Bruselas seguirá simplificando la PAC en 2017 e intentará mejorar la posición de los productores en la cadena
La Comisión Europea presentó su programa de trabajo para 2017 y en lo relativo al sector agrario incluye continuar con el ejercicio de simplificación de la actual Política Agraria Común (PAC) e introducir medidas que mejoren la posición de los productores en la cadena alimentaria, en caso de que fuera necesario.
Respecto a este último punto, Bruselas considera que las decisiones a adoptar dependerán de las conclusiones de los dos grupos de expertos que están actualmente trabajando en estos temas y que se presentarán hacia mitad de este mes de noviembre.
La PAC, además, se verá afectada indirectamente por otros dos aspectos que figuran en la agenda de la CE para el próximo año, como son la propuesta de modificación del Marco Financiero Plurianual a partir de 2021 y las negociaciones de libre comercio que están actualmente en marcha, sin olvidar tampoco las negociaciones que pretende abrir en marzo próximo el Gobierno del Reino Unido para su salida (“brexit”) de la Unión Europea y que no se presentan nada fáciles
Otros aspectos de interés del programa de trabajo de la Comisión Europea para 2017 será reforzar el mercado interior en los bienes industriales, incluido el sector agroalimentario, para hacer frente a las políticas de promoción de la producción local y de racionalización de los mercados.
Una de las prioridades, dentro de las diez que establece la CE para el año próximo, será la negociación de los acuerdos bilaterales de comercio con países terceros y el acuerdo con Estados Unidos (TTIP). Bajo el epígrafe “Comercio: acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos razonable y equilibrado”, la CE plantea su interés en completar las negociaciones bilaterales con países como Japón, así como abrir nuevas negociaciones con Australia, Chile y Nueva Zelanda.
Asimismo, la Comisión propone seguir trabajando en la reforma de los instrumentos de defensa comercial, con una propuesta de modificación de la legislación “antidumping” de la UE, que el sector agroalimentario europeo, entre ellos el de frutas y hortalizas, considera que es demasiado laxo, ya que los exportadores comunitarios se encuentran con barreras al comercio en un amplio grupo de países terceros, que son mercados de gran potencial para la UE, pero donde se aplican con el máximo rigor barreras no arancelarias de acceso.