Los agricultores catalanes y madrileños no podrán trabajar durante el fin de semana, por las decisiones de los Gobiernos autonómicos de prohibir las labores agrarias ante el riesgo de incendio.
Cataluña y Madrid prohíben las labores agrícolas ante el riesgo de incendios forestales todo el fin de semana
La organización agraria, UPA Madrid criticó la decisión –sin precedentes conocidos– del Gobierno regional de prohibir las labores agrícolas, como el cosechado, el empacado o el arado, supuestamente para evitar incendios.
Cataluña había adoptado poco antes una decisión similar que ha provocado una reacción en cascada en otras Comunidades autónomas también. El Govern de la Generalitat acordaba prohibir la realización de tareas agrícolas durante 48 horas en toda Cataluña, la utilización en las tareas agrícolas de cualquier tipo de máquina recolectora o empacadora de paja de cereal, mientras se mantenga la activación simultánea del INFOCAT y del PROCICAT.
El Gobierno catalán argumentaba su decisión ante la situación de calor extremo y baja humedad que se espera el fin de semana y hacía, a su vez, un llamamiento a la ciudadanía a mantener la máxima prudencia para minimizar el riesgo de incendio.
El Servicio Meteorológico de Cataluña informó, a su vez, que la situación de la ola de calor se agrava este viernes e iniciará una leve remisión sábado. En este sentido, el cuerpo de Agentes Rurales ha insistido en que la humedad de la vegetación en la zona afectada por el incendio de la Ribera de Ebro, así como otras zonas de Cataluña es muy baja y facilita la propagación de los fuegos.
Por su parte, el sindicato agrario, Unió de Pagesos (UP) mostró su rechazo a la prohibición de segar mientras se mantenga activado el plan de protección civil por la ola de calor para evitar incendios y consideran que es «un menosprecio» hacía su trabajo.
Por ello, el sindicato hizo un llamamiento para llevar a cabo este viernes un paro de segadoras y tractores en los arcenes de carreteras entre las 14:00 y las 15:00 horas, como acción de protesta ante una prohibición que consideran «arbitraria y sin consenso con el sector».
Además de prohibir la siega durante 48 horas, la Generalitat cerró anoche las montañas de Montserrat, Les Gavarres y Cadiretes, tras haber impedido el paso ya a las de Montsec, Montsant y Ports de Tortosa, por la «situación crítica» ante el riesgo de incendio.
En un comunicado, Unió de Pagesos condenó la decisión del gobierno catalán de prohibir la siega en Cataluña mientras esté activado el Plan especial de emergencias y considera esta decisión es «arbitraria», lamentando que el Ejecutivo la haya adoptado «sin el consenso del sector agrario, un gesto que desprecia los profesionales agrarios».
En este sentido, UP consideró que «no tiene ningún sentido aplicar una medida homogénea en un territorio tan vasto y con tantas diferencias como es el catalán y denunció también las «importantes pérdidas económicas» que pueden derivarse del hecho de aplazar la recogida en los campos en unas fechas clave para el sector.
Por su parte, Castilla-La Mancha recomendó suspender la recogida mecánica del cereal hasta que pase la ola de calor, poniendo especial precaución desde las 14:00 a 20:00 horas, y manteniendo los peines de la cosechadora lo más alto posible, pero no la prohibió.
Matar moscas a cañonazos
El Gobierno en funciones de la Comunidad de Madrid optó, por su parte, no recomendar, sino directamente prohibir las labores agrícolas.
“Es de locos, señaló UPA Madrid, quien añadió que «es como si prohibiéramos los coches para que no haya accidentes. Los agricultores tenemos que trabajar, y lo hacemos a la intemperie. Es lo que tiene”, aseguraron.
“Visto el incendio de Cataluña, se quieren curar en salud y están «matando moscas a cañonazos”, señala esta organización, adoptando “una decisión radical que nos perjudica gravemente”.
Al respecto, UPA Madrid reclama a la Dirección General de Emergencias que recapacite y no impida trabajar a los productores de alimentos. Achacan la decisión a la “psicosis” generada por la ola de calor y a la “afición a culpabilizar a los agricultores y ganaderos de todos los males”.
“Los agricultores somos las principales víctimas de un incendio forestal en el campo, los más interesados en evitarlos. Pero para prevenirlos se pueden tomar medidas más lógicas que la simple prohibición”, explicó el secretario general de UPA en Madrid, Jesús Anchuelo.
En Castilla y León, por ejemplo, se exige un tractor de apoyo que vigile desde fuera las labores de cosechado y que tenga medios para extinguir cualquier conato, y se prohíben las labores junto a masas forestales cuando se den condiciones adversas de más de 30 grados, poca humedad y fuerte viento.
Medidas que también están contempladas en la Comunidad de Madrid en el Decreto INFOMA.