El CGC alerta que la huelga de envasado podría tener un impacto directo de 200 M€ para el sector citrícola
El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), que engloba a los principales exportadores de cítricos privados del país, alerta que la huelga convocada formalmente por UGT y CCOO entre el 15 y 21 de diciembre para el colectivo de trabajadores del envasado y manipulado de la Comunidad Valenciana podría tener un impacto directo de alrededor de 200 millones de euros.
Ésta sería la facturación aproximada que los operadores valencianos dejarían de ingresar de confirmarse la parálisis durante dicha semana, la previa a Navidad y la de mayor intensidad comercial de la temporada. Por todo ello y ante lo inasumible de las peticiones sindicales -especialmente las relativas a la organización del trabajo en los almacenes durante los periodos de máxima actividad- el CGC tilda de «irresponsable» la convocatoria y advierte que «el inmenso daño causado podría ser la ‘puntilla’ para la citricultura y los citricultores valencianos, que vienen padeciendo una pésima campaña marcada por los bajos precios y ahora también por las millonarias pérdidas provocadas por las lluvias torrenciales de las últimas semanas».
Como es bien sabido, España es el primer exportador de cítricos en fresco del mundo y hasta el 70-75% de la confección de esta fruta se realiza en los centros valencianos, que dan trabajo directo a en torno a 60.000 personas. Una huelga durante ésos siete días sólo en la Comunitat rompería pues el suministro en el momento más inoportuno, justo en el mes que mayor volumen se saca adelante -entre 650.000 y 700.000 toneladas-, justo en la semana de mayor demanda del año -en la que, con arreglo al histórico de temporadas precedentes se suelen servir entre 300.000 y 360.000 toneladas de naranjas, mandarinas y limones, incluyendo el mercado doméstico-.
El CGC advierte que es seguro que, en tales circunstancias, sus clientes buscarán alternativas y el máximo beneficiario no será otro que el primer competidor de los cítricos españoles, Marruecos, que este año además tiene una cosecha récord. Motivos por los que, desde esta asociación, se alerta que «podría perderse cuota de mercado hasta el final de la temporada».
La inoportunidad de la huelga viene agravada, además, por los devastadores daños causados por la persistencia de las lluvias, que ya paralizaron la recolección durante muchas jornadas. El efecto acumulado de la humedad, muy especialmente sobre las clementinas, ha extendido el llamado ‘pixat’ con lo que un porcentaje muy alto de esta cosecha ya no reúne la condición para poder ser comercializada y el resto está demasiado deteriorado como para que pueda aplazarse su recolección y salida comercial.
Los citricultores, como los operadores valencianos, volverán a sufrir nuevas pérdidas, con lo que la factura global de las lluvias y las protestas sindicales de diciembre se elevará muy por encima de los 200 millones de efecto directo y probablemente superará los 270 millones, por no mencionar los empleos que igualmente amenazan con destruirse de confirmarse tan negativa dinámica.
De ahí que la asociación del comercio privado, que negocia el convenio colectivo junto con la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de la Comunidad Valenciana frente a UGT y CCOO, haya reclamado ya la mediación del propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el caso de que el conflicto se mantenga más allá de la reunión entre las partes que se dará en la tarde del próximo lunes.
En cuanto a la negociación del convenio colectivo, el CGC considera que la tabla reivindicativa planteada es en bloque «inasumible», especialmente en lo que respecta a la forma de organizar el trabajo en los momentos en los que se requiere de mayor flexibilidad para mantener el servicio y atender a los pedidos en un producto que, además, se sabe que es perecedero.
La asociación se muestra, además, «sorprendida por la beligerante actitud» mostrada por los representantes de los trabajadores en un sector que, pese a la crisis, pese a la inflación negativa de algunos ejercicios y lejos de contener los salarios o de reducirlos como ha ocurrido en tantos otros, acumula un incremento en las retribuciones del 73,4% entre 2000 y 2015 (en el caso concreto de la categoría de encajadoras, que es la predominante).
En un colectivo, el de confección y envasado, que además es probablemente el único del país en el que se da una equiparación efectiva en los salarios entre hombres y mujeres. Por último, el CGC estima que las distancias entre las partes no son «infranqueables» y que hay un amplio margen para «acercar posturas en una negociación que podría beneficiar a todos, trabajadores y empresas e incluso a la citricultura valenciana en general».
Cordura y sentido común
Por su parte, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama cordura y sentido común a los sindicatos convocantes de la huelga en los almacenes citrícolas de la Comunitat Valenciana puesto que las consecuencias de este paro, previsto entre los días 15 y 21 de diciembre, serían catastróficas para el desarrollo de la ya de por sí suficientemente complicada temporada citrícola en curso.
Pero si nefastos serían los efectos sobre la citricultura valenciana en su conjunto durante la difícil coyuntura actual todavía podrían serlo más a largo plazo en el caso de que prosperasen algunas de las pretensiones sindicales, ya que supondrían en la práctica un sensible incremento de los costes de producción a los que tienen que hacer frente los agricultores.
“Nosotros no estamos en contra de los derechos laborales ni nos oponemos a las mejoras de las condiciones de trabajo –explica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– pero como representantes de los productores de cítricos tampoco podemos perder de vista que los acuerdos en materia laboral repercuten directamente sobre la rentabilidad de los productores, ya que esos aumentos de costes no se trasladan al precio de venta al público de los cítricos y son los agricultores quienes terminan por asumirlos, lo cual generará más abandono de tierras de cultivo.
Así las cosas, y conscientes de que ciertas decisiones pueden tener una incidencia muy negativa sobre los costes productivos que asumen los productores, pedimos a las partes implicadas en la negociación que actúen con amplitud de miras, con perspectiva y conocimiento de causa a fin de encontrar una solución equilibrada y satisfactoria que no ponga en jaque el futuro de un sector en crisis”.
Aguado señala, además, que “el convenio que rige las relaciones laborales en la citricultura valenciana es el de los mejores y más reconocidos para los trabajadores dentro del sector agrario español”.
Desde AVA-ASAJA se recuerda que las fechas escogidas para la realización de esta huelga en los almacenes de envasado y manipulación de cítricos son estratégicas para el devenir de la temporada porque tras las últimas lluvias, que interrumpieron la recolección, y con el advenimiento de las fiestas navideñas la demanda de cítricos se encuentra en su punto álgido, de tal manera que cualquier interrupción de suministro causaría un verdadera desastre que perjudicaría a la citricultura valenciana en su conjunto.
AVA-ASAJA remarca que la campaña atraviesa una situación crítica a causa, por una parte, de las bajas cotizaciones que están percibiendo los productores, hasta el punto de haber llevado a las organizaciones agrarias a convocar movilizaciones de protesta, y de otro lado, debido a los devastadores efectos del temporal de lluvias que durante las últimas semanas azotó la Comunitat Valenciana provocando pérdidas superiores a los 100 millones de euros en la citricultura.
“Por tanto, –concluye el presidente de AVA-ASAJA– la situación no está como para caer en frivolidades, sino para arrimar el hombro y en la medida de lo posible tratar de salvar la campaña entre todos. Una huelga en estos momentos resultaría demoledora para nuestra citricultura y hay que evitarla a todo costa porque nos jugamos mucho tanto a corto como a largo plazo”.
Empresas “fantasma” de intermediación
Por otra parte, La Unió de Llauradors puso ya en conocimiento del grupo ROCA de la Guardia Civil, a través de la Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana, que investigue la posible existencia de empresas fantasma destinadas a la compra de cítricos para la industria de transformación por si estuvieran vulnerando la legalidad.
Según pudo comprobar La Unió, a través de las quejas de varios citricultores, alguna de esas empresas no solicita ni siquiera a los agricultores el documento DATA que garantiza el origen lícito de la fruta, lo que puede inducir a que le “da igual de dónde y cómo proceda la misma”.
La Unió trasladó al Grupo ROCA los hechos e insta a que se investigue el proceder de todas esas empresas para ver si actúan dentro de la legalidad o si por el contrario comercian con cítricos presuntamente robados.
En las páginas de anuncios de compra-venta por Internet se pueden observar a largo de estos días numerosos anuncios donde se compran cítricos para la industria (para peladoras se indica), circunstancia que refleja que el desarrollo de la campaña no es el correcto a estas alturas de la misma.
En alguno de estos anuncios se especifica que el precio ridículo que están dispuestos a pagar por un kilo de Navelinas es de 0,09 euros/kg. Pese a ello muchos agricultores se muestran partidarios de vender para que no caigan al suelo o se queden finalmente sin recolectar.
La paralización del mercado de compras en fresco en campo, precisamente en las fechas más importantes, es un síntoma inequívoco de que la campaña no transcurre por los cauces adecuados y deseables.
El aumento de las ofertas para comprar cítricos por parte de empresas peladoras para transformación de los mismos no hace más que confirmar una tendencia negativa y ante esta situación La Unió “pide que al menos se cumpla la legalidad para evitar la habitual picaresca o incluso que actúen de forma fraudulenta”.