos adicionales, cuando quedan todavía pendientes de ejecutar presupuesto del anterior programa de apoyo a los sectores en crisis.
«Es muy prematuro hablar de un nuevo paquete, cuando aún no se ha gastado el que ya se ha comprometido. Por eso, añadió, volveremos a abordar la situación del mercado a finales de junio», comentó, en referencia al próximo Consejo de Ministros que tendrá lugar en Luxemburgo.
En ese Consejo de los días 27 y 28 de junio podrá empezarse a evaluar si se ha gastado o no todo el dinero del anterior programa y volver a debatir o no la necesidad de un nuevo paquete de ayudas. En todo caso, tal y como van de rápidas las cosas por
Bruselas, es bastante probable que nada esté acordado, ni mucho menos puesto en marcha hasta el mes de septiembre –con las vacaciones de verano de por medio-, un año después de la adopción de las anteriores medidas, si es que al final se adoptan otras nuevas.
Reserva de crisis
Por lo que se refiere a la reserva de crisis, Hogan señaló que «diferentes delegaciones indicaron su interés en invocarla, es decir, utilizarla, por vez primera», entre ellos Alemania».
«En junio miraremos, como hacemos cada mes, qué nuevas medidas podemos contemplar y adoptar para ayudar a los agricultores a hacer frente a esta difícil situación», apuntó, añadiendo que «si los Estados miembros quieren examinar la reserva de crisis, estaré encantado de hacerlo».
En cuanto a las medidas impulsadas en abril por la CE para favorecer acuerdos entre productores, con el fin de rebajar el nivel de producción de leche, Hogan destacó que aunque hay «signos de estabilidad en el sector del cerdo no se puede decir lo mismo del sector lácteo».
«La situación de la leche sigue siendo muy débil, mientras la producción sigue creciendo significativamente», indicó, y recalcó que en los primeros tres meses del año ha crecido un 5 % en la UE con países como Alemania, Holanda, Dinamarca, el Reino Unido e Irlanda «responsables de ese incremento».
En relación a la aplicación del artículo 222 del Reglamento de la OCM Única, destinado a autorregular la producción de leche, el comisario de Agricultura se limitó a señalar, sorprendentemente, que todavía puede ser un poco pronto para evaluar el interés de los países por esta medida (en otros términos interpretativos, que hay muchos países productores que no tienen ningún interés en su aplicación, entre ellos el suyo propio Irlanda, el más excedentario, así como Alemania y Holanda).
Hasta el momento, solo en algunos países se ha empezado a debatir esta posibilidad, pero sin que, hasta ahora, se haya adoptado ninguna decisión al respecto.
Por lo que se refiere a la adopción del paquete de apoyo a frutas y hortalizas, afirmó que «va a ser implementado muy pronto y ciertamente entrará en vigor a tiempo». En concreto, la UE prevé extender para el próximo 1 de julio las ayudas a ese sector, perjudicado por el veto ruso a productos agroalimentarios europeos, pero manteniendo el nivel de ayudas, que se consideran muy bajas, y reduciendo los cupos de retirada.